CHAMORRO_JOHANNA_CULTURA_MILAGRO_QUEVEDO

CULTURA MILAGRO QUEVEDO

Esta importante cultura fue estudiada primero por el arqueólogo alemana Otto Von Buchwald en el litoral especialmente en la provincia del Guayas quien le dio el nombre de Las Tolas debido a la numerosa cantidad de montículos de tierra hechos por los hombres de esta cultura sobre las sepulturas.

Posteriormente después de muchos años el ecuatoriano Emilio Estrada Ycaza la denomino Cultura Milagro-Quevedo por el hecho de haber hallado restos muy representativos de esta cultura en las cercanías de Milagro y Quevedo. Pero su extensión abarcó desde Esmeraldas hasta lo que actualmente es la provincia de El Oro.

El hombre de esta cultura era denominado Chono o Chimbo y se asentaron en territorios del sistema fluvial del Guayas abarcando sus dos grandes ríos el Daule y Babahoyo. Eran orfebres que trabajaron delicadamente el oro y la plata. Para adornar su cuerpo usaban hasta doce aretes e sus orejas, pusieron empeño en la producción de objetos realmente bellos con el fin de sobresaltar su aspecto personal, usaron recursos que van desde los superficiales como el vestuario el cual consistía en ponchos, faldas, chales, gorros: hechos de algodón.

Pero existía una diferencia con respecto a las telas de los jefes de las tribus ya que estas eran tejidas con hilos de oro y plata; y chaquiras y ornamentos de conchas de colores, piedras semipreciosas y la pintura corporal, hasta el uso de accesorios como collares, aretes, narigueras, pectorales, brazaletes y aquellas en las que intervienen también el mismo cuerpo como son el caso de las perforaciones, incrustaciones, deformaciones, líneas causadas cortaduras, y un sinnúmero de cosas más.

La función de los adornos no era exclusivamente para resaltar la belleza corporal, sino además a conseguir una posición o status social y económico dentro de su grupo.

Emplearon el barro para hacer ollas con tres patas, ollas en forma de globos, rayadores de yuca, las urnas y cilindros que eran usados de ataúdes.

Otto Von Buchwald le dio el nombre a estos interesantes objetos cerámicos las denominó “Cocinas de Brujo” debido a que estas ollas estaban decoradas con láminas en forma de culebras, ranas, aves, rostros de humanos entre otros, por lo que se suponen conformaron la simbología de los ritos chamanes, burujos y de sacerdocio.

La característica principal de esta cultura eran sus enterramientos de cadáveres, ya que al difunto lo enterraban con sus mujeres más queridas y aquellos objetos que usó en vida como sus joyas por ejemplo.

El cobre era forjado, para confeccionar hachas, cascabeles, pinzas, adornos, cuchillos, el oro se lo colocaba sobre el cobre en copas, orejas, clavos y láminas que eran incrustadas en los dientes. La plata para espejos, narigueras, adornos, colgantes, etc.

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