Castillos Medievales Y Casas: Diferencias Y Similitudes.

A diferencia de lo que pudiera pensarse, los castillos medievales y las casas modernas tienen cosas en común. Si bien, sus diferencias son abismales, fueron creados con propósitos similares. En un afán del hombre en busca de seguridad, crea su entorno de acuerdo a su tiempo y a sus posibilidades para conseguirla.

Los castillos eran construcciones creadas para defenderse de enemigos y poder permanecer en ellos durante largos periodos, si era necesario. Por esto, eran construidos con infinidad de trampas para que aquellos que quisieran penetrarlos, lo encontraran casi imposible. Estos, tenían en su interior todo lo indispensable para vivir, desde mobiliario, armamento, hasta el personal necesario como herreros, cocineras y hasta doctores. Como se construían cerca de algún río o lago y en un lugar estratégico para poner a salvo las tierras del señor, tenían también lo que producían estas tierras, como ganado y agricultura, por lo que no necesitaban salir de la fortaleza para subsistir. El propietario tenía el control de quienes podían penetrar en ella, contar con un vasto espacio para todos los habitantes y estar preparado tanto si había guerra o no.

Las casas habitación de la actualidad, son construidas de una manera mucho menos robusta que los castillos, haciendo más accesible que una persona común pueda tener acceso a este tipo de propiedad. Esto ha tenido como resultado que gran parte de la población de distintos niveles económicos tengan un espacio donde vivir y resguardarse de las personas del exterior, en pocas palabras, tener un espacio propio. Las casas permiten tener mayor libertad para entrar y salir cuando se desee.

Los castillos requerían una gran inversión, por lo que solamente los poseían personas de alto nivel económico, como personas de la realeza, gobernantes, etc. Aunque la vida dentro de ellos era muy holgada, solamente unos cuantos podían gozar de estos privilegios. Un arma de dos filos eran los prolongados periodos de reclusión dentro de ellos. Aún cuando gozaban de comodidades, estaban sometidos a un estilo de vida de encierro constante.

En las casas de la modernidad, una gran desventaja es el poco espacio en el que son construidas, perdiéndose la intimidad de las personas que habitan en ella. Incluso, hay menor discriminación en las personas que pueden tener acceso, pues se recibe igual a un visitante ocasional que a personas cercanas. Son habitadas en su mayoría, por una sola familia y debido al poco espacio disponible, es necesario salir de ellas para abastecerse de las cosas indispensables para la vida.

La similitud que podemos encontrar entre los castillos medievales y las casas actuales, es que ambas construcciones tienen la finalidad de proteger a sus habitantes de la intromisión de otras personas. Las casas en nuestros días, son más sencillas, pero son provistas de chapas, protecciones, canceles, etc. que impidan el paso a

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