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27 DE SEPTIEMBRE, INDEPENDENCIA DE MÉXICO


Enviado por   •  2 de Enero de 2014  •  2.966 Palabras (12 Páginas)  •  515 Visitas

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27 DE SEPTIEMBRE, INDEPENDENCIA DE MÉXICO.

Es posible que el lector haya aprendido que el día de la Independencia es el 16 de septiembre, pero no es así. Ese día inició el movimiento insurgente organizado en Dolores, pero el logro de la Independencia, la consumación de esta lucha, fue realizada once años después, ejecutada por el Ejército Trigarante. Los eventos que sucedieron desde la proclamación del Plan de Iguala hasta la firma de los tratados de Córdoba fueron la base sólida para la Independencia, y la entrada triunfal de Agustín de Iturbide con su Ejército a la Ciudad de México, verificada el 27 de septiembre, marca el nacimiento de México como una nación Independiente. Ese día cumplía Iturbide 38 años.

Las tropas Trigarantes que estaban aposentadas en diversos puntos de la Ciudad de México, tenían la orden de reunirse el 27 de septiembre de 1821 en Chapultepec. Desde ahí, siguieron por la calzada de Chapultepec, luego por el Paseo Nuevo, y luego entraron por la calle de San Francisco, donde había un arco de triunfo preparado para aquel momento, y que es el que se ha plasmado en varias obras pictóricas de la época. Las llaves de la ciudad le fueron entregadas a Iturbide. Al centro de la ciudad entró el contingente por la calle de Plateros, hoy Francisco I. Madero.

Pasaron frente al Templo de la Profesa y al conocido como Palacio de Iturbide. Desfilaron en columna dieciséis mil hombres del Ejército, y parecían aún más pues la mitad era de Caballería. Un derroche de vivas, aplausos, papelitos de colores de la enseña Trigarante por parte del pueblo que vivía un día de enorme felicidad luego de once años de terribles batallas. El amor y la admiración del pueblo estaban con los triunfadores de la Independencia.

Agustín de Iturbide se dirigió al Palacio de los Virreyes, que luego se llamaría Imperial, hoy conocido como el Palacio Nacional, y desde el balcón principal saludó a la población, junto con O´ Donojú. Luego fueron a la Catedral.

Ese día, Agustín de Iturbide proclamó un mensaje que es para todos los mexicanos de todas las generaciones posteriores al evento, una clara realidad de lo que fueron los hechos de ese ilustre Libertador, transmitiendo este mensaje de cara a la Nación y a todos sus pobladores:

"Mexicanos, ya estáis en el caso de saludar a la patria independiente como os anuncié en Iguala: ya recorrí el inmenso espacio que hay desde la esclavitud a la libertad y toqué los diversos resortes para que todo americano manifestase su opinión escondida, porque en unos se disipó el temor que los contenía, en otros se moderó la malicia de sus juicios, y en todos se consolidaron las ideas, y ya me veis en la capital del imperio más opulento sin dejar atrás ni arroyos de sangre, ni campos talados, ni viudas desconsoladas, ni desgraciados hijos que llenen de maldiciones al asesino de su padre: por el contrario, recorridas quedan las principales provincias de este reino y todas uniformadas en la celebridad, al dirigido al Ejército Trigarante vivas expresivos y al cielo votos de gratitud: estas demostraciones daban a mi alma un placer inefable y compensaban con demasía los afanes, las privaciones y la desnudez de los soldados, siempre alegres, constantes y valientes.

YA SABÉIS EL MODO DE SER LIBRES, A VOSOTROS TOCA SEÑALAR EL DE SER FELICES. Se instalará la junta, se reunirán las cortes, se sancionará la ley que debe haceros venturosos, y yo os exhorto a que olvidéis las palabras alarmantes y de exterminio, y sólo pronunciéis unión y amistad íntima. Contribuid con vuestras luces y ofreced materiales para el magnífico código, pero sin la sátira mordaz, ni el sarcasmo mal intencionado, dóciles a la potestad del que manda, completad con el soberano congreso la grande obra que empecé, y dejadme a mí que dando un paso atrás, observe atento el cuadro que trazó la Providencia y que debe retocarla sabiduría americana, y si mis trabajos, tan debidos a la patria, los suponéis dignos de recompensa, concededme sólo vuestra sumisión a las leyes, dejad que vuelva al seno de mi familia Y DE TIEMPO EN TIEMPO HACED UNA MEMORIA DE VUESTRO AMIGO ITURBIDE."

El 27 de septiembre de 1921, a cien años de la entrada triunfal del Ejército Trigarante, se llevaron a cabo cientos de eventos para celebrar el centenario, y uno de esos eventos fue uno de carácter militar que en columna desfiló por la ruta que siguieron los trigarantes. Tomaron la calzada de Tacubaya, luego la Avenida Chapultepec hasta el cruce dela calzada de la Piedad y la Avenida Bucareli. Luego frente al "Caballito" y tomaron Avenida Juárez, siguieron por la Avenida Francisco I. Madero pasando frente al Palacio de Iturbide, llegaron hasta el Zócalo. Vuelta a la derecha, avanzando de modo que llegaron a la Avenida Pino Suárez, para pasar frente al Palacio Nacional para romper filas hasta la antigua calle de Seminario.

"No he de callar por más que con el dedo, ya tocando la boca o ya la frente, silencio avises o amenaces miedo." Don Francisco de Quevedo.

28 SEPTIEMBRE 1821, ACTA DE INDEPENDENCIA DE MÉXICO.

Ese día se instaló la junta, los miembros de esta hicieron el juramento y se decretó el Acta de Independencia, con lo cual se refrendaba lo que ya era un hecho, la libertad y soberanía. Agustín de Iturbide fue electo unánimemente Presidente de la Junta. Más adelante, Iturbide fue nombrado Presidente de la Regencia, pero por ser incompatible con el mando del ejército, y considerándose que debía conservar este último, se le nombró Generalisimo de las armas del imperio de mar y tierra.

Después de la entrada del Ejército Trigarante, se disolvió el gobierno virreinal, y las fortalezas de Acapulco y Perote expresaron su rendición. Sólo quedaba en poder del gobierno español la fortaleza de San Juan de Ulúa, la cual, después de un tiempo, también fue ganada para el Imperio mexicano. El último virrey Juan O´Donojú murió de pleuresía a los pocos días, el 8 de octubre.

Revisar el Acta de Independencia sí que vale la pena, así se da uno cuenta de quienes la firmaron, de cuando se hizo independiente nuestro país, y de que propósitos tuvieron los grandes hombres que consumaron esa lucha. Ojalá en las escuelas se revisara este documento fechado el 28 de septiembre de 1821, pues así los mexicanos se preguntarían porque no se celebra para nada esa fecha, y la voz popular alcanzaría lo que la oficialidad ha conseguido opacar.

*EL ACTA DE INDPENDENCIA NACIONAL FECHADA EL 28 DE SEPTIEMBRE DE 1821, EQUIVALE AL ACTA DE NACIMIENTO DE NUESTRO AMADO MÉXICO.

ACTA DE INDEPENDENCIA DEL IMPERIO

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