Arnau De Vilanova

El texto propuesto en clase para analizar es de Arnau de Vilanova, llamado La salud y las seis cosas no naturales, son diversos capítulos extraídos del régimen de salud que Arnau de Vilanova redactó en 1307 para el rey Jaume II de Aragón, Regimen sanitatis ad regem Aragonu.

Los capítulos pertenecen a la sección que Arnau dedica a las seis cosas no naturales, res non naturales, son así, las cosas que no se refieren a lo que es la naturaleza de cada individuo, pero son necesarias para la vida sana. Tales ditas en Opera Medica Omnia de Arnaldus (de Vilanova), quien nos dice que éstas, pertenecen “al verdadero régimen sanitis, pues aunque la intención del autor es la de insistir en torno a los factores que influyen en la salud de la vista, la verdad es que el resultado es mucho más amplio.”

Texto original en latín, fue traducido al castellano con la presente traducción de Juan Cruz Cruz basada en otra traducción al castellano del siglo XVII por Jerónimo de Mondragón.

“Es evidente que en el régimen sanitatis Arnau de Vilanova es un fiel galenista” – nos dice el libro Actividad física y salud – refiriéndose a él como propulsor de ejemplares de antiguos médicos romanos, pues no se sujeta a una progresión rigurosamente prefijada, “sino que recorre las diversas edades de la vida, desde la infancia hasta la vejez, exponiendo el régimen más adecuado para cada una de estas etapas y prestando una especial atención a la gimnástica.”

El escrito expone el proceso de envejecimiento como consecuencia de la perdida de calor natural y de los desequilibrios humorales, y para evitarlo, Arnau sugiere una vida adecuada basada en la moderación y en evitar cualquier exceso – objetivo conseguido, según el autor, manteniendo la fuerza de la mente y el calor natural del cuerpo – ya que la piel no se arrugaría al no producirse desecación. Estos términos son expuestos en el libro La vejez a debate donde nos presenta a Arnau de Vilanova como “su obra supone un giro evidente respecto de los regimina anteriores”.

Resumen

El presente texto propuesto podríamos resumirlo en varios capítulos. El primero nos habla de la elección del aire y lugares para conservar la salud y alargar la vida. Nos dice que para ello, lo principal es la elección del aire, pues “pues entrando por la boca y narices con la respiración que hacemos se encamina al corazón y mete por las arterias, con todas sus buenas y malas calidades, y por entre las arterias mezcla con los espíritus corazón, de quien todas las fuerzas de la vida corporal toman ser y perfeccionan”. También nos dice que el aire puro es provechoso para el ánimo ya que todas las operaciones del entendimiento se hacen cuanto más puro y bueno es el aire. Nos sigue citando cosas para alargar la vida como “procúrese que tenga el aire puro: porque con el tal viento, el cuerpo que es poroso fácilmente recibe daño con las repentinas alteraciones conviene el vestido de lino o seda, forrado de paño de algodón: porque la tal vestidura no hace inflamar ni acalorar la sangre y defiende muy bien el cuerpo”. En los aposentos tener agujeros y ventanas ya que para dormir es mejor que el aire no esté encerrado. Por otra parte, en verano estas ventanas deberán estar abiertas para que pase el viento, y en el invierno alegarse del fuego.

En el segundo capitulo nos habla de cuál y cuánto debe ser el ejercicio. Para ello, nos dice que para conservar la salud, debe hacerse el ejercicio. Y que éste es necesario hacerse antes de la comida “pero a los flacos comedores, con poco que hagan les basta; mas a los que mucho comen les es necesario que lo hagan mucho mayor y por el contrario”.

En el tercer capitulo nos habla del baño y de cómo lavarse “con él se reparan las faltas del ejercicio”. Por tanto, dice que le baño de la estuba conviene a los que no han hecho ejercicio o comido mucho para provocarles el sudor, mientras los otros, el baño de agua para sólo lavarse. “La cabeza lávese a lo menos de veinte en veinte días, no se lave más de una vez cada semana y no sea con el Stuffe: estuba también en catalán”.

El cuarto capitulo nos habla de la orden de comer, el cual dice, que no coman hasta que la hambre se les despierte, “porque la naturaleza de los miembros no abraza lo que no apetece, antes bien lo echa de sí, como a cosa superflua”. Así, comer cuando la naturaleza lo apetece. Evitar la variedad de los manjares en la mesa ya que los “gustillos de los sabores” incitan a comer más. Asimismo, que se beba siempre que el cuerpo lo pida, que es en teniendo sed verdadera.

En el quinto capitulo nos habla del dormir y velar. “Por disposición y orden de naturaleza, después de haber tomado el cuerpo el mantenimiento debido, conviene que se aquiete, repose y duerma”. Asimismo, añade como para los filosofos, la mejor hora para la refección del cuerpo, para conservar su salud, es la de la tarde.

En el sexto capitulo nos habla de exelir las superfluidades del cuerpo, aquí, nos dice que has de tener cuidado de limpiar el cuerpo de las superfluidades que en él se han acrecentado. “El coito, asimismo, el cual es ordenado para conservación y provecho de la naturaleza, no debe usarse sino después de haber dormido lo necesario y hallándose el cuerpo templado”.

En el séptimos capitulo, y ultimo, nos habla de de cómo se han de llevar los accidentes y pasiones del ánimo. Nos dice que la ira y la tristeza alteran el cuerpo. “Porque la ira inflama y enciende todos los miembros y, por el ardor y encendimiento del corazón, todos los actos de la razón se escurecen y perturban; por lo cual se deben evitar sus ocasiones, si no es, en cuanto pide la razón, que nos enojemos contra las cosas no debidas”. “La tristeza, por el contrario, resfría el cuerpo y le deseca; y, por el consiguiente, le acarrea y causa al que la tiene que venga a enflaquecer y secarse, y

...