Bauhaus: El Rostro del Siglo XX

Bauhaus: El Rostro del Siglo XX

La Bauhaus fue la pauta para una revolución de diseño, donde los objetos que utilizamos a diario cobraron formas más simples y estéticas. Fue la institución encargada de impulsar el arte del diseño y la más importante en Europa. En palabras de su fundador Walter Gropius “la contribución de Bauhaus consistió en que desarrollamos lo que me gusta llamar una ciencia visual. Gropius fue un arquitecto alemán que servía a las fuerzas armadas en la Primer Guerra Mundial, y por mas más increíble que suene, soñó con convertir el caos de la maquinaría que lo rodeaba en herramientas domesticadas en beneficio del hombre: Al final de la Guerra tuvo la oportunidad de cumplir sus sueños, teniendo como encargo construir una escuela de arte, fue fundada en la ciudad de Weimar. Gropius tuvo la idea de juntar al hombre con la maquinaría para formar artistas y artesanos implementando talleres equipados con todo tipo de máquinas industriales como prensas y tornos. La escuela fue extendida a un teatro que se inauguró poco después de la fundación de La Bauhaus a los alrededores de la ciudad, donde el director de cine Oskar Schlemmer comenzó una era del arte fílmico con sus polémicos, extrañaos y perturbadores filmes, donde más allá de lo visual era el reflejo de varias formas del arte expresadas en forma de grabaciones con danzas y atuendos nunca antes vistos y adelantados a la época. Con la hiperinflación Alemania entro en crisis financiera, poniendo en juego el futuro de La Bauhaus ya que nunca fue popular en la ciudad de Weimar donde estaba situada, además de ser señalada como una institución comunista, algo muy grave en aquellos tiempos. Tras la victoria del Partido Nacional Socialista, la Bauhaus se vio obligada a cerrar sus puertas por el retiro del apoyo económico del gobierno. En 1925 La Bauhaus reabrió en la ciudad de Dessau, una ciudad más liberal e industrialmente más rica, la universidad se encargó de diseñar una pequeña comunidad conformada por pequeñas casas de interés social, totalmente económica pero sin perder sus comodidades principales, el proyecto fue financiado por el gobierno.
La Bauhaus entro en una guerra interna contra los nazis en la época de los 30´s, ya que los nazis con un idealismo socialista prefería los diseños rústicos y sólidos, compitiendo directamente con los productos de los talleres, llevando a una invasión de las tropas nazis para desmantelar y destruir la imagen comunista de la universidad. La Bauhaus abrió sus puertas una última vez en Berlín.

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