Como se da la Historia de Cordoba (Resumen)
Enviado por Mariano Ezequiel Pucheta • 22 de Noviembre de 2017 • Resumen • 4.501 Palabras (19 Páginas) • 335 Visitas
Historia de Córdoba
Córdoba en la Organización Nacional (1853 – 1880)
Dos años más tarde de la sanción de la Constitución del Estado Argentino (1853), Córdoba aprobó la suya, estableciendo el régimen municipal en reemplazo de los cabildos, ya desaparecidos en tiempos del gobernador Bustos (1824).
El 17 de junio de 1855 fue elegido gobernador de Córdoba, Roque Ferreyra. Quien pretendía mantener y respetar el orden institucional de la provincia. El 16 de agosto se sancionó la nueva constitución cordobesa, basadas en las cartas magnas de Mendoza y Chile. Fue ratificada por el Congreso de la Confederación el 19 de septiembre y jurada el 30 de noviembre. El sistema municipal se instala en la ciudad en 1857, como un cuerpo colegiado formado por quince miembros y un presidente, con tareas ejecutivas y deliberativas a la vez.
La provincia tuvo un gran crecimiento poblacional en este periodo. En cuanto a la economía hubo una acción de importancia referida a los derechos diferenciales promovida por el diputado cordobés Manuel Lucero en el Congreso de Paraná. A través de esta ley se privilegiaba el tráfico con el puerto de Rosario, pero esta iniciativa no tuvo éxito. Se pusieron en vigencia nuevos impuestos a las carretas y animales cargados con productos ingresados a la provincia y descargados en el municipio. El 27 de abril de 1856 tuvo su apertura la Sociedad de Beneficencia, presidida por Josefa Martínez de Cáceres, que entre otras finalidades tenia la de brindar educación a la niña, amparo al huérfano y al desvalido, y corrección y moralidad a la mujer descarriada.
También florecieron las artes en la Córdoba de entonces, con la Academia de dibujo, de Música y teatro.
Con el fin del mandato de Roque Ferreyra, las disputas entre rusos y aliados se incrementaron. El día 23 de mayo de 1858, la sala de representantes nominó a Mariano Fragueiro como gobernador.
Fragueiro procuró llevar adelante una administración eficiente. Durante su gobierno se crearon nuevos departamentos surgidos de los ya existentes, se promovieron los correos (se autorizó la circulación de la primera estampilla cordobesa), se organizó la Academia de Jurisprudencia y Practica y se realizaron numerosas expediciones contra los indios del Chaco que asolaban el norte cordobés. Asimismo, se constituyó en una preocupación de las autoridades la calidad del agua que se bebía en la capital cordobesa.
Apenas Mariano Fragueiro asumió como gobernador se sucedieron algunos hechos que tensionaron la relación entre Córdoba y la Confederación, como la muerte del mandatario sanjuanino Nazario Benavidez, lo que provoca en Urquiza una profunda desconfianza hacia Fragueiro.
Algunas medidas adoptadas por las autoridades cordobesas eran consideradas ambiguas por diversos partidarios de la Confederación. El 4 de septiembre de 1858, Fragueiro debió aplacar una sublevación de los rusos.
Las divergencias entre la Confederación y Buenos Aires se fueron incrementando a punto de ser inevitable el conflicto armado. El ejercito confederal estaba bajo el mando de Urquiza, mientras que el del gobierno de Buenos Aires tenía como ministro de guerra y marina a Bartolomé Mitre. El combate se produjo el 23 de octubre de 1859 en Cepeda, alzándose con la victoria el general entrerriano. Como resultado directo de la derrota, Buenos Aires se incorporó a la Confederación a través del Pacto San José de Flores. El 5 de marzo de 1860 sucedía a Urquiza en la presidencia de la confederación el cordobés Santiago Derqui.
A comienzos de 1860 el clima político que debía afrontar el gobernador Mariano Fragueiro era tenso. Diversas conspiraciones, junto con movimientos realizados en la campaña realizada por el interior, indujeron a Fragueiro a dimitir. Aceptada la renuncia, la Sala de Representantes designó el 24 de julio de 1860 a Félix de la Peña como gobernador interino y luego como gobernador en propiedad. Quien continuó la obra de su antecesor dividiendo extensos departamentos en áreas que facilitaran su administración. Surgieron el departamento San Justo y el departamento Unión.
Por entonces era puesto en marcha el primer molino a vapor, siendo las harinas, los productos de cuero y algunas extracciones minerales los que dinamizaban aquella economía cordobesa. Los movimientos insurgentes continuaron en Córdoba pero los acontecimientos más significativos sucedieron en otras provincias.
José Antonio Virasoro, gobernador de San Juan fue derrocado y asesinado por una rebelión liberal, es decir por caudillos que apoyaban al Estado de Buenos Aires. En una asamblea, de la que quedaron excluidos los federales, se nombró gobernador de San Juan a Antonino Aberastain, abierto liberal pro Bs. As. Derqui ordenó intervenir la provincia al mando del gobernador de San Luis, Juan Saá, quien invadió San Juan e hizo fusilar a Aberastain en enero de 1861. Buenos Aires entonces comenzó a prepararse para la ofensiva.
Derqui consideró como un acto de sedición el comportamiento de Buenos Aires, por lo que encomendó a Urquiza en tanto capitán general del ejército de la Confederación, que pusiera en obediencia a la provincia rebelde, así comenzó a concentrar las fuerzas en Diamante, Entre Ríos.
A pesar de las desventajas para el ejército confederal, ambas fuerzas chocaron en las orillas del arroyo Pavón, al sur de Santa Fe. Mitre desplegó su infantería, preparándose para el asalto al centro adversario. Sin embargo, fue la artillería confederal la que dio inicio al combate, abriendo grandes brechas en las filas de infantes porteños, blancos fáciles debido a sus vistosos y coloridos uniformes.
El irregular combate duró apenas dos horas. Urquiza abandonó el campo de batalla a pesar de la victoria. La insólita decisión de Urquiza dejó el campo abierto al ejército porteño, que se había retirado hacia San Nicolás de los Arroyos. En los meses siguientes, el avance de los porteños y sus aliados fue imparable; y el único ejército federal que podrían haberles opuesto resistencia, el de Urquiza, fue prácticamente desmantelado por orden de éste.
Al ver que el país era invadido, Derqui renunció y se refugió en Montevideo.
Mitre dispuso que una división al mando del general Wenceslao Paunero, acompañado por Domingo Sarmiento, se dirigiera a Córdoba a restablecer el orden.
La llegada de la noticia de la victoria de Mitre en Pavón, desorientó a las autoridades. Mientras tanto, la expedición de Paunero continuaba en Córdoba. Las directivas eran claras: sacar del gobierno a Allende (delegado por Derqui) y doblegar al puntano Juan Saá, causante del asesinato de Aberastain, amigo íntimo de Sarmiento. La anarquía se extendía por toda la provincia.
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