Ciencia Y Enseñanza En El Antiguo Egipto
Enviado por juanote • 22 de Mayo de 2012 • 2.361 Palabras (10 Páginas) • 1.012 Visitas
Ciencia y enseñanza en el antiguo Egipto
CIENCIA Y ENSEÑANZA EN EL ANTIGUO EGIPTO
Es interesante preguntarse cómo se realizaba en Egipto la enseñanza de los conocimientos científicos. Antes del Imperio Nuevo, en Egipto no existían escuelas de enseñanza superior. Al igual que ocurría en Grecia en la época clásica, los que poseían estos conocimientos los transmitían directamente a sus discípulos y alumnos. Aquello que nos dice Heródoto acerca de que "los hijos reciben la educación de sus padres o de sus mayores, que les enseñan el oficio que cada uno debe ejercer durante la vida" corresponde exactamente a lo que nos dice el sabio egipcio Ptahhotep (visir de Djedkare Izezi, penúltimo rey de la V Dinastía) en sus preceptos para el Imperio Antiguo.
Además, existían en Egipto las denominadas "Casas de Vida" en todas las ciudades de alguna importancia donde los escribas, repartidos en diversas secciones, copiaban los manuscritos científicos o literarios, así como las actas oficiales. Pero ahora podríamos preguntarnos: ¿esa institución que establecía el calendario para las fiestas religiosas, al tiempo que se ocupaba de la medicina y astronomía, existía ya durante el Imperio Antiguo? Es muy posible, puesto que parece que la mayor parte de las nociones técnicas o científicas habían sido ya descubiertas en aquella remota época. En lo sucesivo, pues, no se haría sino conservar, recopilándolos, dichos manuscritos antiguos. Por otro lado, en esas "Casas de Vida", estrechamente vinculadas a la tradición, parece que se formó una especie de "jefatura" que es posible fuera, al final, la causa del estancamiento del pensamiento científico en el lapso entre el Imperio Antiguo y la famosa "Escuela de Alejandría".
El individualismo y el culto de los valores humanos han provocado, desde el Imperio Antiguo, un movimiento intelectual que anuncia ya algunas preocupaciones científicas. Así, por ejemplo, desde la época predinastía, la astronomía ha sido objeto de exhaustivas investigaciones: el movimiento del Sol se estudia en relación a la posición de las estrellas fijas, mientras que el calendario, basado en la aparición de la estrella Sotis, se asocia a su vez con la astronomía y la numeración decimal y duodecimal sobre el que Egipto organizó su sistema de pesas y medidas. El año de 360 días que representan los doce meses se divide en treinta y seis décadas, cada una presidida por una estrella. También se añaden cinco días epagomenes dedicados a las grandes festividades religiosas, al tiempo que el día y la noche se dividen respectivamente en doce horas cada una. Junto con la astronomía, se desarrollan igualmente las matemáticas, cuyos manuales establecen las cuatro operaciones aritméticas, las primeras nociones relativas a las fracciones y fórmulas para calcular superficies y volúmenes. Estos manuales datan de la XII Dinastía, pero como es un hecho que Egipto, después del Imperio Antiguo, sufrió una gran decadencia, debe admitirse que estas obras científicas son meras adaptaciones de las de la época menfita.
La Medicina: Ciencia Avanzada
Si bien es cierto que la medicina en el Egipto Antiguo estaba muy avanzada, no lo es menos el hecho de que ésta estaba frecuentemente mezclada con la magia. De cualquier modo, la medicina preventiva gozaba de un buen nivel, con prácticas sanitarias muy difundidas y respetadas. También la medicina interna y diagnóstica se caracterizaba por los excelentes conocimientos que poseían.
La propia traumatología y cirugía tenían un alto nivel de desarrollo y, según Heródoto, existía incluso una cierta forma de servicio sanitario nacional con asistencia gratuita a cargo del Estado. Aunque mezclada, como acabamos de decir, con la magia y la astrología, el recetario médico era, por lo general, eficaz, y los diagnósticos correctos. Por lo mismo se conoció la anestesia y se practicaron trepanaciones de cráneo, e incluso la odontología alcanzó un verdadero virtuosismo. Como es lógico, en todos estos conocimientos pervivía el recuerdo de cuando Imhotep, tan excelente médico como arquitecto, sentó las bases de una ciencia destinada a un luminoso desarrollo en los siglos posteriores. Es el mismo Manetón quien remonta a la I Dinastía la redacción de los tratados de anatomía y medicina, aunque los manuscritos conservados son de la XII Dinastía o del Imperio Nuevo.
El papiro Ebres, de la XVIII Dinastía, es una compilación enciclopédica que no tiene pretensiones científicas y que, al tiempo que ofrece nociones de anatomía, aporta también ejemplos de casos patológicos, así como de numerosas recetas medicinales y "conjuros mágicos". Por contra, el papiro Edwin Smith, que se ha conservado en una copia de la misma época, sí que tiene un valor realmente científico. Este papiro constituye el comienzo de un tratado de patología externa y cirugía ósea. El texto original parece ser tan antiguo, que incluso en la misma copia de la XVIII Dinastía aparecen formas gramaticales desaparecidas desde la época de las pirámides. Así el copista tuvo que añadir unas glosas para permitir al lector la comprensión de un texto escrito en una lengua que, ya en dicha dinastía, aparecía como muy arcaica.
Otros papiros menos importantes, como el papiro Hearsta, el papiro de Berlin, el papiro de Londres, el Chester Beaty y el Carsberg n° Vlll, también datan del Imperio Nuevo. Por lo general, los investigadores están de acuerdo en admitir que todos estos documentos constituyen solamente copias de otras más antiguas, algunos de los cuales deben pertenecer a las primeras dinastías. El mismo papiro Ebres señala que el tratado para expulsar los dolores de los miembros de un hombre "fue hallado en Letópolis bajo los pies de Anubis y llevado al rey Udimu ", uno de los reyes de la I Dinastía. Por consiguiente este tratado, según la tradición, se podría fechar en la I Dinastía.
Otra tradición señala que durante el reinado de Keops había sido hallado, milagrosamente, el primer manual de medicina en un templo del Delta. También sabemos que bajo el reinado del faraón Neferirkere, de la V Dinastía, el arquitecto Ush-Ptah perdió el sentido en el transcurso de una visita a las obras, por lo que el rey mandó llamar a los médicos de palacio y consultar escritos médicos. Parece, por lo tanto, que podemos dar crédito a Manetón cuando se refiere a la gran antigüedad de la ciencia médica egipcia. En otro sentido, tenemos que los textos del Imperio Antiguo muestran que los médicos ocupaban un lugar importante en la sociedad. Conocemos médicos relacionados con
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