Carmagnani. El regreso de los dioses
Enviado por gavii.mdq • 17 de Septiembre de 2018 • Apuntes • 2.318 Palabras (10 Páginas) • 185 Visitas
Carmagnani. “El regreso de los dioses” El proceso de reconstrucción de la identidad étnica en Oaxaca. Siglos XVII y XVII
Cap, I. La reelaboración de la idea de espacio. Oaxaca siglos XVII-XVIII.
Los restos históricos pueden ser permitirnos recobrar una serie de elementos relativos a la concepción del mundo, y en especial a la idea del espacio, que constituyen el fundamento simbólico de la reconstrucción étnica. Los análisis antropológicos y etnológicos han permitido comprender la importancia de la ritualidad india.
Hipótesis: la cotidianidad india obedecía a un ritual, el cual podía ser comprendido observando los momentos culminantes de la actividad humana: la siembra el matrimonio, el inicio de la caza, el nombramiento del mayordomo.
Los orígenes del proceso ritual: los elementos desencadenantes.
Como fuente utilizó, la relación de Basalobre (1656) permite comprender que la casi totalidad de la cotidianidad india (trabajo, vida doméstica, vida social, vida cultural) está regulada por un conjunto de normas que colocan las actividades humanas bajo la protección divina. Ésta se obtiene a través de ritos cuyo conocimiento es patrimonio de algunos “letrados”, los cuales gracias al conocimiento del calendario ritual logran establecer los días y las fórmulas apropiadas para obtener la protección divina.
La estructura ritual y la social son dos estructuras compenetradas se pueden distinguir dos tipos rituales:
- Ritual cíclico, remitible al calendario agrícola. El elemento desencadenante del proceso ritual se relaciona con la siembra, la germinación, la cosecha.
- Ritual periódico, se identifica con el uso del calendario ritual. Se basa en signos premonitorios como el canto de los pájaros, o los sueños. Solo cuando estos signos son captados se inicia el proceso ritual y es cuando los interesados recurren a los “letrados”.
La compenetración entre actividad humana y ritualidad es regulada por la voluntad de los dioses. La ciclicidad y perioridad ritual tiene como fin último el halagar a los dioses, es decir, suscitar, mantener y reestablecer el vínculo entre los hombres y el espacio que ellos ocupan para satisfacer sus propias necesidades materiales y la divinidad.
A cada divinidad pertenece una parte del espacio y entre sus funciones está regularlo.
Los dioses y los hombres: el punto de contacto.
Teniendo en cuenta que la cesión del espacio terrestre a los hombres es concesión condicionada, el punto más cercano (el lugar) a la divinidad no es ocupado por los hombres, sino que es mantenido como espacio puro.
Estos puntos se configuran como centros sagrados.
Pese a la desestructuración provocada por la conquista, en los siglos XVII y XVIII se mantuvo la idea de que las montañas eran el punto de contacto entre la divinidad y los seres humanos.
También se han encontrado evidencias acerca de la utilización sacramental de las cuevas, las cuales pueden haberse revitalizado producto de la cristianización (represión religiosa). Las cuevas poseen las mismas características que los cerros: son el punto del espacio terrestre más cercano a la divinidad.
Las fuentes demuestran que cada punto del espacio pertenece a una divinidad en particular, lo cual significa que en la concepción india el espacio está organizado jerárquicamente. Existe una estrecha asociación entre jerarquía divina y jerarquía espacial.
Espacio:
- Ultraterrestre e Infraterrestre, correspondía a los dioses.
- Terrestre, correspondía al hombre.
Cerros y cuevas no solo son puntos sagrados sino verdaderos centros ceremoniales.
El momento culminante: sacrificios y maestros.
El momento culminante: Sacrificios y maestros.
El proceso ritual no se caracteriza solo por un encuentro entre la divinidad y los hombres sino también por una recomposición y reunificación del espacio. Es necesario analizar el significado espacial del sacrificio.
Los sacrificios pueden ser relacionados con ritos de pasaje material, de nacimiento, nupciales, de iniciación, estacionales.
El sacrifico es solo una parte del rito.
La función de los letrados es la de consultores para elegir el mejor día para cada actividad. No son parte de una estructura oracular sino sacerdotal.
La principal función es de permitir la separación del individuo de su unidad doméstica y de otras formas de afiliación social (barrio, comunidad), con el fin de liberarlo de todos los vínculos terrestres, de los condicionamientos que le impiden la purificación y ponerlo en contacto con la divinidad.
Por medio del sacrificio el individuo, logra entrar directamente en contacto con la divinidad. El sacrificio recompone en un único punto los diferentes espacios recordando a los hombres que así era el mundo cuando los dioses decidieron diferenciar los espacios para hacer posible la existencia humana.
Un proceso Ritual.
La ritualidad se desarrollas en cinco momentos: preparación, purificación, separación, contacto con la divinidad y reintegración. El proceso ritual separa provisionalmente a la comunidad de las constricciones, y renueva periódicamente la posesión de los bienes comunitarios (caza, pesca, milpa) y la lealtad de la comunidad hacia sus propias autoridades étnicas.
La concepción del espacio se basa en la idea de su total pertenencia a los dioses. A ellos les pertenece el espacio habitado por los hombres, no en cuanto hombres, sino en cuanto miembros de la comunidad. El espacio terrestre es cedido a la comunidad a condición de que periódicamente renueve el pacto con los dioses y le devuelva una parte de los bienes. El sacrificio de animales y el ofrecimiento de bienes preciosos, materializa la sujeción y la devolución.
Conclusión: Espacio y territorio.
Durante los siglos XVII y XVIII el espacio es percibido como una serie de puntos (cerros, cuevas, iglesias, pueblo, milpa) a los cuales los individuos y la comunidad pueden hacer referencia. A partir de esto se estructura la idea de un territorio político-administrativo colonial.
Siendo el territorio étnico una dimensión derivada de la sacralizad del espacio, termina por ser él también sagrado y susceptible de ser ordenado, regulado a imagen y semejanza de espacio divino. Gracias al proceso ritual los dioses vuelven a materializarse entre los indios, permitiéndoles superar el trauma de la conquista. La fase de la reestructuración étnica comienza cuando los grupos indios dan señales de recuperación de su cosmovisión corroída por los misioneros y los agentes de la corona. El signo de esta recuperación es la renovación de la vieja alianza con la divinidad.
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