Capitalismo post-industrial
Enviado por aymeechocolate • 24 de Octubre de 2014 • Tutorial • 3.421 Palabras (14 Páginas) • 895 Visitas
INSTITUTO NACIONAL DE ESTUDIOS SINDICALES
Y DE ADMINISTRACIÒN PÙBLICA
DE LA F.S.T.S.E.
LICENCIATURA EN DERECHO BUROCRÁTICO
MODALIDAD MIXTA
AYMEE M. CAMARILLO GUTIERREZ
TEORIA POLITICA
TEMA II
MODELOS DE DOMINACIÓN
2.3.6 CAPITALISMO POST-INDUSTRIAL
2.3.7 INSTITUCIONES ATIPICAS
2º CUATRIMESTRE
CAPITALISMO POST-INDUSTRIAL
Es un concepto propuesto por varios teóricos de la sociología y la economía para describir el estado de un sistema social y económico que ha evolucionado según unos cambios específicos en su estructura que corresponden a un estadio de desarrollo posterior al proceso de industrialización clásico de la Revolución industrial (la sociedad industrial, que a su vez es un estado posterior al de sociedad preindustrial). En una sociedad posindustrial se ha producido una transición económica, que reestructura la sociedad entera, entre una economía basada en la industria a otra basada en los servicios, una división del capital nacional y global y una privatización masiva.
El capitalismo como un modo de producción que se abrió paso desde la edad moderna ero que se consolido en el periodo de la revolución industrial expandiéndose por toda Europa, durante el siglo XIX, época en la cual implanto su dominio por casi todo el mundo.
Se trata de un sistema que se caracteriza por la propiedad privada de los medios de producción (riqueza, instrumentos de trabajo y tecnología), así como por el establecimiento de un mercado libre cuyos agentes actúan emancipados de toda traba política, religiosa o étnica para realizar sus mutuos intercambios. Este sistema se caracteriza por la formación de una clase dirigente que basa su primacía económica en la capacidad de aumentar la riqueza mediante el “negocio”.
El capitalismo constituye el legado y la concreción de un modo de pensar que abrió en Europa por el protestantismo de Martin Lutero pero sobre todo gracias al calvinismo, ideología con base en la cual tendía a valorarse como altamente positiva la búsqueda de la salvación individual por medio de trabajo mundano y de la “profesión”. Un signo de pertenencia de grupo la creación de riqueza mediante el ahorro.
En contraparte, la concepción cristiana medieval, preservada por el catolicismo, planteaba el desprendimiento de los seres humanos respecto de las cosas materiales; un “consejo evangélico” era la separación, por la vía sacerdotal, ruido mundanal y de sus ajetreos. El trabajo era visto como una maldición, sobre todo si se realizaba como un fin en si mismo. Tanto mejor si los individuos podían librarse de él y de las riquezas para dedicarse íntegramente a la visa contemplativa y a la oración.
En el luteranismo, el termino vocación se trasformo a lo que actualmente conocemos como profesión. De acuerdo con este principio, el hombre es llamado por dios no solo para la contemplación, lo cual implica separarse del “mundo profano”, si no también, para cumplir su providencia en este mundo por virtud de su trabajo, por medio de su profesión.
Entonces el capitalismo será la cristalización objetiva de esas premisas teológicas, con base en su trabajo y en la riqueza generada por este halla un modo sensible y concreto de alcanzar su salvación individual. Estas ideas apuntan a la importancia de trabajar con el fin de crear riqueza, no tanto para el disfrute y el despilfarro, si no para generar mas trabajo.
Las nociones modernas del negocio, empresa, profesión, oficio, se establecieron a partir de la ética protestante, los mismo que conceptos básicos del capitalismo como el de ganancia o beneficio. El objetivo del sistema capitalista es siempre aumentar la riqueza alcanzada, el capital.
Max Weber señalaba que son muchos los pueblos que aspiran a obtener una ganancia por medio de la producción aunque solo con el capitalismo puede lograrse una búsqueda “racional” de ese beneficio. Este rasgo distingue a todos los caracteres básicos del capitalismo: habito racional de consecución de beneficio, trabajo racionalizado, especialización, división del trabajo, organización empresarial, etc.
En el capitalismo es necesario que el capitalista disponga de un mercado libre de fuera de trabajo, y que entre el patrón y el obrero las relaciones se planteen no en el plano personal, de hombre a hombre , sin mercantil. Lo que vincula al capitalista con el obrero es la propiedad por parte del primero o la fuerza de trabajo como mercancía. Marx afirmaba que en el capitalismo los hombre se relación entre si por medio de las cosas.
De ahí que el capitalismo suponga la constitución de ordenamiento jurídicos y políticos que posibiliten los principios de libertad; el establecimiento de una ideología de derechos humanos que asegure a todo hombre la libertad de disponer, donde le plazca y como le plazca, de sus propiedades y fuerzas. La libertad, la igualdad y la propiedad privada individual son piedras angulares del sistema capitalista.
A medios del siglo XX nació un capitalismo que empezó a generar ahorro y que, basados en las teorías que keynesianas, promovió la inversión. La sagrada ”ley de bronce ”, según la cual los salarios servían para subsistir, debía ser abandonada, y se necesitaba reformular una política que constituyera como sujeto económico principal al consumidor, en vez del productor, incrementando el poder adquisitivo de todas las clases sociales, puesto que este podría alentarse el ahorro.
Todo ello, determino la creación del llamado neocapitalismo, así como de los valores sociales, características de la llamada sociedad de consumo de la posguerra.
Ante las teorías marxistas, el nuevo capitalismo constituyo un reto que no estaba previsto en las premisas científicas de esos planteamientos. Se suponía que la crisis debía producirse por la concentración del creciente capital. No se contaba con que la solución se hallaba, al menos en parte, modificando sustancialmente la relación entre la cúspide de la pirámide y la base. Esta relación la determinaba la fuerza de trabajo simple, convertida en mano de obra sin calificar, pagada por debajo de su valor y mantenida a nivel de subsistencia. En cambio, la sociedad neocapitalista exigía, la conversión del trabajador en consumidor potencial, en agente de ahorro y, en consecuencia, de inversión.
Dentro el neocapitalismo se reactiva el papel del estado en la economía pero, a diferencia de las economías comunistas de absoluto control estatal, se mantiene al sector privado. Ese nuevo capitalismo concibe al estado como instrumento planificador, aunque la planificación es solamente regulativa o indicativa; así mismo, sostiene los principios liberales del
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