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Antecedentes De La Indepencia De Mexico


Enviado por   •  28 de Octubre de 2014  •  2.024 Palabras (9 Páginas)  •  228 Visitas

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En nuestro país se festejan varios acontecimientos importantes y uno de ellos es la Independencia. En el Presente Trabajo hablare acerca de ella, este trabajo ha sido pensado para complementar los conocimientos sobre la historia de México en torno a ese relevante suceso, y la manera en que han fluido para conformar la nación democrática que ahora somos. Ya que este suceso impulso a la construcción del México actual.

El conocimiento de este importante acontecimiento de la historia de nuestro país es porque a medida en que puedes comprender los sucesos y las transformaciones históricas, se facilita que desarrolles tu identidad como mexicano, y te percibas como un protagonista de la historia y te sientas responsable y satisfecho de tu participación como miembro de la sociedad. Este trabajo busca despertar el interés por conocer el pasado, así como propiciar que comprendas las reflexiones acerca de su impacto en la vida tanto de las personas de la nación y que percibas la importancia que tiene el hecho de compartir valores costumbres e ideas, entre otras cosas.

Independencia de México.

La Independencia de México fue la consecuencia de un proceso político y social resuelto por la vía de las armas, que puso fin al dominio español en los territorios de Nueva España. La guerra por la independencia mexicana se extendió desde el Grito de Dolores, el 16 de septiembre de 1810, hasta la entrada del Ejército Trigarante a la Ciudad de México, el 27 de septiembre de 1821.

El movimiento independentista mexicano tiene como marco la Ilustración y las revoluciones liberales de la última parte del siglo XVIII. Por esa época la élite ilustrada comenzaba a reflexionar acerca de las relaciones de España con sus colonias. Los cambios en la estructura social y política derivados de las reformas borbónicas, a los que se sumó una profunda crisis económica en Nueva España, también generaron un malestar entre algunos segmentos de la población.

La ocupación francesa de la metrópoli en 1808 desencadenó en Nueva España una crisis política que desembocó en el movimiento armado. En ese año, el rey Carlos IV y Fernando VII abdicaron sucesivamente en favor de Napoleón Bonaparte, que dejó la corona de España a su hermano José Bonaparte. Como respuesta, el ayuntamiento de México —con apoyo del virrey José de Iturrigaray— reclamó la soberanía en ausencia del rey legítimo; la reacción condujo a un golpe de Estado contra el virrey y llevó a la cárcel a los cabecillas del movimiento.

A pesar de la derrota de los criollos en la Ciudad de México en 1808, en otras ciudades de Nueva España se reunieron pequeños grupos de conjurados que pretendieron seguir los pasos del ayuntamiento de México. Tal fue el caso de la conjura de Valladolid, descubierta en 1809 y cuyos participantes fueron puestos en prisión. En 1810, los conspiradores de Querétaro estuvieron a punto de correr la misma suerte pero, al verse descubiertos, optaron por tomar las armas el 16 de septiembre en compañía de los habitantes indígenas y campesinos del pueblo de Dolores (Guanajuato), convocados por el cura Miguel Hidalgo y Costilla.

A pesar de que inicialmente tuvo éxito, la rebelión de Hidalgo no sobrevivió mucho tiempo. A partir de 1810, el movimiento independentista pasó por varias etapas el cura fue capturado por las fuerzas realistas y ejecutado en Chihuahua en 1811, y los sucesivos líderes fueron puestos en prisión o ejecutados por las fuerzas leales de España. Al principio se reivindicaba la soberanía de Fernando VII sobre España y sus colonias, pero los líderes asumieron después posturas más radicales, incluyendo cuestiones de orden social como la abolición de la esclavitud. El liderazgo del movimiento pasó a otro sacerdote, José María Morelos y Pavón, quien, en 1814, proclamó a México como república independiente de España y abolió la esclavitud. Un año más tarde Morelos y su ejército fueron derrotados por las fuerzas reales bajo el mando de Agustín de Iturbide, un general criollo. La revolución continúo bajo el liderazgo de Vicente Guerrero, quien encabezaba un ejército comparativamente pequeño.

La revolución española de 1820 afectó a la rebelión de México. Hacia 1820, sólo quedaban algunos núcleos rebeldes, sobre todo en la sierra Madre del Sur y en Veracruz.

La rehabilitación de la Constitución de Cádiz en 1820 alentó el cambio de postura de las élites novohispanas, que hasta ahí habían respaldado el dominio español. Al ver afectados sus intereses, los criollos monarquistas decidieron apoyar la independencia de Nueva España, para lo cual buscaron aliarse con la resistencia insurgente. Agustín de Iturbide dirigió el brazo militar de los conspiradores, y por su cuenta propia se reunió con Guerrero en 1821 y ambos firmaron un acuerdo por el cual unieron sus fuerzas para llevar a término la independencia. Su plan, conocido como Plan de Iguala, estableció posteriormente tres garantías mutuas: México sería un país independiente gobernado por un monarca español; la religión católica sería la oficial y única del país, y los españoles y criollos tendrían los mismos derechos y privilegios. El virrey no tomó ninguna medida en contra de Iturbide y fue obligado a renunciar por parte de la fracción que se oponía a la independencia. El último virrey de la Nueva España fue Juan O'Donojú quien, a su llegada a México en julio de 1821, aceptó el Tratado de Córdoba, reconociendo la independencia de México.

Tras esto, Nueva España se convirtió en el Imperio Mexicano, En 1822 Iturbide fue proclamado emperador con el nombre de Agustín I. Diez meses más tarde fue depuesto por una rebelión dirigida por Antonio López de Santa Anna, su anterior colaborador. Se proclamó la república y Guadalupe Victoria se convirtió en el primer presidente. México, sin embargo, no estaba preparado para la repentina democracia. Comenzó un conflicto entre los centralistas y los federalistas

Vicente Guerrero, líder liberal, llegó a ser presidente en 1829, pero fue asesinado en 1831 por fuerzas dirigidas por el líder político y militar Anastasio Bustamante. Una rebelión siguió a otra hasta 1833, cuando Antonio López de Santa Anna, un centralista que era muy popular dentro del ejército, fue elegido presidente. Poco después de su llegada al

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