Caudillismo
Enviado por ferrermari • 30 de Mayo de 2011 • 5.669 Palabras (23 Páginas) • 1.441 Visitas
2.-FORMAS DE GOBERNAR: CAUDILLISMO, PERSONALISMO Y PRESIDENCIALISMO; LUCHAS POR EL PODER.
CAUDILLISMO
El predominio civil del proyecto fue criticado por el "fuero militar" representado por caudillos expróceres de la Independencia, los cuales consideraban que los civiles no deberían teenr la dirección de la sociedad por no haberse sacrificado como ellos por la independencia.
El caudillismo representa una forma de hacer política que se caracteriza por "una jefatura política personalista basada en el control de una hueste armada que obedece a sus designios y que determina su capacidad de negociación en la disputa por el poder, al margen de los principios y normas de un marco institucional, a lo que podría agregarse la posesión de ciertas cualidades personales que sostienen su autoridad carismática". (Diccionario de Historia de Venezuela de la Fundación Polar).
El caudillismo fue el principal al obstáculo a las posibilidades de realización de las bases del proyecto liberal (respeto a los derechos humanos y a la constitución y las leyes, equilibrio de poderes y Estado mínimo).
En el año 1830 sucedieron varios eventos que marcaron el final del período de la independencia: La muerte de Sucre y Bolívar, la separación de Venezuela de la Gran Colombia, la nueva constitución de 1830...
En 1831, José Antonio Páez, héroe de la independencia, asumió la presidencia. Este sería su primer mandato y también el principio de una serie de cambios en el poder, de un caudillo a otro. Es el período que se conoce como el caudillismo.
En este período inicial de la Venezuela Republicana, habían dos grandes partidos políticos: Por un lado, el partido conservador, al cual pertenecían Páez, José María Vargas y Carlos Soublette y por el otro el partido liberal, el cual fue fundado en 1840 por Antonio Leocadio Guzmán, y que proponía igualdad, democracia, libertad, así como la abolición de la esclavitud y de la pena de muerte.
Posteriormente, entre 1847 y 1858, los hermanos José Tadeo y José Gregorio Monagas se alejaron de estos partidos y gobernaron apoyados por sus propios partidarios. No había libertad de prensa, ni justicia. Inclusive el congreso perdió su libertad y debía obedecer al presidente. La esclavitud, a pesar de que había sido abolida por Bolívar, seguía existiendo y no fue finalmente suspendida sino hasta el año 1850
PERSONALISMO
en Venezuela ha dominado lo que yo llamaría el "mesianismo constituyente", es decir la presencia de caudillos o de líderes que se han creído destinados para "salvar a la patria", en un momento de crisis compenetrados con la convicción personal –rayana con la megalomanía– de que... "antes de mí era el caos… ahora yo encarno la revolución." Tal vez la excepción a esta circunstancia sea Juan Vicente Gómez pues, si bien él y los "doctores positivistas" que apuntalaron ideológicamente su régimen, estaban convencidos de que "antes de Gómez era el caos", nadie pretendió justificar la dictadura como una "revolución" ni una "nueva historia" sino más bien como la "rehabilitación" de un país, harto ya de "revoluciones", que sólo aspiraba a que se satisficieran las necesidades que anhelaba el sentimiento colectivo, sin distinción de clases: "Unión, Paz y Trabajo".
Para justificar legalmente este simplismo ideológico, los congresistas le fabricaron a Gómez siete constituciones. Así, este autócrata resulta ser, en toda nuestra historia, la máxima expresión del mesianismo constituyente del que venimos hablando, pues en ningún otro gobierno, hasta hoy, se ha visto tal servilismo para "legitimar" las decisiones personales de "Jefe único".
Lo cierto es que todos hegemones que pretendieron disimular su egocentrismo haciendo que el autoritarismo por ellos crearon quedase –según la cursi expresión de Guzmán Blanco– "revestido con el manto de la constitución y de las leyes". La concepción caudillista o personalista del gobierno se tradujo en constituciones, "fabricadas" a prisa –por parlamentos serviles– a la medida de las ambiciones e intereses personales de "el salvador" de turno y de la camarilla que le adula, que le sirve y se enriquece.
Un elemento común en la historia de estos "salvadores" es que todos, tarde o temprano (salvo Gómez), sufrieron el exilio y murieron en el olvido, es decir, fracasaron estruendosamente en su propósito de perpetuar su memoria como reales benefactores de la patria.
El trinomio "Hegemones, constituyentes y fracasos" comenzó en 1830. Páez fue el primer hegemón y "salvador" de la república contra las supuestas "ambiciones monárquicas del dictador Bolívar". Pero se debe reconocer que su hegemonía fue más de prestigio que de imposición forzosa. Siendo el caudillo más prestigioso del momento, no implantó un gobierno caudillista sino una autocracia disimulada dentro de un ambiente de formalidad constitucional y de libre deliberación republicana, por lo menos hasta 1846. Pero también su intento de "salvar a la patria" mediante la dictadura durante la guerra federal en 1861, le valdría el tener que morir en exilio.
Después el caso se repite a nuestro juicio (con mayor o menor fuerza y con matices, según los personajes), en los siguientes momentos históricos: José Tadeo Monagas (1848-1858), Julián Castro (1858-1859), Juan Crisóstomo Falcón (1863-68), Antonio Guzmán Blanco (1870-1888), Joaquín Crespo (1892-1898), Cipriano Castro (1899-1908) y Juan Vicente Gómez (1908-1935). Esas autocracias ocupan aproximadamente 85 años de los 105 trascurridos desde 1830 lasta la muerte de Gómez en 1935.
Todo hombre inconforme con el gobierno de turno tomaba sus aperos y se venía a guerrear a Caracas. Así lo hizo Cipriano Castro con su Revolución Liberal Restauradora. De nuevo las mismas promesas, restaurar la libertad y otorgarle una vida mejor a los hombres.
A Castro le toca defender las banderas del orgullo venezolano cuando nuestro país fue invadido por las potencias coloniales extranjeras, las cuales reclamaban el pago de las deudas que Venezuela tenía con ellas. Sin embargo en el gobierno de Cipriano Castro, como lo ha dicho Antonio Gramsci, disputas en el bloque de dominación hicieron posible la fisura entre Gómez y Castro.
Castro venía enfrentando rebeliones civiles. Había luchado contra Antonio Paredes. Sostenía con ahinco la idea de soberanía del país y estas ideas no parecían gustarle del todo a las potencias extranjeras, sobre todo a Estados Unidos de Norteamérica; nación que comienza a emerger
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