Clavijero y la ilustración

Nayeli Vázquez Hernández

Reporte de lectura: “Clavijero y la Ilustración. Consideraciones sobre América y los americanos desde la perspectiva del exilio”

El presente trabajo estructura una síntesis del ensayo: “Clavijero y la Ilustración” escrito por  Beatriz Helena Domingues, donde además de explicar cómo los Jesuitas estuvieron en contacto con la Ilustración durante el siglo XVIII, se presentan los acontecimientos históricos destacados por la autora que nos ayudan a entender más el tema, comenzando por la gran tensión entre Jesuitas y los reinos (siglo XVIII)  que por cierto los tenían a su merced como educadores, profesores y confesores, pero a decir verdad no estaban tan sujetos a la corona española, puesto que antes de hacerle caso al rey, cualquier duda o queja respecto a su labor como evangelizadores era preferible resolverla con el Papa, al cual rendían cuentas fielmente, no obstante la tragedia los aquejo en 1767 cuando son  exiliados radicalmente de América y España, posteriormente  encontraron refugio en Italia.

Una vez adquirida la breve noción de que sucedía con los jesuitas en el siglo XVIII, pasemos a lo primordial: el mayor representante de dicha orden  fue sin duda Francisco Javier Clavijero (1731-1878) perteneciente a la generación jesuita mexicana de 1750, fue un sacerdote, del cual su obra más emblemática es: Historia antigua de México (1780-1781). Al estar en el exilio, Clavijero recibe  inspiración de la ilustración europea, francesa e italiana para ser exactos, lo cual combina con la nostalgia que emerge tras su exilio. Si bien, tal acercamiento reforzó el sentimiento nacionalista de Clavijero hacia México,  quizás no sea tan nacionalista, puesto que para ese entonces ni siquiera se consideraba como una nación, México aún no era  tal cual un sitio y/o país, sólo se referían a un Nuevo mundo, siendo así sería un prototipo de un sentir cien por ciento nacionalista y patriotismo que fomenta el discurso indianista.

Esa relación con la patria mexicana fue un medio intelectual, que a través de escritos filosóficos se daría a conocer la naturaleza e historia real mexicana, por ejemplo en la obra más esencial de Clavijero, se refleja una la recuperación del mundo indígena, desde la perspectiva del catolicismo que si bien  era fundamental para la ideología criolla . Se hace un reconocimiento a la variedad de posturas, pluralidad, heterogeneidad y en este punto se puede reconocer una ilustración católica, que si bien tal ilustración tomaba como mayor referencial de la verdad las sagradas escrituras, es aquí donde surge la llamada ilustración católica, puesto que el jesuita hace una conciliación entre la religión e ilustración, o bien modernidad y tradición , considerando que ambos conjuntos pueden coexistir en un determinado momento o espacio, en este punto el autor se ve influenciado por Giambatista Vico.

Algo utópico era pensar que la ilustración seria aceptada por los indígenas con una asimilación rápida, en aras del progreso, para así crear un México fructuoso económicamente y ser una nación que sobreviviera de manera autónoma, desde mi perspectiva así como la mayoría de los indígenas se incorporaron con docilidad y entusiasmo a la religión católica, al igual que a las artes y oficios españoles, sería igual de sencillo incorporarlos al mundo de la ilustración, no obstante quizás era algo que a los poderosos no les convenía, puesto que  incitaría apresuradamente la sublevación del pueblo.

Por otra parte, la autora revela su postura al dividir la historiografía de 1990 respecto del tema entre 2 propuestas, la primera incluye a Clavijero en la ilustración occidental, mientras que la segunda sólo se limita a situarlo dentro de la Ilustración católica, pero para Beatriz la primera no es más que una perspectiva que trata de generalizar dicho movimiento, como si solo existiera la Ilustración Francesa, por ende la segunda opción sería mayormente adecuada, ya que esta se encarga de mostrar la diversidad dentro de la Ilustración y apoya la conciliación con la tradición.

En cuanto a la influencia que Vico tuvo sobre Clavijero, no hay evidencia de que el jesuita haya leído directamente a Vico, más bien hacía referencia a textos de Boturini, quien seguía si plenamente  a Vico, se dice que Bourturi tenía más formación de coleccionista que de historiador, sin embargo fue orientado por historiadores contemporáneos, en lo cual se observa la ciencia nueva de Vico, él va guiado por reparar errores que cometieron autores que anteriormente había tratado temas de su interés, los cuales normalmente fueron aceptados como certeros, siendo así es más reconocido por su trabajo de coleccionar documentos antiguos mexicanos, cuando Clavijero estuvo en México también coleccionó documentos, pero debido a sus condiciones termino destacándose más como historiador. Así pues,

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