Apología De Sócrates

Ensayo. Apología de Sócrates

Cristóbal Díaz A.

La apología de Sócrates es una verdadera innovación en la forma de plantear un discurso, involucrando a una audiencia, para que incida a nivel de jurado, es hacer una sola conciencia respecto de un solo tema. En la que se juega con la lógica, planteando que una verdad y otra verdad, deben hacer una tercera verdad que tiene el carácter de irrefutable.

El planteamiento filosófico que entrega Sócrates y la manera consecuente con que afronta aun la injusticia por la que se le condena, hace considerar las cosas como todo único que no permite el análisis de fraccionado de la obra de Sócrates.

Sócrates asume su defensa, negando a Jantipa la rogativa que realiza aludiendo la necesidad de contratar un abogado, dice que no puede hacer el bien procurando el mal. A través de la mayéutica cual judoca toma los argumentos de su contraparte y con esos mismos envuelve a su acusador para hacerse de la defensa que requería mostrándole a la audiencia su inocencia a través de la boca de quien lo acusara con palabras que no le pertenecían a él, sino a su acusador. Es inconmensurable a nuestra época concebir que a una persona se le condene a muerte (por lo menos en nuestra cultura) por proveer de conocimiento a los jóvenes. Pero la forma en que Sócrates demuestra que el sí cree en dioses, porque se le acusó también que él no creía en dioses, y él dice, yo no creo en tus dioses, lo que difiere en que yo no crea en dioses, al momento de mostrarle el sol y preguntarle a su acusar annito si lo ve, a lo que él responde sí, lo veo. Entonces sería una contradicción decir que no cree en dioses cuando todos pueden apreciar sus obras.

Sócrates imparte acerca del respeto que se le debe a la ley. Lo que en consecuencia significa que se debe aceptar es decir aceptar toda clase de consecuencias que sean producto de estas, aun cuando sean en contra nuestras convicciones internas.

La forma de comunicar que empleó Sócrates fue serena y pasiva, él mismo dice que no necesita palabras complejas para mostrar a los jueces la verdad, sino que con hablar con la verdad basta, es más. Sócrates está tan convencido de lo que hace es correcto y justo, que alude al momento en que fue soldado y defendió a Atenas en la guerra, donde estuvo dispuesto a dar la vida por defender una causa, obedeciendo las palabras de un hombre, hoy su trabajo no puede ser distinto porque lo que está obedeciendo es la orden de un dios.

Sócrates cree firmemente que el dios del oráculo le ha otorgado una tarea la cual debe cumplir, la cual es hallar la verdad y cooperar a las personas en hallar la suya propia.

Respecto al encontrarse con la muerte el planteaba que no había motivo de temerle, dado que nadie la conocía y él no era otra cosa que un tremendo curioso.

Cuándo uno de sus alumnos le pregunta por qué no dedicarse a la política manejándola

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