Biografia De Poder Krauze
Enviado por prisca2011 • 22 de Octubre de 2011 • 3.101 Palabras (13 Páginas) • 527 Visitas
En ocasiones y por diferentes circunstancias nuestros hijos, ya desde que comienzan a escribir, realizan una letra ambigua, desigual, borrosa…….Se corrige a base de práctica, pero en ocasiones cuesta más, en función de las características que posean sus “letras”. La escritura disgráfica es aquella que es prácticamente ininteligible, aquella que presenta dificultades para interpretarse o decodificarse.
La Disgrafía es un trastorno funcional, es decir, que no está causado por una lesión cerebral o sensorial, ni por una deficiencia intelectual, y que afecta a la grafía, es decir a la forma o trazado de las letras. Se comienza a hablar de ella a partir de los 6-7 años.
Es importante diferenciar entre las dificultades de escritura propias de una dislexia y entre dificultades de escritura específicas con alteración del mecanismo de la escritura.
En una disgrafía el factor de producción, que está relacionado con el output motor, es el que se encuentra alterado. En el OUTPUT motor intervienen diversas funciones: organización kinestésica o memoria de movimiento; organización motriz; coordinación motriz fina y la organización espacial.
Podemos clasificar la disgrafía en:
• Disgrafía motriz o caligráfica: Las dificultades que aparecen son como consecuencia de una motricidad deficiente. Se manifiesta en lentitud, movimientos gráficos disociados, inclinación defectuosa de las palabras y renglones, signos gráficos indiferenciados, ligamentos defectuosos entre las letras que conforman cada palabra , trastorno de la forma y del tamaño de las letras, manejo incorrecto del lápiz, y postura inadecuada al escribir.
• Disgrafía especifica: Aquí existe una mala percepción de las formas, desorientación espacial y temporal, trastornos de ritmo. Todo ello repercute en la motricidad fina. Por tanto la dificultad para reproducir las letras o palabras no responde a un trastorno exclusivamente motor.
Cuando las dificultades en las grafías no son funcionales sino que están causadas por otros problemas entonces hablaríamos de Disgrafía Secundaria o Disgrafía Sintomática (algunos de esos problemas serían deficiencia intelectual, deficiencia visual, deficiencia motórica, trastornos neurológicos).
El nivel de activación se refiere a la intensidad de la atención, es decir, a la habilidad que tiene el organismo para responder ante un estímulo determinado.
Los niños con dificultades de aprendizaje pueden tener estados de activación diferentes del resto de niños (más alta o más baja), lo que interfiere en el proceso de aprendizaje: les cuesta retener la información así como evocarla.
Para poder rendir adecuadamente todos necesitamos un cierto grado de tensión cuando nos planteamos un reto. Este nivel de tensión es diferente según cada individuo y para cada tarea.
En general, existe coincidencia entre los diversos autores sobre las características que lo delimitan. Para Loehr (1990), quien lo denomina estado ideal de rendimiento, "se caracteriza por una sensación de relajación y soltura, de calma, quietud interna, sin ansiedad o nerviosismo; una sensación de estar cargado energéticamente, de optimismo y actitud positiva..."l.
Una de las hipótesis más conocidas utilizadas para explicar la relación entre el nivel de activación (arousal) y rendimiento es la ley de Yerkes-Dodson o la hipótesis de la U invertida: la mejora del rendimiento, aumenta con el nivel de activación hasta un punto óptimo, pero más allá de este punto si la activación sigue aumentando empeora el rendimiento.
Alerta atencional.
Cuando estamos "alerta" de algo es porque tenemos que estar preparados para lo que nos devenga. En los niños con dificultades de aprendizaje, si no están "alerta", les afecta a la hora de obtener e incluso seleccionar la información relevante del ambiente.
Vigilancia.
La vigilancia es un caso especial de alerta atencional. Aquí la alerta debe mantenerse durante un período largo de tiempo para detectar un estímulo que se presenta de forma aleatoria durante un tiempo.
Los niños con dificultades de aprendizaje responden con mayor lentitud y realizan en ejercicios menos detecciones correctas que los niños sin estas dificultades.
Hemos agrupado las causas de la disgrafía en cuatro apartados:
1. CAUSAS DE TIPO MADURATIVO
Existen dificultades de tipo neuro-psicológico que impiden al niño escribir de forma satisfactoria. Cuatro factores que pueden provocar disgrafía son las dificultades de lateralización, los trastornos de eficiencia psicomotora, los trastornos de esquema corporal y de las funciones perceptivo-motrices y por último los trastornos de expresión gráfica del lenguaje.
Trastornos de lateralización
Al menos la mitad de los niños con disgrafía presentan dificultades de su lateralización. Los trastornos más frecuentes son el ambidextrismo, niños que emplean indistintamente la mano derecha o izquierda para escribir, o niños que, siendo diestros o zurdos, lo son de una forma débil y poco definida, la zurdería contrariada, siendo la escritura de éstos últimos estrefosimbólica, es decir, de derecha a izquierda.
Trastornos de deficiencia psicomotora
Se excluyen aquellos casos que presentan una afectación motórica intensa, como hemiplegias, paraplegia.
Podríamos agruparlos trastornos psicomotores en tres categorías:
• Niños con ligeras perturbaciones del equilibrio y de la organización cinética
y tónica.
• Niños con motricidad débil.
• Niños inestable.
En la práctica clínica se observan dos tipos de niños con motricidad alterada: los niños torpes motrices con una motricidad débil y con una edad motriz inferior a la cronológica, que fracasan en actividades de rapidez, equilibrio, sujetan defectuosamente el lapicero, la escritura es muy lenta y la postura gráfica es inadecuada, y los niños hipercinéticos, en cierto modo opuestos a los anteriores. Éstos niños se manifiestan desinhibidos e inquietos, su escritura se manifiesta por ser muy irregular en dimensiones, letras fragmentadas, trazos imprecisos, etc.
Trastornos del esquema corporal y de las funciones perceptivo-motrices.
Dentro de este apartado encontramos:
- Trastornos de organización perceptiva: alteración de la capacidad de integración viso-perceptiva, niños sin déficits sensoriales en el órgano de la visión, pero incapaces de percibir adecuadamente (confusión figura- fondo, tendencia a las inversiones de simetría, omisiones, etc).
- Trastornos de estructuración y orientación espacial: los niños presentan dificultades
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