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Calendario Mayas


Enviado por   •  3 de Octubre de 2013  •  8.526 Palabras (35 Páginas)  •  362 Visitas

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Incas

La cultura Andina, como todos los pueblos de cultura , han observado de noche el cielo estrellado... estos observadores del Cielo tambien observaban a la Tierra, ya sea en su movimiento , constitución, ciclos, etc. en donde señalaban los tiempos, las proporciones, las orientaciones, con su lenguaje... ¨

Se conocia a los planetas con los siguientes nombres:

Jupiter = Pirva

Venus = ch´aska

Marte= aukayok

Mercurio = qatuiylla

Saturno = aucha

Luna (satelite) = killa

Sol (estrella) = Inti

- Los andinos honraban a las estrellas.

- A diferencia de otros sistemas astrologicos, por ejemplo la constelacion de Acuario, un aguador, en los tiempos incaicos segun un cronista se trataba de una doncella ( hija de un rey y puesta por el Hacedor) quien tenia un cantaro de agua que derramaba sobre la Tierra cuando era necesario...

- En las llanuras o pistas de Nazca, las figuras representan constelaciones zodiacales (encontramos aqui la respuesta al enigma) que luego fueron trasladas a vasijas echas con arcilla, decoraciones en telar o ropa, etc. Estas figuras de Nazca difieren de los simbolos del Zodiaco europeo ya que los andinos veian otras formas en las estrellas..

- El hombre andino realizó construcciones en piedra que servian de observatorios astronomicos.

- El Cielo es HANAN PACHA, el ser humano es RUNA, la Cruz del Sur : CHAKANA.

- Los amautas astrologos conocian las Casas **

- El idioma quechua aymará es morfológico, es decir que cada palabra expresa un sentido, mas que un significado..

- El andino pre inca observó que habian estrellas fijas y otras que variaban de posición, de aqui nació el concepto de ESTRELLAS FIJAS y de ESTRELLAS MOVILES O ERRANTES.

Tambien conocian las angulaciones entre los planetas que en Astrologia se denominan ASPECTOS y para ellos es WATACHANA.

Finalmente el amauta realizaba los pronósticos y en casos de necesidad, la terapéutica necesaria correspondiente.

Cosmogonía aztecas

los Cinco Soles

Según los aztecas el supremo creador de todo fue el dios Ometecuhlti que, junto a su esposa Omecihuatl, creó toda la vida sobre la tierra. En otras versiones, esa pareja creadora original, se reduce a una sola divinidad llamada Ometeotl que adquiere una doble vertiente, por un lado la masculina, Ometecuhtli, y, por otro, la femenina, Omecihuatl. Así, este dios, que aparece como un dios del fuego y como el dios supremo del panteón azteca, es una divinidad andrógina. No recibió culto formal ni tampoco contó un centro de culto, pero estaba presente en cada ritual y en todas las elementos de este mundo. Esa pareja cósmica, o ese dios andrógino, dio a luz a los cuatro dioses que más tarde crearían cada uno de los soles y más tarde tuvo otras 1.600 divinidades más. Según la mitología azteca antes de nuestro sol, que es el quinto, existieron otros cuatro. Para los aztecas vivíamos, por tanto, en la quinta creación, o en la quinta era. Volviendo a la pareja original y a su descendencia, la legenda mexica señalaba que cada uno de esos dioses creadores luchaba por la supremacía en el mundo, empleando cada uno su propia fuerza cósmica: tierra, fuego, viento o agua. Mientras esas fuerzas se mantuvieran en equilibrio, el mundo estaba en orden y podía existir la era de un sol; sin embargo, si se producía un desequilibrio cósmico, ese sol, junto con la Tierra y los seres humanos de esa era, perecerían. El primero de esos cinco soles fue el creado por el dios Tezcatlipoca, que era el dios de la Tierra. Sin embargo, su creación fue algo imperfecta, ya que los seres humanos aparecieron con forma de gigantes y en vez de un sol completo, se formó medio sol. Aquellos gigantes seres humanos, se vieron obligados a sobrevivir solamente con bellotas y piñones. A consecuencia de esta pésima alimentación, los humanos crecieron poco y débiles. En un momento determinado de esa era, los jaguares devoraron al medio sol existente y, ayudados por la oscuridad, fueron destruyendo y asesinando a los seres humanos gigantes.

El segundo de esos soles fue creado por el dios Quetzalcoatl, dios del Viento. Bajo este sol, los humanos se alimentaron con semillas de árboles, que todavía eran insuficientes para fortalecer a los hombres, que debían sobrevivir a los fuertes vientos. Los tremendos huracanes en ocasiones arrojaban a los seres humanos lejos. A pesar de ello, algunos humanos lograron sobrevivir al ser capaces de transformarse en monos

Tlaloc, que era el dios del Fuego en la mitología azteca, creó el tercer sol. Durante la era del tercer sol, los seres humanos hambrientos vivían de cereales. En este mundo, fueron los tremendos volcanes los que provocaron las desgracias. Enromes volcanes hacían erupción y las cenizas caían desde el cielo, consumiendo y enterrando el mundo. Sin embargo algunos hombres sobrevivieron al convertirse en pájaros que podía escapar a aquellas destructivas erupciones.

Chalchiuhtlique, la diosa del Agua azteca, fue la encargada de la creación del cuarto sol. Los seres humanos de esta creación intentaron sobrevivir con una semilla conocida con el nombre de acicintli, pero ésta no era comida suficiente para los humanos, que tenían que enfrentarse a enormes inundaciones. El agua emergió del centro de la Tierra provocando una tremenda catástrofe en el mundo. Algunos seres humanos lograron sobrevivir a esta catástrofe convirtiéndose en peces.

Todas las creaciones anteriores habían sido destruidas por una catástrofe, y con ella habían desaparecido los soles, las tierras y los seres humanos de cada una de esas eras. Entonces los dioses se dieron cuenta de que la existencia del quinto sol solamente sería posible con el sacrificio de otro dios.

Así, los dioses decidieron levantar una enorme pira con ardiente fuego, si bien ninguno de ellos se atrevía a sacrificarse. Finalmente la decisión recayó en dos divinidades creadas por el supremo Ometeotl: los dioses Nanahuatl y Teucciztecatl. Éste último hizo hasta cuatro intentos para arrojarse al fuego, sin embargo, no tenía el suficiente valor y fue Nanahuatl, lleno de valentía, el primero en sacrificarse. Teucciztecatl consiguió reunir el suficiente coraje y finalmente siguió a Nanahuatl en el sacrificio. Nanahuatl se transformó en un sol resplandeciente, que ninguno de los dioses podía mirar directamente, mientras que su compañero se convirtió en la luna. El resto de los dioses se percató de que Nanahuatl no se alzaría en el firmamento hasta que no recibiese alimento necesario, es decir: los corazones para comer y la sangre para beber, de otros dioses sacrificados. Tras el enfrentamiento entre Nanahuatl y la Estrella Matutina, que se enfadó ante la idea del sacrificio, este último dios que era el más

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