Alberto Durero

Alberto Durero

Albrecht Dürer o Alberto Durero es nacido en Nuremberg, actualmente Alemania. Fue una figura muy importante del Renacimiento en Europa, donde realizó una enorme influencia como transmisor de las ideas y el estilo renacentistas, a través de sus grabados ya que fue en el ámbito donde más destaco. Su formación la realizo en una escuela latina y adquirió conocimientos sobre pintura y grabado a través de su padre, orfebre, y de Michael Wolgemut, un pintor destacado de la ciudad donde nació.

Al terminar sus estudios, Durero realizó un viaje, que lo llevó a diversas ciudades de Alemania y a Venecia en1494, ciudad a la que regresaría entre 1505 y 1507 y en la cual recibió las influencias de Mantegna y Giovanni Bellini, además de aprender los principios del humanismo al igual realizó una investigación sobre las proporciones anatómicas para tener unos mejores resultados en sus obras. Cuando contrajo matrimonio abrió un taller en su Nuremberg natal, donde se dedicó a la pintura y sobre todo al grabado.

En esta época realizó las series de grabados El Apocalipsis, La Gran Pasión y la Vida de la Virgen, convencionales en cuanto a temática pero revolucionarios por a lo que se refiere a su concepción y su complejidad técnica. Las figuras, plenas de expresividad, son esculturales y están definidas por una multitud de detalles. Esta minuciosidad es precisamente uno de los rasgos destacados del estilo de Durero.

Durante toda su vida se dedicó a la investigación sobre el retrato, en especial se inclinaba más por el retrato masculino. Su técnica se veía influenciada por la pintura flamenca la que consistía en breves apuntes de pluma y dibujos a punta de plata sobre papel estucado, dibujos a carboncillo así como oleos sobre tabla. Con estas técnicas desarrollo y dio a notar sus enormes habilidades en la realización de los pequeños detalles, esto lo hace uno de los más grandes retratistas de la historia.

Su fama se extendió tanto que fue nombrado pintor de corte del emperador Maximiliano I en 1512 donde le realizo retratos de carácter, animados por la riqueza y variedad de las texturas, que rivalizan en perfección con los Autorretratos, quizá lo más conocido de su obra pictórica.; también Carlos I lo reclamó para que le hiciera grandes obras.

Entre los años de 1513 y 1514 Alberto Durero realizaba grabados en pequeños formatos referentes al tema de la religión. Fue en esta época donde realizó sus tres más grandes obras. Son tres planchas de un tamaño prácticamente similar, y sus títulos son “El caballero, la muerte y el diablo”, de 1513 (250*190mm.); “San Jerónimo en su estudio”, de 1514 (247*188mm) y “MelancolíaI” de 1514 (239*189mm).

En los últimos años de su vida, Durero se centró en la realización de un retablo para su ciudad natal la que se conoce como Los cuatro apóstoles. Esta obra, tiene grandes dimensiones y un

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