Biografia De Santo Toribio De Mogrovejo
Enviado por greisssss4 • 28 de Noviembre de 2012 • 1.083 Palabras (5 Páginas) • 752 Visitas
BIOGRAFIA DE SANTO TORIBIO DE MOGROVEJO
Santo Toribio visitó innumerables poblados de su amplísimo territorio, uno de los más extensos y difíciles del mundo. A las visitas pastorales dedicó 17 de sus 25 años de obispo. Recorrió la hostil topografía peruana, desde Chachapoyas y Moyobamba hasta Nazca. Resumió sus itinerarios al escribir: “Mas de 5,200 leguas, muchas veces a pie, por caminos muy fragosos y ríos, rompiendo por todas las dificultades y careciendo algunas veces de cama y comida”. La caridad de Cristo lo impulsaba a administrar los sacramentos ya instruir a los fieles, a aliviarlos y ayudarlos.
Celebró hasta 13 sínodos. Fundó el Seminario de Lima (1590) y lo puso bajo la advocación de su patrono, Santo Toribio de Astorga.
Agobiado por los trabajos y la austeridad de sus penitencias, murió en Saña el 23 de marzo de 1606, Jueves Santo. Fue un infatigable misionero, gran organizador de la Iglesia sudamericana y denominado protector de los indígenas.
Beatificado por Inocencio XI en 1679. Canonizado por Benedicto XIII en 1726. En 1983 Juan Pablo II lo proclamó Patrono del Episcopado latinoamericano.
Su fiesta se celebra el 27 de abril.
OBRAS DE SANTO TORIBIO DE MOGROVEJO
La extraordinaria obra evangelizadora de este gran santo es prácticamente desconocida, incluso en el propio Perú cuya indeleble esencia católica tanto contribuyó a forjar, por lo cual conviene dar aquí una breve semblanza de ella.
Noble de estirpe y de alma
Nacido en 1538, noble de estirpe (emparentado a la casa de los Condes de Benavente) como de espíritu, el joven Toribio realizó con provecho estudios de filosofía y derecho en Valladolid y Salamanca. Aunque era un simple laico hizo fama de gran virtud y sentido de justicia, lo que movió al rey Felipe II a aprobar su nombramiento, en vísperas de doctorarse, para el tribunal de la Inquisición de Granada en 1574, y a proponerlo cuatro años después a la Santa Sede para el cargo de Arzobispo de Lima. Contaba entonces 39 años.
Al asumir en 1580 su vastísima diócesis —que con sus obispados dependientes comprendía desde Nicaragua hasta Chile— su noble largueza de vistas y su fervor apostólico se manifestaron en la convocación de los memorables Concilios Limenses, los cuales, aplicando las directrices del Concilio de Trento (1545-1563), imprimieron a la evangelización de todo el continente sudamericano el espíritu regenerador de la Contrarreforma, que aquel gran Concilio había traducido en pautas de acción. Santo Toribio es, pues, un santo de la Contrarreforma, un santo contrarrevolucionario.
¡Un millón de bautizados y confirmados!
Su celo por la conversión de los naturales fue inagotable, y lo impulsó a ordenar y supervisar la elaboración de un Catecismo Trilingüe (español, quechua y aymara) con múltiples ediciones, así como a recorrer varias veces, a pie o a lomo de mula, el territorio de su inmensa y abrupta diócesis que cubría prácticamente todo el Perú. Según refiere su fiel servidor y compañero de fatigas apostólicas Sancho Dávila, en tales viajes Santo Toribio “donde veía un indio, aunque fuera en un huaico que estuviese una y dos leguas cuesta abajo, bajaba a verlo y a saber si estaba bautizado y confirmado”. El propio santo refirió en carta al Papa Clemente VIII que en los primeros
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