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ALBUM DE BOLIVAR


Enviado por   •  27 de Marzo de 2014  •  2.520 Palabras (11 Páginas)  •  181 Visitas

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TESTAMENTO DE BOLIVAR

ANDRES BELLO

EL PADRE ANDUJAR PRIMER MAESTRO

INFANCIA DE BOLIVAR

JOSÉ ANTONIO NEGRETE

LUCHA POR LA INDEPENDENCIA

LUCHA POR LA INDEPENDENCIA

MADRE DE BOLIVAR

MANUELITA SAENZ

MARIA ANTONIETA BOLIVAR

MATRIMONIO DE BOLIVAR Y MARIA TEREZA RODRÍGUEZ DEL TORO

MIGUEL JOSÉ SANZ MAESTRO DE BOLIVAR

MUERTO

NACIMIENTO DE BOLIVAR

PADRE DE BOLIVAR

RESTOS DE SIMON BOLIVAR

ALBUM DE SIMON BOLIVAR

SIMON RODRÍGUEZ

SIM ON RODRÍGUEZ

VIAJES A EUROPA

co

“Mesías”

Tanto Mesías, calco del hebreo y del arameo, como Cristo, trascrito del griego, significan «ungido». Esta apelación vino a ser en la época apostólica el nombre propio de Jesús y se ha apropiado el contenido de los otros títulos reivindicados por él. Por lo demás, subrayaba acertadamente el nexo profundo que enlazaba a su persona con la esperanza milenaria del pueblo judío, centrada en la espera del Mesías, hijo de David. Sin embargo, los empleos de la palabra ungido en el AT y luego en el judaísmo no comportaban todavía la riqueza de sentido que el NT dio a la palabra Cristo. Hay que remontarse hasta los orígenes de este vocabulario para ver la transformación que le hizo sufrir el NT proyectando en él la luz de una revelación inscrita en las palabras y en la historia de Jesús.

AT

En el AT la palabra ungido se aplica ante todo al rey; pero también designó a otros personajes, particularmente a los sacerdotes. No obstante, el primer uso es el que dejó más huellas en la escatología y en la esperanza judía.

I. DEL REY AL MESÍAS REGIO

1. El ungido de Yahveh en la historia.

El rey, en virtud de la unción de aceite que simboliza su penetración por el Espíritu de Dios 1Sa 9,16 10,1.10 16,13, es consagrado para una función que le convierte en lugarteniente de Yahveh en Israel. Esta unción es un rito importante de la coronación del rey Jue 9,8. Así se menciona en el caso de Saúl 1Sa 9-10, de David 2Sa 2,4 5,3, de Salomón 1Re 1,39 y de aquellos de sus descendientes que ascendieron al poder en un contexto de crisis política 2Re 11,12 23,30. El rey viene así a ser «el ungido de Yahveh» 2Sa 19,22 Lam 4,20, es decir, un personaje sagrado, al que todo fiel debe manifestar un respeto religioso 1Sa 24,7.11 26,9.11.16.23 2Sa 1,14.16. A partir del momento en que el oráculo de Natán fijó la esperanza de Israel en la dinastía de David 2Sa 7,12-16, cada rey que desciende de él resulta a su vez ser el «Mesías» actual por el que Dios quiere cumplir sus designios relativos a su pueblo.

2. El ungido de Yahveh en la oración.

Los salmos anteriores al exilio ponen en evidencia el puesto de este Mesías regio en la vida de fe de Israel. La unción que ha recibido es signo de cierta preferencia divina Sal 45,8; ha hecho de él el hijo adoptivo de Yahveh Sal 2,7 2Sa 7,14. Así está cierto de la protección de Dios Sal 18,51 20,7 28,8. Rebelarse contra él es una locura Sal 2,2, pues Dios no dejará de intervenir para salvarle Hab 3,13 y «exaltar su cuerno» 1Sa 2,10. Sin embargo, se ora por él Sal 84,10 132,10. Pero fundándose en las promesas hechas a David, se espera, sí, que Dios no dejará nunca de perpetuar su dinastía Sal 132,17. Así es grande el desconcierto de los espíritus cuando, después de la caída de Jerusalén, el ungido de Yahveh es hecho prisionero por los paganos Lam 4,20: ¿por qué ha desechado Dios así a su Mesías, de modo que todos los paganos le ultrajen Sal 89,39.52? La humillación de la dinastía davídica es una prueba para la fe, prueba que subsiste aun después de la restauración postexílica. En efecto, la esperanza del restablecimiento dinástico suscitada un momento por Zorobabel es pronto decepcionada: Zorobabel no será nunca coronado (a pesar de Zac 6,9-14) y ya no volverá a haber Mesías regio a la cabeza del pueblo judío.

3. El Ungido de Yahveh en la escatología.

Los profetas, con frecuencia severos con el Ungido reinante, al que juzgaban infiel, orientaron la esperanza de Israel hacia el rey futuro, al que, sin embargo, no dan nunca el título de Mesías. A partir de sus promesas se desarrolló el mesianismo regio después del exilio. Los salmos regios, que en otro tiempo hablaban del Ungido presente, se cantan ahora en una nueva perspectiva que los hace referirse al Ungido futuro, Mesías en el sentido fuerte del término. Describen anticipadamente su gloria, sus luchas Sal 2, sus victorias, etc. La esperanza judía enraizada en estos textos sagrados es extremadamente viva en la época del NT, particularmente en la secta farisea. El autor de los salmos de Salomón (63 antes de J.C.) invoca la venida del Mesías, hijo de David Sal 17 18. El mismo tema es frecuente en la literatura rabínica. En todos estos textos el Mesías se sitúa en el mismo plano que los antiguos reyes de Israel. Su reinado ocupa un puesto en el marco de las instituciones teocráticas, pero se comprende de una manera muy realista que acentúa el aspecto político de su función.

II. Los OTROS EMPLEOS DE LA PALABRA «UNGIDO»

1. Los «ungidos de Yahveh» en sentido lato.

La unción divina consagraba a los reyes con miras a una misión relativa al designio de Dios sobre su pueblo. En sentido amplio, metafórico, el NT habla a veces de unción divina en casos en que sólo se trata de una misión que cumplir, sobre todo si esta misión implica el don del Espíritu divino. Ciro, enviado por Dios para liberar a Israel de la mano de Babilonia, es calificado de ungido de Yahveh Is 45,1, como si su consagración regia lo hubiese preparado para su misión providencial. Los profetas no eran consagrados para su función con una unción de aceite; sin embargo, Elías recibe la orden de «ungir a Eliseo como profeta

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