Bosch Aurora La independencia de Estados Unidos

Las colonias en el siglo XVIII, Sociedades en proceso de crecimiento económico y cambio social acelerado

Las colonias inglesas (1720 y 1730) se dividían: Colonias del Norte, Colonias del centro y del sur. Las primeras eran agricultores, producían: grano y tabaco. También realizaban construcción de barcos, madera, aceite de ballena y extracción de cuero.

Las segundas eran prósperas, tenían tierras fértiles y su producción era granjera combinada con la agricultura.

Las colonias del sur tenían mayor relación con la metrópoli. La mano de obra acá era netamente esclava por las plantaciones de tabaco y añil (tinte azul).

Problemas.

El crecimiento económico de la primera mitad del siglo XVIII, elevó la movilidad social y las posibilidades de enriquecimiento, también consolidó el poder económico de las elites coloniales y aumentó las desigualdades de riqueza entre estás y el resto de la población.  Por otro lado, el acceso a la propiedad era muy difícil por lo que la demanda de tierra fue motivo de los distintos movimientos de protesta rurales que estallaron en el campo colonial desde 1740.

Las protestas sociales en el campo y las ciudades expresaban ya  el surgimiento de una ideología popular, que desafiaba el poder de la élite, exigiendo su participación en la política y cuestionando la distribución de la propiedad (Acá se habla de una conciencia regional, esto genera una ruptura). Este movimiento tiene carácter religioso,  es con como el  Gran Despertar, que fue Un refugio para los pobres de las iglesias:  Congregacionistas en Nueva Inglaterra, Congregacionista Luterana y holandesa en la Colonia centrales,  cuáqueros en Pennsylvania,  anglicanos  y católicos en el sur.

Así, el Gran Despertar desintegró la religión institucionalizada, dando paso a multitud de iglesias que compiten entre sí para captar fieles, abriendo camino a la separación Iglesia y Estado, qué se formalizará durante la Revolución de las constituciones de los estados y posteriormente en la Constitución Federal (1787).

En cuanto a lo político a mediados del siglo XVIII,   las colonias seguían ligadas a la metrópolis por la figura del gobernador, designado por la ley o propietario de la colonia. Pero por otro lado las colonias estaban habituadas a autogobernarse a través de sus órganos legislativos elegidos,  asambleas coloniales, liderados por sus propias élites (abogados, comerciantes, plantadores)  y a decidir sobre los asuntos internos de cada colonia.

Distribución de las colonias, ¿Quien dominaba el continente?

El tratado de Utrecht (1713-1714 ) puso fin a la guerra de sucesión española, supuso  el  fin de la hegemonía francesa y el principio de la hegemonía británica. Pero en América persiguió su política de desarrollo comercial y expansión colonial frente a los dos imperios que obstaculizaban sus objetivos:  Francia y España.  De esta forma a partir de 1713  todos  los conflictos Internacionales tuvieron resonancia en los territorios coloniales del norte de América o fueron estos territorios motivos de la guerra entre los imperios europeos, exigiendo así la participación de los colonos  en el esfuerzo bélico.

Se dieron diferentes conflictos por el control del territorio americano, la misma duró  nueve años en Norteamérica y su motivo fue la competencia por el control del  Valle  Ohio.

Por la paz de París (1763) todo el Canadá francés y la Florida española fueron cedidos a Gran Bretaña.  Francia, para resarcir a España de sus pérdidas le cedió la Luisiana y todos los derechos franceses al territorio situado al oeste de Mississippi. Francia desapareció de Norteamérica, lo que permitía a los colonos expandirse libremente por todo el norte y el oeste. Convirtiéndose así, Gran Bretaña en una potencia mundial que se extendía por Norteamérica, las indias occidentales y la India.

Las experiencias bélicas,  El desarrollo económico y los cambios sociales de la primera mitad del siglo XVIII, reafirmaron las particularidades que diferencian a las colonias de la metrópolis. Tenían una economía fundamentalmente agraria, incluso primitiva, pero muy capitalista y era una sociedad donde el racismo estaba institucionalizado. La cohesión y homogeneidad de las sociedades coloniales aumentaba por la religiosidad común, casi todas las iglesias eran protestantes, la alfabetización masiva y una relativa igualdad económica. Cabe destacar que la gran mayoría de la población blanca eran propietarios agrícolas, artesanos o tenderos y los colonos blancos en general gozaban de un nivel de vida y una participación en la sociedad civil muy superior a la europea.

 En cuanto a los colonos podían expandirse por su enorme territorio que ahora se extendía desde el golfo de México a la Bahía de Hudson y de los Apalaches al Mississippi en el Oeste. Pero la necesidad de británicas de administrar su creciente imperio norteamericano y de enjugar las deudas contraídas en la guerra Franco-India le obligaron a aumentar la imposición colonial. Este aumento de la de la tributación coincidió con la crisis económica colonial y provocó entre 1763 y 1775  la crisis fiscal, que llevaría primero a la rebelión y después a la Revolución y la guerra de la independencia.

Reorganización: medidas económicas.

Para pagar estos gastos y las deudas de guerra, no podían recurrirse ya al aumento de la tributación en Inglaterra, por lo que se implementó el aumento y la creación de impuestos a las  colonias: La ley del Azúcar, La ley de Moneda y la ley de Timbre.

La primera ampliaba la lista de productos coloniales que debían expandirse directamente a Gran Bretaña: el tabaco y el azúcar, se añadían las pieles, el hierro y la madera. Aumentaban los registros y finanzas que los comerciantes debían obtener, imponía arancel a los tejidos el azúcar el índigo el café y el vino importado a las colonias y llevaría a la importación legal de melazas y beneficiaría económicamente a la corona.

La opinión de los colonos eran muy distinta “por primera vez el parlamento había subido funciones de Aumentar los impuestos en las colonias, más que simplemente regular el comercio” ^[1]

Ese mismo año el parlamento aprobó la ley de moneda, que extendía a todas las colonias la prohibición de emitir papel moneda con lo que el dinero colonial perdió su valor, haciendo caer los precios y agravando así la crisis económica y monetaria de las colonias tras la guerra. Cabe destacar que esta crisis no era la expresión de los efectos de la guerra, sino que tenía como causa estructural la enorme dependencia de la economía americana del crédito británico. Para aumentar las ventas de las colonias, los financieros técnicos y escoceses ampliaron y diversificaron su línea de crédito con lo que contribuyó a la expansión económica colonial de mediados del siglo XVIII, pero también saturó el mercado de productos británicos y de algunos americanos, como el tabaco.

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