Al Pueblo Nunca Le toca

Al Pueblo Nunca Le Toca

En este texto se describe la vida de dos personajes, quienes eran afines con los dos partidos políticos tradicionales en Colombia, el Partido Liberal, y el Partido Conservador, ambos creían que cuando el partido político de sus aspiraciones logrará gobernar la situación del país mejoraría. Este texto también trata sobre los típicos hábitos de la vida cotidiana de un par de amigos que debatían sobre las cuestiones políticas de Colombia, en Bogotá.

El autor hace un indiscutible análisis social principalmente de los nexos de la politiquería de los partidos políticos tradicionales con la utilización dominante del poder gubernamental, que estaba encabezado por algunos pocos favorecidos.

También en el texto aparecen otras situaciones importantes como el crecimiento de las construcciones, los adelantos tecnológicos, y las transformaciones culturales de la nación a lo largo de los años. Además se elabora un recuento histórico de la evolución de Colombia en 80 años aproximadamente, hay observaciones analíticas a nivel político y social, y todo parte de la descripción de la cotidianidad de los estratos bajos, y de los estratos altos, haciendo una combinación entre humor y tragedia de lo que se desarrolla en la vida común de un habitante colombiano por aquellas épocas.

Con este libro se demuestra que el tiempo pasa y los gobiernos de los diferentes partidos solo se intercalan por periodo, sin que se note algún cambio significativo para el pueblo que siempre mantiene la ilusión y la alegría de ver cambios.

Cuando Alfonso López Michelsen estaba en periodos de elección, conformando el Partido Liberal que prometía ser un movimiento revolucionario, dijo alguna vez “Ahora le toca al Pueblo”, esta frase proponía una rebelión que exigía su rol en la democracia nacional. Sin embargo al concluir tantas propuestas esta frase se altera entregando como consecuencia la frase, “Al Pueblo Nunca Le Toca”, simplemente porque los habitantes de estratos bajos no tienen la amplitud monetaria y cultural que anuncian los estratos altos.

Los principales personajes del libro son Baltasar y Casiano, dos amigos que prácticamente desde la adolescencia analizaban ardientemente la forma como ocurrían los hechos públicos de los partidos políticos de sus preferencias con el objetivo de quedarse en el poder.

La historia que se cuenta en un periodo de más de 50 años, ya que empieza en 1918 y finaliza en 1978, describiría las prácticas políticas de Colombia con la mirada de estos dos sujetos que son humildes, que hacen parte de las clases bajas, y que al narrar la historia señalan que el poder siempre se encuentra en manos de los estratos altos, y que por esa misma razón al pueblo jamás se le formalizaran las propuestas de trasformación y desarrollo. El eje principal de la historia gira entorno a Baltasar Riveros, y Casiano Pardo.

Ambos se desarrollan y habitan en el centro de la política nacional, Bogotá, que en ese periodo era una población pacifica que recompensaba su retardo tecnológico con la educación y el pensamiento, no en vano a Bogotá se le denominaba la Atenas Suramericana.

Todas las controversias de Baltasar y Casiano rodaban alrededor de lo que denominaban el “Gran Circo Político Colombiano”. Para el año de 1918, Colombia estaba gobernada por la Hegemonía Conservadora, asunto que ponía en apuros a Baltasar, porque él anhelaba tener en el poder a los liberales para que el pueblo pudiera gobernar.

En esos tiempos el presidente era Marco Fidel Suarez, quien fue elegido por voto popular y le ganó las elecciones a Guillermo Valencia.

Después de eso el presidente fue el también conservador Pedro Nel Ospina, cuando Baltasar se enteró de esto, compró el periódico “El Nuevo Tiempo”, recortó la imagen del nuevo presidente y se metió al baño a renegar del nuevo gobernante de Colombia. La Hegemonía Conservadora agradaba mucho a Casiano, quien siempre se mofaba de su compañero Baltasar.

A pesar de que las conversaciones entre los dos amigos empezaban de manera cordial, terminaban siempre ofendidos por no coincidir en sus gustos políticos.

Casiano siempre le decía a Baltasar que el pueblo “es un rebaño de indios analfabetos, de obreros ignorantes y desnutridos, y empleados impotentes”. Después de oír esto, Baltasar siempre se levantaba y se iba ofendido por la verborrea de Casiano.

Casiano también afirmaba “el pueblo es un rebaño manso y sumiso, que esta manejado por pastores audaces e inescrupulosos que son los políticos de uno y otro partido, que hacen con el pueblo lo que le dé la gana”.

Cuando el libro finaliza ambos compañeros admitieron que aquellas frases de Casiano siempre eran correctas, una razón más para argumentar porque al pueblo jamás le tocaría. Para el año de 1930, empieza a desarrollarse en Colombia la Hegemonía Liberal.

Baltasar era un convencido de que al suceder esto, era la oportunidad para que el pueblo obtuviera el poder.

En los años en que Alfonso López Pumarejo era presidente, Baltasar, confiado en que las cosas mejorarían, va a la oficina del mandatario con el objetivo de que cumpliera sus propuestas. Pero a pesar de la emotividad de Baltasar, Pumarejo fue descortés, y sarcástico, de esta forma ignoró a su seguidor.

Después de eso llegaría el fin de la Hegemonía Liberal en 1946.

Los 40’s eran épocas en donde Jorge Eliecer Gaitán, un político liberal, se concretaba como aspirante presidencial. Gaitán era la imagen de optimismo para Baltasar, y para muchos ciudadanos de las clases populares.

En sus alocuciones utilizaba oraciones confortables como: “Hay que procurar que los ricos sean menos ricos, para que los pobres sean menos pobres”, lamentablemente Gaitán jamás dio la manera de resolver esta frase.

Gaitán muere en 1948, liquidado por poderes escondidos de las clases privilegiadas y esto produce el Bogotazo, fecha funesta para Bogotá. Los dos amigos, Baltasar y Casiano observaron los hechos de manera pasiva.

Baltasar, quien estaba limpio de toda acción ya que no participo de ninguna manera en lo acontecido, casi es llevado para la cárcel por subversivo, porque estaba entre la multitud que estaba destrozando todo lo que tuviera a su alrededor, edificios, casas, carros, sin contar que querían destruir todas las edificaciones gubernamentales para suprimir todos los pasados judiciales.

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