Batalla De La Angostura
Enviado por maritza.ecr • 10 de Junio de 2014 • 1.958 Palabras (8 Páginas) • 386 Visitas
La Batalla de la Angustura, también llamada la Batalla de Buena Vista, por los norteamericanos, se realizó entre el 22 y 23 de febrero de 1847 durante el transcurso de la Guerra de Intervención entre los años 1646 y 1848 entre México y los Estados Unidos de Norteamérica.
La Batalla de la Angostura fue uno de los más importantes combates ocurridos durante la Intervención Norteamericana de 1847, en esta acción de guerra, las tropas de nuestro Ejército pusieron de manifiesto el valor que ha caracterizado desde siempre al soldado mexicano.
Hay que recordar que en las primeras décadas de vida independiente, México había pasado por una etapa de sucesivas confrontaciones armadas entre los diversos bandos, es decir potencias que buscaban el poder. Como consecuencia de esto, se contaba con muy pocos recursos económicos, no se tenía buen armamento ni equipo para el ejército. Al sobrevenir la invasión norteamericana, el General Antonio López de Santa Anna se dedicó a la tarea de organizar tropas que defendieran a la Nación.
Santa Anna planeaba retomar las fuerzas con el objetivo de atacar a los norteamericanos. Éstos, por su parte, al mando del General Taylor, tenían órdenes que permanecer en Monterrey, ya que parte de sus fuerzas se encaminaban a Veracruz bajo la dirección del Gral. Scott.
El ejército norteamericano al mando del General Taylor, tenían órdenes de permanecer en Monterrey, ya que parte de sus fuerzas se encaminaban a Veracruz bajo la dirección del Gral. Scott. Santa Anna se enteró de ello y decidió atacar, aprovechando la debilidad de fuerzas estadounidenses en el norte. De esta manera, debilitaría al enemigo y regresaría al centro para enfrentarse con las fuerzas de Winfield Scott en Veracruz.
Cuando Zachary Taylor supo que Santa Anna iba a su encuentro, estableció su ejército 30 kilómetros al sur de Saltillo y luego se colocó entre las montañas de Buena Vista
Pudo reunir en San Luis Potosí un total de 14, 000 hombres, que fueron equipados e instruidos en poco tiempo; con este efectivo salió hacia el norte del País. En cuanto a la artillería americana era en todo superior a la mexicana, mientras en cantidad de hombres en combate, México contaba con unos 22.000 en total, y los Estados Unidos tenían entre 5000 y 12000, según los diferentes historiadores.
Para alcanzar su objetivo, los soldados mexicanos tuvieron que soportar intensas nevadas y posteriormente atravesar las áreas desérticas de los estados del norte.
Finalmente tuvo lugar el encuentro con el enemigo, en un sitio del camino de San Luis a Saltillo llamado La Angostura, próximo a la hacienda Buenavista, cerca de Saltillo. Las tropas norteamericanas, al mando del General Zacarías Taylor, se habían posesionado de varias elevaciones y compensaban su inferioridad numérica con su armamento, muy superior al mexicano, sobre todo en artillería.
Durante el amanecer del 23 de febrero explotó la ofensiva. Santa Anna ofreció la capitulación al bando enemigo, argumentando que la superioridad en soldados mexicana hacía imposible que éste ganara la contienda.
Amontonadas en el centro las fuerzas mexicanas, embistieron contra el enemigo, intentando romper la línea defensiva enemiga y sin conseguirlo, y encontrándose en una lucha encarnizada.
“Las dos divisiones se acercaron una a otra: conociendo que la ocupación del cerro no era ya empresa fácil, y que no debía quedar sino en poder del vencedor, rompieron sus fuegos, trabando un reñido combate. Además de la oposición del enemigo, aquella eminencia presentaba por si misma obstáculos de consideración: el ascenso era casi perpendicular, de suerte que aun para subir el parque había penosas dificultades, siendo necesario valerse de mil arbitrios para superarlas.”
“Los cuerpos ligeros se baten con denuedo: el resto del ejército, simple espectador de la acción, sigue ansioso con la vista la dirección de los fuegos, luchando entre la duda y la esperanza.”
Posteriormente, sin ganancias evidentes para ninguno de los dos bandos, Taylor comenzó la retirada con sus soldados, escasos debido a que el resto de la división se preparaba para una segunda invasión en la que sí vencerían y los mexicanos se retiraron hacia Agua Nueva, adjudicándose la victoria.
Sus soldados se retiran; los nuestros coronan el cerro tenazmente defendido como intrépidamente ganado. Aun así, la batalla se realizó en un aparente empate táctico, finalizando el día sin inclinaciones decisivas para uno u otro ejército.
Amaneció el 23: la aurora de aquel día de grandioso recuerdo, fue saludada con las marciales dianas de los cuerpos: el general Santa-Anna estaba ya a esa hora a caballo dando sus disposiciones. El fuego de cañón comenzó: las tropas ocuparon sus puestos: la brigada del general Mejía pasó de la izquierda a la derecha del camino. La batalla se generalizó poco después, y como no hubo tiempo para repartir el rancho, los soldados pelearon todo el día sin tomar alimento. Y tras una carta de celebración religiosa.
Después del segundo combate, que sería entre las diez y las once del día, cayó una ligera llovizna: los soldados toman algún respiro, y a las doce vuelven a marchar de nuevo sobre las posiciones del enemigo. Habían vuelto ya a entrar entonces en batalla los zapadores y demás cuerpos, que estuvieron de reserva. El general Taylor, creyendo débil nuestra izquierda, hace avanzar algunas fuerzas en aquella dirección, las que hallan una resistencia invencible. La brigada de Torrejon carga sobre ellas, y pierde a sus mejores oficiales y soldados. La acción se generaliza: nuestra línea avanza
En aquellos instantes se suelta un fuerte aguacero: las tropas, muertas de cansancio, se detienen: el general Taylor, que ha 'tenido que retroceder de loma en loma, perdiéndolas todas después de una obstinada resistencia, se prepara a hacer el último esfuerzo antes de ceder enteramente la palma de la victoria pero la batalla ha cesado: la carga que se acababa de dar, fue el postrer empuje de nuestras fuerzas. EI enemigo no
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