Apoyo Norteamericano A Las Dictaduras Latinoamericanas
Enviado por laly2001 • 9 de Diciembre de 2012 • 2.157 Palabras (9 Páginas) • 588 Visitas
La intervención estadounidense en favor de las dictaduras latinoamericanas.
Los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial fueron muy convulsionados en el mundo entero. Durante ese período se registraron cambios y movimientos revolucionarios en distintas dimensiones: política, en el arte, en la cultura, en las relaciones internacionales, etcétera. Estos movimientos tenían en común su rebeldía frente al autoritarismo y al poder (político, económico, social), cuestionanando lo establecido.
En América Latina, estos movimientos tenían en común su postura “antiimperialista”, su oposición al poder que los Estados Unidos ejercían sobre la región. Muchos de estos movimientos planteaban un cambio radical del sistema socio-económico, porque el capitalismo dependiente que caracterizaba a la mayoría de los países latinoamericanos había demostrado ser fuente de desigualdades económicas, injusticias sociales y escaso y desigual desarrollo productivo. En oposición, el socialismo aparecía como un modelo justo, equitativo, atento a las dignidades humanas.
La Revolución Cubana constituyó un gran impulso para estos movimientos. En la isla, tras algunos años de guerrilla rural liderada por Fidel Castro y Ernesto Che Guevara, entre otros, habían logrado derrotar al ejército de la dictadura de Batista, tomar el poder declarando el carácter socialista de la revolución, y todo esto a escasos kilómetros del imperio. Cuba se convertiría en el espejo en la que los revolucionarios latinoamericanos querían mirarse, porque veían en el socialismo un orden social justo, anhelado y, a partir de la revolución cubana , posible en el continente.
En el resto de Latinoamérica los golpes de Estado y las prácticas autoritarias y represivas de las clases dominantes confirmaban que no estaban dispuestas a ceder sus privilegios económicos y políticos motivo por el cual la lucha armada se constituyó siguiendo el ejemplo cubano, como un camino viable y necesario para la toma del poder sino.
Durante este proceso existió una profunda división en el seno de la Iglesia Católica y sus seguidores destacándose la ubicación ideológica de las cúpulas eclesiásticas, su alineamiento y el aval otorgado por las mismas a los regímenes militares en la lucha contra el comunismo, así como el compromiso hacia las necesidades del pueblo expresados por el Movimiento de Sacerdotes por el Tercer Mundo y la Teología de la Liberación, ubicados en el polo opuesto del espectro político.
Luego del Concilio Vaticano II , realizado a principios de la década del 60 , un pequeño grupo de obispos difundieron un documento denominado "Manifiesto de los Obispos del Tercer Mundo " , que tuvo gran influencia en Latinoamérica y que era era una interpretación de la encíclica "Populorum Progressio" , que ubicaba al socialismo como el sistema político mas próximo a la moral y considerando que la revolución era un medio apto para promover el Bien Común , tal como lo entendió el sacerdote colombiano Camilo Torres ,quien pasó a la lucha clandestina en la espesura sudamericana . Todos estos conceptos dieron lugar a la llamada "Teología de la Liberación "
A fines de 1967, monseñor Alberto Devoto , obispo de Goya quien recibió, el Mensaje de los Obispos se lo envió al padre Miguel Ramondetti (proximo al Partido Comunista) quien realizó una masiva distribución del documento entre el clero regular y obtuvo algunas adhesiones a las ideas allí se desarrollaban conformándose así el "Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo " que adhería y profundizaba el mensaje, promocionado por unos pocos sacerdotes y seminaristas (algunos de los cuales estuvieron íntimamente ligados con el accionar revolucionario posterior) quienes proponían la alineación con el socialismo de Latinoamericana a través de un proceso revolucionario armado.
Durante la década del '60 surgieron en Latinoamérica sistemas autoritarios que poseen elementos comunes a pesar de la diversidad de realidades de los países del continente.
Estos sistemas consolidaron la militarización de la sociedad y la política, y se dieron en el marco de la reacción impulsada por Estados Unidos de Norteamérica ante la Guerra Fría y la Revolución Cubana, implementando lo que se denominó la “Doctrina de la Seguridad Nacional”. Esta doctrina postulaba que las democracias occidentales no solo estaban amenazadas por un enemigo externo, el bloque socialista soviético, sino también por uno interno, representado por todos los partidos y organizaciones de izquierda.
Frente a esta amenaza ya no resultaban eficaces las tácticas y estrategias de la guerra convencional , fueron necesarios nuevos métodos de contrainsurgencia (lucha antiguerrillera, infiltración, técnicas de interrogatorio), métodos gestados en los Estados Unidos y utilizados por la mayor parte de los ejércitos latinoamericanos.
En 1962, el presidente John F. Kennedy lanzó la Alianza para el Progreso, plan que intentó ofrecer resistencia al avance del “comunismo” por medio de inversiones y desarrollo económico en los los países latinoamericanos. Consideraban que tenían la “misión” de ayudar a proveer seguridad a las naciones en desarrollo que “genuinamente necesitan y piden nuestra ayuda porque para una sociedad que se está modernizando, seguridad significa desarrollo y sin desarrollo, no puede haber seguridad....” como lo sostenía el secretario de Defensa de Kennedy, Robert Mc Namara. El objetivo de este plan era evitar que América Latina siguiera el ejemplo de la Revolución Cubana por medio de ayuda económica y social a la región. El plan prometía mejorar las condiciones sanitarias, ampliar el acceso a la educación y a la vivienda, controlar la inflación e incrementar la productividad agrícola mediante la reforma agraria. De llevarse a cabo este plan, los países recibirían un aporte económico desde los EEUU.
Durante el gobierno del sucesor de Kennedy, Lyndon Johnson,se desarrollaron los planes de intervención en los países latinoamericanos, a través de los militares preparados para la “lucha anticomunista” en la Escuela de las Américas en Panamá, imponiéndose en la región regímenes militares adictos quienes, agitaban el fantasma del comunismo. Los ejércitos de América de Sur debían expandir su rol interno, su misión era la de salvaguardar la nación, lo que las llevaría a asumir el control del Estado para asegurar la unidad de la Nación y el cumplimiento de su destino de gran país.
La Doctrina de Seguridad Nacional tiene dos vertientes, una de origen norteamericano y la otra de origen francés con la experiencia tras las derrotas en las guerras de independencia de Indochina
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