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Batalla de jambeli


Enviado por   •  15 de Julio de 2022  •  Ensayo  •  2.290 Palabras (10 Páginas)  •  165 Visitas

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LA BATALLA DE JAMBELI

GM. ESP. ZARATE ROSILLO RAUL VICENTE

  • INTRODUCCION

La hora más oscura y la a honra más grande fue la defensa naval ecuatoriana en el conflicto de 1941,que significan no tanto el triunfo de modernas máquinas bélicas, sino el triunfo del espíritu de un grupo de hombres que en las peores circunstancias, sabe superarse y cumplir su deber con gallardía pese a las adversidades que Nuestro vecino invasor Perú atento contra nuestra soberanía y de esta manera procederemos con detalles sobre el conflicto bélico ocurrido en el canal de Jambeli, registrando la logística militar utilizada y los autores claves que nos dieron la victoria y así como también ver la contraposición de como Perú vivió este acontecimiento en la Historia.

  • DESARROLLO

El conflicto territorial ecuatoriano-peruano se viene dando partir de 1935 el Ejército peruano inició un proceso de avance sostenido dentro del territorio amazónico nacional. Ecuador, inmerso en una terrible situación política y militar apenas podía limitar el avance peruano.

Esta situación se agravó en 1940 cuando Perú creó el “Agrupamiento del Norte”, fuerza que contaba con 23466 soldados, dotados de abundante armamento moderno. A esta fuerza se unían escuadrillas de aviones de combate, así como una poderosa Fuerza Naval conformada por cruceros de batalla, destructores, cañoneros, patrulleros, lanchas torpederas y submarinos.

En contraste la fuerza armada ecuatoriana contaba con menos de 2000 hombres, tres aviones militares de entrenamiento desarmados y dos buques operativos el “Abdón Calderón” y el “Aviso Atahualpa”, de 57 y 15 años de antigüedad respectivamente. El comandante superior del Ejército ecuatoriano, coronel Francisco Urrutia, consciente de esto expresó “…el plan defensivo ha sido concebido contemplando que no disponemos de aviación ni marina y que solo podemos contar sobre un Ejército pequeño pero dotado de muchas cualidades espirituales…”

El 4 de enero de 1941 se registró el primer ofensivo de las fuerzas peruanas contra el puesto ecuatoriano “Corral Viejo” en la provincia del El Oro, una advertencia de lo que se avecinaba. Durante los seis meses venideros, los puestos militares orenses fueron constantemente atacados por fuerzas peruanas, particularmente los puestos militares que resguardaban el archipiélago de Jambelí frente a Puerto Bolívar, el único acceso libre a la asediada provincia.

En medio de esta incesante presión el 9 de junio la lancha “Machala”, encargada de asegurar el transporte de agua y víveres a los soldados en el Archipiélago fue atacada por lanchas artilladas peruanas. Ante esto el “Aviso Atahualpa”, dotado con un cañón y dos ametralladoras zarpó a puerto Bolívar llegando el 12 de junio, asumiendo la responsabilidad de aprovisionar las tropas ecuatorianas del Archipiélago, a la vez que resguardaba los accesos del mismo, donde barcos de guerra peruanos eran avistados a diario.

Entretanto, a fines de junio, el alférez de fragata Víctor Naranjo Fiallo tomó el mando del “Aviso Atahualpa”, y el teniente de fragata Rafael Morán Valverde asumió el mando del “Abdón Calderón”

El 1 de julio de 1941 un avión peruano atacó al “Aviso Atahualpa”, el cual repelió el ataque evitando ser destruido. Entretanto, en Guayaquil el personal de la Armada realizó todo los esfuerzos posibles para poner operativo el escaso armamento del “Abdón Calderón” (dos cañones y dos ametralladoras con sus respectivas municiones de más de 30 años de antigüedad). Sin embargo, al probar los cañones estos resultaron severamente averiados.

A pesar de ello, el 14 de julio el “Abdón Calderón” escoltó a la flotilla que transportó al batallón “Carchi” a Puerto Bolívar para reforzar a las fuerzas ecuatorianas que resguardaban la frontera retornando a Guayaquil, mientras el “Aviso Atahualpa” redoblaba esfuerzos patrullando el archipiélago de Jambelí, acosado por lanchas torpederas y aviones enemigos. Con ello se reveló el plan operativo naval peruano, asegurar el bloqueo del acceso marítimo por el canal de Jambelí a puerto Bolívar cortando todo apoyo a las acosadas tropas fronterizas ecuatorianas.

Al amanecer del 23 de julio de 1941 el “Aviso Atahualpa”, con base en Puerto Bolívar, fue atacado por cuatro aviones de guerra peruanos, desarrollándose un intenso combate donde el fuego de ametralladoras del buque ecuatoriano logró derribar a un avión enemigo poniendo en fuga a los demás.

El 24 de julio nuevamente la aviación peruana volvió a atacar al “Aviso Atahualpa”, a fin de evitar que el ataque aéreo destruyera los muelles de Puerto Bolívar. En una acción suicida el buque zarpó atrayendo la ofensiva de la aviación peruana. Pronto la tripulación luchó con todas sus fuerzas contra los aviones peruanos que los ametrallaron y bombardearon inmisericordemente sin lograr destruir el navío.

Así, pese al esfuerzo de la aviación peruana el “Aviso Atahualpa” rechazó todos los ataques. Llegó a Guayaquil la noche del 24 de julio ante la sorpresa general de la población, que daban por descontado la pérdida de la valerosa tripulación.

La desesperante situación de El Oro, desprovista de vías férreas y comunicaciones adecuadas, exigía hombres y armas que debían embarcarse en Guayaquil y navegar por el asediado canal y archipiélago de Jambelí hasta Puerto Bolívar. Rápidamente se formó una flotilla de tres buques civiles (“Olmedo”, “Daisy Edith”, “Pinta”) para transportar soldados, armas y alimentos mientras el averiado “Abdón Calderón” custodiaría a los tres buques con una orden clara, que los buques civiles lleguen a Puerto Bolívar a toda costa, incluso si para ello era necesario el sacrificio del “Abdón Calderón”.

A las 11 de la noche del 24 de julio las cuatro naves zarparon de Guayaquil rumbo a puerto Bolívar, en completa oscuridad y navegando junto a la costa tratando de evitar ser detectados por los buques de guerra peruanos que operaban en aguas ecuatorianas. Durante el viaje, los tripulantes del “Abdón Calderón” trabajaron sin descanso reparando los cañones del buque.

Entretanto, la Armada ecuatoriana despachó un avión de observación con misión de constatar la llegada de la flotilla nacional a su destino, lo que se produjo a las 8:30 del 25 de julio. Durante este vuelo de control y bajo la presión de la Fuerza Aérea peruana el avión evitó sobrevolar la Isla de Santa Clara, lo cual le impidió detectar la presencia del orgullo de la marina de guerra peruana: el destructor “Almirante Villar” de 1585 toneladas, dotado de potentes cañones navales, artillería antiaérea, ametralladoras y tubos lanza – torpedos, navegaba rumbo a Jambelí.

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