Aristoteles
Enviado por Gabriel9214 • 10 de Marzo de 2015 • 8.633 Palabras (35 Páginas) • 236 Visitas
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Revista
Acta Académica
Universidad Autónoma de Centro América
Aristóteles
Guillermo Malavassi-Vargas
Las filosofías de Platón y de Aristóteles marcan actitudes netamente distintas, cuyo profundo influjo se prolonga en la historia del pensamiento, hasta nuestros días. Y seguirá.
Se trata de dos espíritus y dos actitudes diferentes ante la realidad. No cabe armonizarlos, porque resulta mezcla absurda.
El esfuerzo extraordinario de Platón queda invalidado por el uso de método equivocado y la aceptación de premisas sin fundamento. Aristóteles adopta método diferente, basado en la realidad, que comprendió como pocas personas, y alcanzó así valiosos resultados. Aristóteles en cierto modo retorna al método socrático en su verdadero sentido ascendente, partiendo de la realidad de los individuos sustanciales del mundo físico. Sobre ellos construye las ciencias en el orden lógico hasta alcanzar, por pasos bien fundados, la única realidad trascendente que es Dios. Revaloriza la experiencia sensible, combinada con firme confianza en el poder universalizador de la razón, fundamentos de su vigoroso realismo.
Platón es brillante, con lo que ha atraído a muchos. Pero Aristóteles, más sencillo, alcanza mayor sabiduría en el conocimiento de la realidad.
Increíbles vicisitudes acompañan la influencia de estos filósofos a lo largo de los siglos. La recuperación y entrada de las obras de Aristóteles a Europa es un caso asombroso. Y los hombres han hecho sus preferencias a lo largo del tiempo...
En el plano moral y político, el siglo XX se cargó de platonismo. En algún sentido todo el comunismo y, en general, el totalitarismo pueden hallar fundamento en Platón. Hay un afán pernicioso de que el Estado (En Platón la Polis) sea gobernada perfectamente por hombres perfectos, lo que resulta en un sistema inhumano: eugenésico, lleno de mentiras para poder actuar así, de comunismo de hijos, padres, mujeres y otros bienes. De permisos para poder casarse, tener hijos. De sometimiento a cincuenta años de enseñanza para poder ser gobernante. Y otras cosas así de "platónicas", es decir, aparentemente perfectas, pero irreales y deshumanizadoras.
Aristóteles discrepó de su maestro. También en el plano moral y político.
Baste recordar, en síntesis, el concepto aristotélico de la vida feliz, que aúna ética y política, a partir del admirable carácter racional-social del hombre: necesita de otros y disfruta con ellos y así por naturaleza vive en la Polis: sociedad dinámica perfecta, cuya finalidad es no el simple vivir, sino el vivir bien (la calidad de la vida), las buenas acciones, por lo que la ciudad ha de ser feliz y próspera. Ello, por supuesto, siempre que se entienda que [...] "es imposible que les vaya bien a los que no obran bien, y no hay obra buena, ni del individuo ni de la ciudad, fuera de la virtud..." Aristóteles coloca la política bajo la salvaguardia de la ética, al establecer que la virtud es el fin y el ideal a que debe aspirar la Polis.
Conviene que el siglo veintiuno renazca aristotélicamente. El aristotelismo mejora a los hombres. Y con él debe ir su gran seguidor, intérprete y admirador Tomás de Aquino, que lo descubrió, tradujo e interpretó 17 siglos después de muerto, enriqueciendo para siempre el Occidente. Juntos forman una profunda fuerza del pensamiento humano.
Eso merece el mundo: filósofos de primera categoría.
VIDA
Aristóteles nació en Estagira (hoy Stavró). Fue hijo de Nicómaco, médico de Amintas II, rey de Macedonia, originario de Messenia, y de Phaestis o Féstide, procedente de Calcis (Eubea). Durante su infancia vivió probablemente en Pella, residencia de la corte de Macedonia. Perdió sus padres siendo aún muy niño, y quedó a cargo de su tutor, Próxeno de Atarneo, quien a los diecisiete años (368) lo envió a Atenas para completar su educación. Ingresó en la Academia de Platón, permanaciendo en ella veinte años, hasta la muerte de su maestro (348-7). Las pretendidas desavenencias entre Aristóteles y Platón son invenciones de época muy posterior. Admitiendo como posibles ligeras discrepancias doctrinales, sus relaciones se mantuvieron dentro de la mayor cordialidad. Platón estimaba extraordinariamente a su discípulo, a quien llamaba "el lector" y la "mente de la escuela".
Bien fuese por rivalidad con Espeusipo, sobrino de Platón, a quien éste dejó la dirección de la Academia, o por la exaltación del sentimiento antimacedónico después de la caída de Olinto, instigado por la elocuencia de Demóstenes, Aristóteles se ausentó de Atenas junto con su amigo Jenócrates, refugiándose en Assos, en la costa de Misia (Tróade). Allí se reunieron con otros platónicos, como Erasto y su hijo Corisco de Skepsis, constituyendo un grupo que puede considerarse como filial de la Academia.
Permaneció en Assos tres años (347-344), entablando estrecha amistad con Hermías, señor de Atarneo y Assos, que había logrado crear un pequeño Estado independiente y que compartía con Filipo el ideal de una unificación helénica para luchar contra el poderío persa. Aristóteles contrajo matrimonio con Pythia, sobrina e hija adoptiva de Hermías, de la que tuvo una hija, a la que puso el mismo nombre de su madre. Hermías fue derrotado por los persas y crucificado (341). Al morir envió a sus amigos este mensaje: "Decidles que no he hecho nada indigno de la Filosofía". Aristóteles le dedicó un epitafio en verso.
De Assos pasó a Mitilene, en la isla de Lesbos, donde permaneció en compañía de Jenócrates y Teofrasto desde 344 a 342. En esta fecha aceptó la invitación de Filipo de Macedonia para que se encargara de la educación de su hijo Alejandro, que contaba entonces trece años. Con este objeto pasó a Pella y a Mieza, consagrándose a la formación de su regio discípulo. Alejandro fue asociado al trono en 340 y sucedió a su padre en 336, iniciando poco después sus fulgurantes campañas contra el imperio persa (batalla del Gránico en 334).
Alejandro reedificó Estagira, destruida por Filipo en 348 y le enviaba a su naestro material para sus estudios de Historia natural y grandes cantidades de dinero para sus investigaciones (se cita la cifra elevadísima de 800 talentos). Pero esas relaciones se enfriaron después de la muerte de Calístenes, sobrino del filósofo, que acompañaba a Alejandro como historiógrafo (327), y que Aristóteles nunca le perdonó.
Es probable que Aristóteles formase a su discípulo
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