Caso Ético Relacionado Con Empresa Enron

Hace diez años ocurrió uno de los peores fraudes corporativos de la historia moderna, ocasionando una crisis financiera a nivel mundial, que repercutió además de a los accionistas de la empresa Enron, se perdieran las pensiones de los empleados que ahí laboraban. ¿Por qué sucedió este fraude? ¿Qué factores morales y éticos faltaron en los ejecutivos que dirigían la compañía para que no tuvieran reparo en defraudar a propios y extraños? A continuación se presenta un resumen de lo acontecido hace una década en el mundo financiero, a fin de realizar un análisis para demostrar que la educación moral y ética pudo haber evitado este desastre.

La empresa Enron, compañía creada por Kenneth Lay en 1985, dedicada al rubro de la energía, en dieciséis años llegó a ser la séptima compañía de Estados Unidos.

De acuerdo al sitio de internet www.wharton.universia.net, previo al anuncio público del quiebre de la compañía, en el mes de agosto el vicepresidente de Enron, Sherron Watkins advirtió al en ese entonces vicepresidente ejecutivo Kenneth Lay, acerca del peligro que corría la empresa al poder verse involucrada en una ola de escándalos contables.

El periódico El País publicó que en el mes de octubre comenzaron a conocerse los problemas de Enron cuando se advirtieron irregularidades contables.

Para que se pudiera concretar este gran fraude, diversos factores contribuyeron a que se llevará a cabo, como la contabilidad creativa, que es el proceso contable a partir del cual presentan información aumentando activos y disminuyendo pasivos para que se muestre atractiva para cotizar en bolsa; grandes donativos que fueron aportados para campañas políticas de diversos candidatos, que provocaba que el gobierno estuviera de cierta manera comprometido con la compañía y también se enriqueciera a costa de los negocios ilícitos de la empresa; el contubernio con la firma auditora Arthur Andersen, la cual recibía una fuerte suma de honorarios para que no informara u ocultara las irregularidades que sucedían en la empresa y la posibilidad de los ejecutivos para el otorgamiento de opciones para compras de acciones, que provocaba la opción de compra por un valor que pudiera inferior al de plaza y la discreción en el manejo de información financiera, ocultando a sus accionistas la situación real de la compañía, entre otros.

Además, los medios y el entorno en el que se estableció la empresa fueron factores indirectos para que este fraude se cocinara: la revista Fortune la citó como una empresa rentable, colaboradores del Wall Street Journal la calificaron como una empresa en la que convenía invertir, contaban con el apoyo de George W. Bush y una gran parte del Congreso de Estados Unidos, que veían a esta empresa como un ejemplo que se puede realizar el sueño americano de comenzar de ceros y crear una gran empresa. En suma, todo parecía indicar que esta empresa representaba el auge y el apogeo del capitalismo, lo cual hubiera sido positivo de no ser por los malos manejos a nivel directivo de la empresa.

A raíz de este desastre corporativo y financiero, en la última década se ha creado un boom de ética empresarial para que las empresas tomen conciencia de la importancia que tiene que de manera organizacional se procuren y se establezcan valores como la confiabilidad, el respeto, la justicia y la responsabilidad social.

Dentro del mundo capitalista en el que las empresas luchan en un ambiente de alta competitividad, puede pensarse que hacer que una empresa actúe éticamente, ocasionará la pérdida de negocios importantes y provocará un lento crecimiento; esta idea debe de desaparecer de manera paulatina, ya que una compañía que realiza ofertas con sobreprecios, que utiliza sus volúmenes de compra a fin de obtener precios castigados a sus proveedores y que ofrece salarios inferiores a los estándares aprovechándose de la necesidad de sus empleados, a corto o largo plazo se dará a conocer como una compañía con una conducta ética cuestionable: para clientes, inversionistas, proveedores y empleados, establecer una relación de cualquier tipo con una empresa así, implicará un riesgo; basándose en una lógica racional, si un inversionista o un cliente observa que la empresa retrasa los pagos de sueldos de sus empleados o de sus proveedores por razones no contables, puede ocasionar que cuestione este comportamiento al pensar que puede sucederle lo mismo al inversionista o cliente en su postura, ya que si actúa mal con sus clientes, si no respeta las normas ambientales, en suma, si es inmoral en un rubro, lo más probable es que lo sea en todos los demás.

Las empresas están formadas por personas, así que no importa que tan bien se establezca la visión y la misión de la compañía si los directivos no cuentan con bases éticas personales que se puedan extender en todas las áreas de la empresa; es por esto que escuelas de negocios de varios países han comenzado a impartir la clase de ética como una materia obligatoria, ya que de nada sirve que los egresados sean los más capacitados académicamente si no son personas equilibradas y disciplinadas que cuenten con valores humanos.

Cuando ocurrió el juicio contra los involucrados en el caso Enron, éstos fueron citados a declarar y el jurado fácilmente pudo llegar un veredicto, incluso cuando la compañía había contratado a abogados con amplia experiencia y estratosféricos salarios y habían sido asesorados acerca de lo que debían declarar ese momento; el criterio del jurado fue muy sencillo: ¿cómo personas con conocimientos financieros tan amplios, no se percataron de la situación real de la compañía?

Al contratar al personal que dirigirá una empresa, debe de tomarse en cuenta que a la par de sus conocimientos y experiencia en su ramo, deben desempeñarse con un amplio sentido ético y moral tanto en su vida profesional como personal, ya que las dos forman parte del actuar diario de la persona. De nada sirve que los directivos sean los mejores en su profesión si no cuentan con un sentido humano y de valores, que por encima de cualquier cosa valoren la honestidad, la responsabilidad y la justicia; sin estos valores solamente son tiranos

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