Casa-museo del 12-14 Lincoln’s Inn Fields, de Sir Joane Soane (1792-1833)
Enviado por Daniel Rodríguez Sejas • 20 de Febrero de 2016 • Práctica o problema • 743 Palabras (3 Páginas) • 354 Visitas
John Soane atribuye a cada estancia un carácter singular, cada recinto se idea para un uso concreto, no hay en la casa grandes espacios , estos son ajustados y repletos de objetos dándonos la sensación de angustia , esta sensación se disuelve gracias a la continuidad de las estancias y por los efectos lumínicos que implanta el arquitecto, se tratan de luces horizontales y cenitales, con tonos dorados que descomponen los limites y posibilita al espacio independizarse del paramento.
El arquitecto recurre al contraste de luces y las infinitas posibilidades de las sombras, a los cristales coloreados, a los espejos , a la creación de efectos ópticos , a las imprevistas dilataciones verticales para que los cerramientos puedan de algún modo disolverse y se atenué la estreches del espacio.
Desde cualquier recinto, casi en todas las direcciones se perciben otros recintos mas allá, y así, abriendo perspectivas inusitadas, la profundidad se acentúa y la fluidez se propicia; los contornos se vuelven livianos al ser iluminados por una luz de la que a menudo se desconoce su procedencia, las paredes se separan unas de otras, se descosen los muros, se despegan los techos de sus apoyos y la arquitectura se vuelve trascendente.
Así pues podríamos decir que la luz es uno de los elementos mas importantes que utiliza el arquitecto ya que este es el elemento unificador que ordena el recorrido del museo, tal es la importancia que cuando la casa se transformo en museo Soane solo permitía el acceso a este en determinados días de la semana , en aquellos días no lluviosos y que no estén nublados, ya que si no se impediría la entrada de la luz meridional para crear los efectos deseados por Soane.
Analizando las estancias podríamos empezar por el Comedor-Biblioteca que es el único espacio que , al sostener una planta superior no recibe iluminación cenital pero en la que el juego de espejos se integra en la colección lumínica del arquitecto. Colocados sobre la chimenea, en las jambas y entre los cristales del gran ventanal.
Pasando la primera sala y dirigiéndonos a la derecha llegamos al Estudio-Vestidor, que son dos habitaciones pequeñas de planta alargada y estrecha , estas estancias reciben tanto una luz cenital y otra luz fuerte y directa que viene del ventanal que da al patio central o también conocido como patio monumental, si volvemos atrás y cogemos el camino de la izquierda llegaríamos al salón de desayuno que se compone de una bóveda rebajada de doble arista, con un espejo convexo en cada una de sus cuatro esquinas y una gran linterna de cristal tintado en amarillo y dos vidrieras paralelas situadas entre la bóveda y los muros permitiendo que la luz del día penetre lateralmente, de manera que las paredes estén mas iluminadas que el centro de la habitación permitiendo dar la sensación de ingravidez de la bóveda, los cuatro pequeños espejos
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