Abogados tinterillos y huizacheros en el mexico del siglo XIX
Enviado por dross2892 • 19 de Abril de 2016 • Ensayo • 2.167 Palabras (9 Páginas) • 637 Visitas
ABOGADOS, TINTERILLOS Y HUIZACHEROS EN EL MÉXICO DEL SIGLO XIX
El autor nos manifiesta apenas comenzando el libro, cual es la gran diferencia entre los abogados, que son los tinterillos y Huizacheros, términos en los cuales nos manifiestas, que los primeros son conocedores del derecho, y que los segundos y los terceros, son simplemente gente que a mi entender no es apta para resolver los problema de litigio que se daban en el tiempo en el que Hernán Cortes está en plena colonización de lo que hoy es México.
Primeramente nos habla de la solicitud que hizo Cortes al rey Carlos V, en el cual le solicita que no exista la figura del juez en la tierra nueva, esto debido a que no quiere que exista ningún tipo de conocimiento por parte de los indígenas, primeramente se le hizo caso total a su petición, pero veremos después que fueron implementados lo jueces en México, es aquí cuando se dan cuenta los Virreyes del error que cometieron, debido al número de procesos presentados en los tribunales que solo pensaban resolver, las disputas generadas entre los españoles con la clase indígena, pero esto derivo a que existirán diversos tipos de peleas en los cuales también se encontraba, la disputa entre los indignas con indígenas, con mulatos, la Corona en ese momento tenía un cumulo de expedientes enormes, ya que los mestizos, indígenas y el pueblo en general buscaban soluciones por medio de los tribunales de ley.
Ahora bien existían diversos tipos de abogados los cuales por lo general defendían a los pobres y a los presos, pero es aquí donde existía y se desvirtuaba todo el asunto, ya que los mismos abogados no se daban abasto por el número de litigios, es aquí cuando comienzan a entrar los tinterillos, los cuales creyentes de ellos mismos de dar una buena asesoría legal, simplemente incitaban a la gente al conflicto.
EL TITULO DEL ABOGADO
Primeramente se hacía un designación de los abogados, personas que se creía podían defender a otras, con los conocimientos que ellos gozaban, estos litigios ya eran llevados por una Suprema Corte de Justicia de la Nación, o tribunales superiores de estado, nos hace mención de que los abogados solo fueron asignaos en México y en Guadalajara pero que posteriormente fueron asignados a todos los estados.
La obtención del titilo de abogado era similar a la de nuestros tiempos, se requerían ciertos grados académicos de los cuales, pudiéramos decir que lo mínimo requerido era el bachillerato, de aquí se desglosaban los títulos universitarios así como los doctorados, situación en la cual ese grado de estudios solo era obtenido por los que daban grandes aportaciones las cuales eran reguladas por el Colegio de abogados de México.
Los cambios que hubo en la organización judicial, en los planes de la educación profesional y la agitación política.
Presenta discusiones relacionadas con la profesionalización del derecho, existentes desde finales del siglo XVIII y que adquirieron actualidad luego de ser instauradas instituciones judiciales republicanas que buscaban un sistema eficiente y al alcance de la sociedad. En ellas se debatía sobre el lugar que ocupaban abogados letrados, así como escribanos, tinterillos quienes actuaban de manera informal en la órbita de la práctica del derecho.
El artículo muestra que estos últimos personajes fueron claves para la recepción, aplicación, adecuación, negociación o resistencia velada de valores, procedimientos, formas y rituales jurídicos en ámbitos locales. Aunque contaban con una preparación empírica que les permitía oficiar informal, y a veces formalmente en trámites judiciales, operaban dentro del sistema judicial sin formación profesional o título que les sirviera de respaldo.
Al parecer figuraban poco políticamente, tenían relativo reconocimiento y valoración social, pero resultaban claves para la puesta en práctica, reformulación, contención o rechazo de algunas normas del ordenamiento judicial en ámbitos locales. En su práctica cotidiana e informal con el derecho y la ley, pusieron límites a la instauración y funcionamiento del sistema judicial republicano y, en general, obstaculizaron intentos de modernización del Estado.
DESAUTORIZACIONES Y PERSECUCIONES
Hubo serias consideraciones para limitar el número de abogados que muestran las formalidades, es entonces cuando se pensaba en los años veinte y treinta había un número muy grande de abogados, así como de doctores, por si no vemos bien las cosas advertimos había muchos quienes por costumbre de urgencia.
Figuras sacadas de la realidad de aquellos años ilustres, nos hacen comprensibles testimonios legislativos y críticos de la época, la figura de abogados prudentes están inspiradas en Francisco Modesto, y Juan Rodríguez, los dos personajes que los inspiraron eran poblanos, estudiosos y conocedores del derecho novohispano y tenían relaciones con las clases altas y con la iglesia, eran hombres reposados en los agitados días de su siglo.
Francisco modesto era un prestigiado abogado que cuyo estudio elaboro Manuel Payno. A este ilustre abogado se le conocer porque era bueno para la máxima defensa en cuestiones penales, pero no era muy querido en los tribunales ya que su defensa era muy cerca.
Ahora bien existían otro tipo de abogados de los cuales se presumía que eran gritones de los cuales, eran temidos ya que a pesar de no tener mucho conocimiento estaban llenos de astucia de la cual podían sacar una gran ventaja y de la cual se consideraba que podían llegar a tener un alto mando.
Ahora bien cuáles eran los diversos problemas que se le podían presentar a los abogados en estos tiempos, primeramente era que los servicios que manejaban en estos tiempos eran relativamente caros, es aquí donde vuelven a entrar los tinterillos, aquellas persona que se aprovechaban del pueblo y de los diversos golpes de estado que se presentaban en esos días, problemas que afectaban a los verdaderos abogados debido a los riesgos que corrían estos.
Antonio López de Santa Anna fue el primer presidente de México en darse cuenta que los tinterillos y Huizacheros solo querían un descontrol para los juzgados y tribunales, ya que como era la costumbre solo se dedicaban a gritar y a provocar una agitación enorme y comenzó una purga para que se pudieran librar de ellos.
Valentín Gómez Farías también colaboro tratando de hacer una total erradicación de aquellos tinterillos, pero para esos tiempos existían otro tipo de uniones en las cuales los pueblos indígenas estaban totalmente asociados y marcaron una pauta llamada las guerra de castas, las cuales estaban conformadas por los indígenas, los cuales solo se dedicaban a extorsionar a la gente, cometer asaltos en la carretera y cualquier tipo de disturbio.
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