Arquitectura misional del noreste.
Enviado por leyrel • 17 de Marzo de 2016 • Documentos de Investigación • 1.057 Palabras (5 Páginas) • 1.055 Visitas
ARQUITECTURA MISIONAL DEL NORESTE
La conquista y pacificación norteña en Aridoamérica represento mayores problemas declarándosele como tierra de guerra viva ante la resistencia de las tribus del semidesierto; tal estado de cosas motivo que “los presidios y los poblados defensivos llegaron a ser base de la estrategia militar española en el gran chichimeca”.
Monterrey fue objeto de tres diferentes fundaciones: la de Alberto del Canto, la fundación Carvajalina bajo el nombre de San Luis Rey y la de Diego de Montemayor en 1956. Las tribus chichimecas se resistieron a las entradas de los incursores que pretendían hacer piezas para su ulterior esclavización, generando un estado de guerra permanente.
Las tribus de la religión fueron renuentes a la aceptación del trabajo y formar parte de una organización social estructurada en términos sedentarios a la usanza colonial.
La Labor misionera fue igualmente importante, los aborígenes se negaban rotundamente a tratar con los jefes militares insistiendo en cambio en hablar con los frailes. Tambien fue cuantioso el numero de misioneros muertos a mano s de los indígenas.
Fueron los franciscanos los que mas tempranamente y en mayor numero misionaron en el noreste, profesando tanto en su labor piadosa para con los indios de la región, como administrando la fe a los pobladores de las nuevas fundaciones y de las ya establecidas.
La consolidación de la conquista del noreste ocurrio con la colonización del Nuevo Santander a cargo de Jose de Escandon durante el tercio medio del siglo XVII y XVIII para la permanencia de las nuevas fundaciones y los repueblos de las mas tempranas. Las fundaciones misioneras crecieron y se multiplicaron.
La factura de los primeros edificios fue pobre: adobe, piedra o latas para sus muros y palma para las cubiertas. Conforme se gana permanencia y se logran recursos, se hacen mejoras materiales o bien nuevos edificios. Hasta nuestros días permanecen ciertas estructuras que conservan las líneas de sus formas arquitectónicas de origen, o escasamente modificadas, permitiéndonos entrar en dialogo con la obra de aquellos frailes-arquitectos.
Tal dialogo con nuestra arquitectura misonal se inicia cuando nos plantamos frente a la mison de San Bernardo en villa de guerrero Coahuila. Edificio robusto de planta en cruz latina a una nave desplantada en dirección poniente-oriente en relación al nártex y el ábside.
El recinto destinado a la sacristía se encuentra conectado al brazo derecho del crucero, en tanto que el baptisterio se ubica a la izquierda del acceso principal, localizándose a su derecha otro espacio para un propósito indefinido, flanqueando al acceso, como si hubiesen sido pensados en termino de basamento para sendas, torres-campanario.
La estructura consiste en una inmejorable obra de sillería en la que se encuentran incorporados unos contrafuertes de generosas proporciones en espera de recibir un empuje de una bóveda a cañón corrido que nunca se construyo, ya que desde finales del siglo XVIII el padre Morfil dijo que era “un hermoso templo que pudiera lucir en cualquier otra población”. Es todo de piedra, de sillería y de bóveda estando ya en el cornisamento y próxima a concluirse. En efecto la misión nunca se concluyo, pero eso no obsta para dejar de admirar esa imponente estructura robusta y omnipresente en la llanura norteña junto al Rio Grande, en Coahuila.
Continua con la iglesia en San Carlos de Vallesillo, N.L. Esta mas tardía, data de la fundación Real a finales del siglo XVIII y muerta una arquitectura austera, rodeada en tres de sus costados por un atrio con piso de laja y barda perimetral de 1.60m de altura y sobre la cual permanecen las estaciones labradas en sillar de su viacrucis exterior.
Edificio bravo por sus fisonomía y proporciones, en donde su acceso mayor presenta la única muestra de adorno mediante un sensillisimo labrado en jambas, que sin remate superior se prolongan por sobre un arco de medio punto del acceso, puerta a dos hojas. La nave cuenta con únicamente dos ventanillas de reducidas proporciones, en tanto que la sacristía cuenta con una, que por el exterior se encuentra austeramente labrada en sillar. La estructura manifiesta su forma rectilínea pralepipeda, sin mas adorno que el estuco de arena y cal mamposteado sobre la piedra laja con la que fue construida, en tanto que el campanario fue resuelto mediante espadaña de tres arcos desplantada al piso, ubicada en el atrio y desincorporada al resto de la estructura. Edificio que ahí permanece, contextualizado con el solazo y el mezquital característico de la llanura.
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