Acto 25 De Mayo Representado
Enviado por gerasar • 13 de Noviembre de 2012 • 4.049 Palabras (17 Páginas) • 894 Visitas
Historia Argentina
Todo parece indicar que el 25 de mayo de 1810 amaneció lluvioso y frío. Pero la "sensación térmica" de la gente era otra . Grupos de vecinos y milicianos encabezados por Domingo French y Antonio Beruti se fueron juntando frente al cabildo a la espera de definiciones. Algunos llevaban en sus pechos cintitas azules y blancas, que eran los colores que los patricios habían usado durante las invasiones inglesas.
Allí están los cabildantes dispuestos a rechazar las renuncias, aduciendo que la Junta no tiene facultades para negarse a aceptar un poder que les confirió el pueblo. Los capitulares apelan a los comandantes militares para hacer respetar lo resuelto y “contener esa parte descontenta”. De no hacerlo, ellos serán los responsables “de las funestas consecuencias que pueda causar cualquier variación en lo resuelto.
(Beruti agita al pueblo)
Mientras esto ocurre adentro, la Legión Infernal vuelve y ocupa la plaza entre una gritería.. Apenas el Cabildo remite a la Junta el oficio por el cual rechaza las renuncias de sus miembros, muchos entran en la Sala , y Beruti proclama allí, como representante
de la gente reunida en la plaza, que el pueblo “disgustado y en conmoción”, no está dispuesto a aceptar a Cisneros como Presidente de la Junta y menos como jefe de todas las fuerzas.
- No vamos a permitir que continúen con esto! No queremos mas a un español en el gobierno! (se retira)
Pero los cabildantes, confiados todavía en el apoyo de las fuerzas militares, no llevan demasiado el apunte a esas advertencias. Una vez más, citan a los comandantes para que se presenten a las nueve y media de la mañana a ratificar el prometido apoyo a la Junta. Esta vez los comandantes asumen una actitud diferente, y la mayoría de ellos señala “que el disgusto es general en el pueblo y en las tropas” por la designación de Cisneros, hasta el extremo de que ellos no pueden contener esa opinión generalizada pues se exponen a que los tachen de sospechosos. “El pueblo y las tropas – añaden - están en una terrible fermentación". Según los jefes militares, es preciso adoptar con tiempo las medidas que prevengan la realización de actos seguramente funestos para la paz de la ciudad.
-(Saavedra abre la notebook y dice) Sres, por twitter me avisan que nuestras tropas no están dispuestas a derramar sangre del pueblo. Tenemos que hacer algo!
Entretanto, la gente reunida en la plaza atruena con sus gritos y golpea las puertas con violencia exigiendo “saber lo que se trata”. El Cabildo no tiene más remedio que rever sus medidas. Comunica entonces a la Junta que no queda otra solución que la separación de Cisneros. Pero esto ya no es suficiente. Representantes de los reunidos en la plaza entran nuevamente al Cabildo y manifiestan que el pueblo ha resuelto reasumir la autoridad que el 22 depositó en dicho cuerpo, y exige que se constituya una Junta con los candidatos que en esas momentos presentan: Saavedra, como Presidente; Castelli, Belgrano, Azcuénaga, Alberti, Matheu y Larrea como vocales; Paso y Moreno como secretarios.
(entra Beruti)- Sres, aquí les traigo una lista que hemos confeccionado; queremos que esta gente se haga cargo del gobierno de aquí en adelante! Es voluntad del pueblo y no vacilaremos en defenderla! (muestra el papel)
(toma uno la hoja)- Qué es esto? Cómo presenta así la lista de candidatos? Tiene que ser en tinta azul y letra imprenta, no cursiva! vayan a la computadora, háganla de nuevo y tráigala como corresponde! Si no es en color azul la tinta, cualquiera puede fotocopiarla y hacer una truchada después. Qué insolencia!
Se retira un poco B y suena el celu: Si, está todo listo? French, prepará la gente con las armas que si no sale bien, se arma la bronca…. Si andá repartiendo las cintas entre los nuestros así nos es mas fácil conocernos….. chau… sí llámame cualquier cosa…. Que no tenés mas crédito? Mandame un sms entonces… qué bárbaro. (se va)
El petitorio se hace en un marco de desorden, en medio de gritos acompañados de violencia. En esos momentos llega a la Sala Capitular la renuncia definitiva de Cisneros.
La plaza está ahora desierta. Es ya pasado mediodía, la hora de la siesta tradicional, y los revolucionarios porteños se han retirado de la plaza. Viendo esto, algunos piensan que todo se calmó y pretenden no escuchar las exigencias del pueblo.
Esto colma la paciencia de los pocos exaltados que permanecen en, la plaza, bajo la llovizna.
(entra B.) Caballeros, basta ya de contemplaciones! Hasta aquí hemos sido prudentes. Si no escuchan al pueblo, no queda mas remedio que tomar las armas, y uds serán responsables de lo que pase.
Los capitulares lo comprenden y se dan cuenta de que no queda otro camino que acceder a todo lo que se pide. El Cabildo aprueba entonces la petición.
Entonces Saavedra lee el acuerdo: (pide el micrófono y dice): la Junta debe velar por el orden y la tranquilidad; el Cabildo velará por la conducta de los vocales y, previo conocimiento del pueblo, los podrá remover si no cumplen con su deber; también tendrá la facultad de designar los reemplazantes por impedimento de alguno de los miembros; por otra parte, se limitan las atribuciones de la Junta para establecer impuestos sin aprobación previa del Cabildo.
(pueblo festeja)
La ceremonia. se lleva a cabo rápidamente, con el protocolo indispensable. Los miembros de la Junta pedida e impuesta por los criollos se disponen a jurar. Saavedra, antes de hacerlo, manifiesta que acepta el cargo de Presidente “sólo por contribuir a la tranquilidad pública y a la salud del pueblo”. Luego, juran, en su orden, los demás miembros.
Al terminar la ceremonia, Saavedra promete “mantener el orden, la unión y la fraternidad”. Asomado al balcón del Cabildo, repite lo mismo ante “la muchedumbre de pueblo que ocupaba la Plaza”. De allí, en un marco multitudinario, entre repiques de campanas y salvas de artillería, los miembros de la Junta se trasladan al Fuerte, mientras arrecia una lluvia torrencial que les sirve de excusa a los capitulares para evadir la ceremonia de cumplimentar a las nuevas autoridades.
Historia Argentina
Todo parece indicar que el 25 de mayo de 1810 amaneció lluvioso y frío. Pero la "sensación térmica" de la gente era otra . Grupos de vecinos y milicianos encabezados por Domingo French y Antonio Beruti se fueron juntando frente al cabildo a la espera de definiciones. Algunos llevaban en sus pechos cintitas azules y blancas, que eran los colores que los patricios habían usado durante las invasiones inglesas.
Allí
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