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Análisis de la película LEDC


Enviado por   •  11 de Septiembre de 2014  •  Resumen  •  1.167 Palabras (5 Páginas)  •  199 Visitas

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En LEDC es precisamente el padre del director, Fausto Cabrera, quien interpreta a Jacinto, un anarquista español que se convierte en el principal agitador de la Casa Uribe. Su figura es crucial en el desarrollo de la trama pues sus propuestas políticas de lucha se distancian tanto de las vías legales a través del Estado en las que cree el abogado de la comunidad, como de la lucha armada, el vanguardismo y la organización vertical que representa un militante comunista que reside en el mismo edificio. Jacinto aboga por un plan aparentemente utópico: expropiar los materiales de la construcción y trasladarlos a un solar de la periferia urbana. Independientemente de que ese utopismo se pueda asociar con nitidez a alguna de las corrientes del anarquismo (o del "socialismo utópico" como fueron despectivamente calificadas por los "socialistas científicos"), el plan es abrazado por todas las facciones del colectivo de inquilinos y se convierte en el objetivo estratégico, en la materialización de su posible victoria frente a la propiedad.

Los escuetos datos biográficos del director nos indican su fuerte vinculación con las luchas revolucionarias en Colombia (de impronta comunista-maoísta en el caso concreto de la guerrilla del EPL), pero también un cierto desapego de las mismas acercándose más a formas de protesta que no comporten la violencia armada, más locales, más comprensivas de la diversidad social que, necesariamente, se halla implicada en ellas. La imaginación, la creatividad y el desafío simbólico a las autoridades y a las élites gobernantes, no son las armas más utilizadas por las guerrillas de cariz comunista que Cabrera conoció en primera persona. Por ello el recurso a una cierta imagen utópica del anarquismo y su restitución en tanto que vía revolucionaria alternativa a las guerrillas comunistas en boga en Latinoamérica, sugiere una ampliación y cuestionamiento del repertorio clásico de luchas en las organizaciones de izquierda. Como señala Ferrer (2006: 66) "la idea anarquista sobrevive porque en las significaciones que ella absorbe se condensa el malestar humano causado por la jerarquía. Sin embargo, para la mayoría de las personas, el anarquismo, como saber político y como proyecto comunitario, se ha ido transformando en un misterio."

Siguiendo el precepto del organizador comunitario Saul Alinsky, el ridículo es también un arma poderosa para que los pobres puedan mostrar al rey desnudo y suscitar la risa y la insumisión de los súbditos: "El humor es esencial para el éxito de una táctica ya que las armas más poderosas conocidas por el hombre son la sátira y el ridículo. (...) El sentido del humor es incompatible con la aceptación total de cualquier dogma o de cualquier fórmula de salvación religiosa, política o económica." (Alinsky 1971: 104) Aunque tampoco el anarquismo clásico se ha destacado por sus estrategias creativas de lucha, lo cierto es que su desafío a las instituciones dominantes, a las religiones y a cualquier organización social autoritaria, ha permeado a muchos de los movimientos sociales que desde 1968 hasta el movimiento antiglobalización han recurrido a formas de cooperación, resistencia y desobediencia civil como “una de las bellas artes” (ver, por ejemplo, Grupo autónomo a.f.r.i.k.a 2000, Notes from Nowhere 2003, Villasante 2006).

Como señala Sánchez Noriega (1996: 147), “[LEDC] vertebra la historia sobre tres ejes: un sentido popular que hace que el espectador empatice pronto con los vecinos de la casa; el humor que atempera el drama de las gentes sin hogar; y la crítica social presente al poner sobre el tapete el problema de la vivienda de gentes que han vivido durante años como inquilinos.” Según la

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