ANÁLISIS DE LA OBRA DESDE EL PUNTO DE VISTA DE LA REALIDAD NACIONAL QUE AUN PERSISTE AUNQUE DE OTRO MODO (ASPECTOS ECONOMICOS SOCIALES: POBREZA, EXPLOTACION, EMPLEO, DISCRIMINACION ETC.)
Enviado por juanelectron32 • 27 de Octubre de 2015 • Trabajo • 2.227 Palabras (9 Páginas) • 297 Visitas
Autor: CESAR VALLEJO MENDOZA
TUNGSTENO
Edición: Agosto de 1987, Nueva Biblioteca Peruana
Edición Editorial Inca S.A.
Lima – Perú
ANÁLISIS DE LA OBRA DESDE EL PUNTO DE VISTA DE LA REALIDAD NACIONAL QUE AUN PERSISTE AUNQUE DE OTRO MODO (ASPECTOS ECONOMICOS SOCIALES: POBREZA, EXPLOTACION, EMPLEO, DISCRIMINACION ETC.)
1.-RESUMEN SUSCINTA DE LA OBRA
Don Cesar Vallejo Mendoza nos presenta lo acotado en la realidad en los primeros años del siglo XX en las Minas, que puede ser cualquier Mina del Perú, donde se observa el abuso, la prepotencia y el desarraigo de los derechos humanos. Asimismo observa el gamonalismo en pleno, el trabajo forzado, la concepción de la política errada y los cargos públicos y la economía basado en la explotación del mineral denominado Tungsteno.
2.-ANALISIS DE DIFERENTES ASPECTOS DE LA REALIDAD NACIONAL
2.1.-REALIDAD SOCIOECONÓMICA : Encontramos el abuso del mas poderos en la escala social a los campesino, tal como por ejemplo los denominados SORAS (indígena lugareño) a quienes se les quitaban sus propiedades, haciéndose los primeros ricos a costa de los mas pobres. Se abusaba de la ignorancia de los soras
Los soras eran ignorante del sistema occidental imperante en las ciudades, mas un del sistema económica, tal como que no sabían como funcionaba el sistema económico, el valor de la moneda o el papel del dinero como medio de cambio: “…los hogares lo necesitan para comprar alimentos y las empresa par apagar las materias primas…” [1], si no veamos este párrafo
-¿Ya tienes dinero?
-¿Que es dinero?
El obrero respondió paternalmente, haciendo sonar los bolsillos de su blusa:
-Esto es dinero. Fíjate. Esto es dinero. ¿Lo oyes? …
Dijo el obrero esto y saco a enseñarle varias monedas de níquel. El sora las vio, como una criatura que no acaba de entender una cosa:
-¿Y que haces con dinero?
-Se compra lo que se quiere. ¡Que bruto eres muchacho¡(p.50)
En otra ocasión para reafirmar su desconocimiento o ignorancia del sistema, en una operación de compra venta sucedió lo siguiente
-Véndeme una llama para charqui-
Entregado era el animal, sin que se diese y ni siquiera fuese reclamada su valor. Algunas veces les daban por la llama una o dos monedas, que lo recibía para volver a entregar al primer vendió y a la menor solicitud. (p.51)
Ello no comprendía el valor de cambio por lo que se generaba el abuso que se traducía en el despojo de sus propiedad, tal como sus tierras o chacras por los saqueadores del Perú que siempre han existido en todos los tiempos, los que hicieron fortuna en forma impía y que hoy sus herederos se gestan de ser emprendedores exitosos y modelos de empresarios, sin salir a luz, que el origen de su riqueza fue el abuso la explotación de indígena y del obrero peruano; situación que de una u otra manera subsiste en la actualidad en el Perú.
Ello con mayor precisión de observa en el dialogo
-Véndeme tu chacra del lado de tu choza-les digo un día en el bazar, aprovechando de la fascinación en que estaban sumidos los soras ante las cosas del bazar.
-¿Qué dices taita?
-Que me des tu chacra de ocas y yo te doy lo que quieras de mi tienda.
-Bueno Taita.
La venta , o , mejor dicho ,el cambio, quedo hecho. En pago del valor del terreno de ocas, José Marino le dio al sora una pequeña garrafa azul, con flores rojas.
-¡cuidado que lo quiebras¡. le dijo paternalmente Marino (p.53)
Etc.
2.2.-REALIDAD ECONÓMICA LABORAL: Esto apreciamos en las contratas abusivos del enganchador bajo la aquiescencia del hacendado, “usando el oro como cebo, el enganchador le ofrecía trabajo, pintándoles sus beneficios en la forma más atractiva. El indio ilusionado por la perspectiva inmediata de recibir una importante suma de oro, generalmente aceptaba la oferta y firmaba el contrato…”[2]. El contrato era un contrato por demás desproporcionado y “leonino”, mas aun, se reglaba como locación de servicios[3] y tenia connotación penal si no se cumplía, de tal manera que colindaba con el trabajo forzado, viéndose una forma inhumana de captar al personal obrero o peón dado las formas como los enrolaban a través de un contrato engañoso; dándole adelantos que nunca iban a pagarse por las condiciones creadas por los enganchadores, en la que era casi imposibles pagarlos, eso se refleje ahora en los prestamos financieros de los Bancos que cuando solo paga el mínimo de la deuda básica, esta se convierte en un eterno pagar y pagar, ya que se paga los interés y la deuda principal continua debiéndose. En este caso el peón indígena lo paga con el trabajo forzado y desde luego se convertía en eterno esclavo del trabajo forzado.
Porque en el Perú y particularmente en la sierra a los obreros les hacen cumplir los patrones sus contratos civiles, valiéndose de la policía. La deuda del obrero es coercible por la fuerza armada, como si se “socorre”, es decir, cuando vende su trabajo, comprometiéndose a darlo en la fecha mas o menos fija a las empresas industriales, nacionales o extrajeras y no llega a darlo en la fecha estipulada, es perseguido por las autoridades como un criminal. Una vez capturados, y sin oír defensa alguna de su parte, se le obliga, por la fuerza, a prestar los servicios prometidos, es en pocas palabras, el sistema de trabajo forzado. (p.106)
ETC.
2.3.-REALIDAD POLÍTICA: La distribución de cargos a “dedo”, sin criterio de eficiencia si no de llenar favores políticos, compadrazgo, falsa amistad; en desmedro de la sociedad y o ciudadanía.
Esto se manifiesta en la figura del Sub Prefecto Luna, un funcionario público oscuro, que permanecía en el cargo por largo tiempo que el autor traduce en lo siguiente:
El subprefecto Luna poseía una ejecutoria administrativa larga y borrascosa, Capitán de gendarmes retirado, seductor y jugador, disponía de un ingenio par la intriga extraordinaria. Nunca, desde hacia diez años, le falto puesto público. Con todos los diputados, ministros, perfectos y senadores, estuvo siempre bien. Sin embargo a causa de su crueldad no duraba en los puestos. (p.106)
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