CONFLICTO ÁRABE-ISRAELÍ
Enviado por María Lucena • 18 de Noviembre de 2022 • Informe • 2.063 Palabras (9 Páginas) • 67 Visitas
UNIVERSIDAD FERMIN TORO[pic 1][pic 2]
VICERECTORADO ACADÉMICO
FACULTAD DE CIENCIAS JURIDICAS Y POLÍTICAS
ESCUELA DE CIENCIA POLÍTICA
CONFLICTO ÁRABE-ISRAELÍ
Barquisimeto, Junio de 2016
CONFLICTO ÁRABE-ISRAELÍ
Haciendo un poco de memoria, en la historia del oriente medio pudiéramos encontrar el origen del conflicto árabe-israelí; por supuesto hay quienes alegan que su origen está en las historias bíblicas que se encuentran entre el libro del Éxodo hasta el de Hechos de los Reyes, los cuales relatan la salida del pueblo de Israel de su supuesto cautiverio en Egipto, la conquista de los pueblos que habitaban el antiguo Canaán y la definitiva derrota de los Filisteos por parte del querido rey judío David. Quizás el romanticismo de estas historias son las que hacen creer que este conflicto tiene base en las diferencias religiosas de cada uno de los pueblos, o tal vez la remembranza en Europa de las ocho cruzadas en la alta edad media, el llamado por los Papas a la “Guerra Santa” para liberar a la llamada Tierra Santa del dominio Musulmán y/o del lado Islámico y su famoso “Yihad”, que comprende el periodo de tiempo que va desde siglo VII con la conquista de la Meca por Mahoma hasta el siglo XV con la toma de Constantinopla por parte de Mehmed II. La religiosidad es la excusa que buscaron los gobernantes de Musulmanes y Cristianos para hacer la guerra, y es la que influye en el colectivo para pensar que este conflicto es un mandato divino, pero hay que analizar los hechos históricos y no en apasionamientos legendarios como el conflicto entre los descendientes de Ismael (árabes) y los de Isaac (judíos) ambos hijos de Abraham.
La toma y destrucción de Jerusalén por parte de los romanos en el año 70 de nuestra era marca la Diáspora del pueblo Judío. El periplo de los hijos de Israel los llevo a asentarse en distintos lugares del Imperio Romano, siendo a lo largo de la historia aceptados o repudiados según la tolerancia de los gobernantes de turno en la región donde se encontraran, pero no todos emigraron, algunos se quedaron en tierra santa y aunque parezca irónico fueron tolerados por los musulmanes, Mahoma no los considero infieles, lo único que exigió de ellos fue que combatiesen de su lado cuando fuesen atacados por algún enemigo. De hecho, las grandes figuras de su religión también lo son para los musulmanes, es así que: Abrahán es Ibrahim, Moisés no cambia de nombre y ellos aceptan a Jesús solo que con el nombre de Isaac que para ellos es un gran profeta, no el unigénito hijo de Alá. Entonces podemos despedirnos de la lucha entre religiones para estos pueblos.
El antisemitismo es una práctica europea para con los judíos, la intolerancia hacia ellos por no aceptar la creencia de que Jesús es el Mesías, el no postrarse ante las autoridades, y otras de sus creencias, era la excusa para: maltratarlos, repudiarlos, vejarlos y hasta asesinarlos, la cumbre de este sentimiento llego con el movimiento nazi en Alemania y la complicidad silente de todo un continente ante el genocidio del pueblo Judío.
Varios factores se combinaron para llegar a este conflicto armado entre los árabes y los israelitas. En el siglo XIX, se fue gestando el movimiento sionista o Amantes de Sion como reacción al antisemitismo, su precursor fue el judío polaco León Pinsker quien expuso la idea de la “Auto determinación del Pueblo Judío”, donde contemplaba la idea de volver a la tierra prometida. Todo esto inspiró a Theodor Herzl, de procedencia Judío-Húngara, a escribir su libro “Der Judenstaat” (lo cual significa el Estado Judío), que conformaría las bases ideológicas del movimiento sionista. Inspirados en las ideas de Herzl, los judíos de todo el mundo, crearon la Organización Sionista Mundial la cual tenía como objetivo fundamental la creación de un Estado Judío reconocido y aceptado, en la región de Palestina basados en la unidad cultural del pueblo judío. Por otro lado, se producía de forma simultánea, el debilitamiento y consecuente extinción del Imperio Otomano y el expansionismo colonial de Francia e Inglaterra en busca de extender su influencia en el medio oriente.
Al comenzar la primera guerra mundial en 1914, había entre 40000 o 80.000 judíos viviendo en Palestina bajo el gobierno del Imperio Otomano, a pesar de la inexactitud de dichas cifras, indudablemente, eran minoría ante los musulmanes (mayoría) unos 700000 y los cristianos otra minoría alrededor de 100000 que era superior en número a los judíos. Como táctica de guerra, los ingleses prometen a los musulmanes crear un estado musulmán en la franja de Gaza y a los judíos la creación de un estado hebreo en palestina si ellos se rebelan contra el Imperio Otomano. En el transcurso de la historia Turquía apoya al imperio Austro-Hungaro al iniciarse el conflicto, para 1916 Inglaterra y Francia firmaron el Acuerdo Sykes-Picot, y habrían dividido la región Árabe en zonas de influencia. Líbano y Siria fueron asignadas a Francia, Jordania e Irak a Inglaterra y Palestina sería internacionalizada. El 2 de noviembre de 1917, el Secretario de Relaciones Exteriores Británico, Lord Balfour envió una misiva a dirigida al barón Lionel Walter Rothschild, un líder de la comunidad judía en Gran Bretaña, para su transmisión a la Federación Sionista de Gran Bretaña e Irlanda en la que El Reino Unido se declaraba favorable a la creación de “un hogar nacional judío” en el Mandato Británico de Palestina, más tarde se conoció como "La Declaración Balfour". La manifestación, considerada como el primer reconocimiento de una potencia mundial de los derechos del pueblo judío sobre la “Tierra de Israel”, fue incorporada en el Tratado de paz de Sevres entre Turquía y el Mandato Británico de Palestina. El documento original se conserva en la Biblioteca Británica., El citaba que Inglaterra iba a usar sus mejores medios para facilitar el establecimiento en Palestina de un hogar nacional para el pueblo judío. En 1919, durante su Primera Conferencia los palestinos expresaron su oposición a la Declaración Balfour. Cabe señalar, que los pueblos árabes no estaban organizados en busca de un proyecto único, cada pueblo tenía una idea diferente, Siria pretendía crear una Gran Siria con los territorios al Oeste del Jordán, Jordania por su parte también pretendía crear una Gran Jordania con la franja de Gaza y así cada pueblo árabe tenía su interés particular.
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