Conformación De Una Realidad: Legitimación Y Construcción

Los pensamientos de los seres humanos siempre son influenciados por su realidad social, también sus acciones. En función de esto, es que se ha decidido abordar la problemática existente en el quiebre institucional del estado chileno en el año 1973 de mano de las FF.AA; La conformación del estado coercitivo, la legitimación de la violencia, junto con la construcción de discursos hegemónicos que detentaron el actuar del estado. El querer analizar las consecuencias puede resultar de gran complejidad y parcial si nos detenemos solo en las consecuencias inmediatas que tuvo. En razón de esto, es preciso señalar aspectos que fueron claves en la conformación de un estado donde se legitimo la violencia.

Señalado el contexto en donde se plantea el presente análisis- la conformación de un estado en el que la violencia es algo legítimo e institucionalizado- se torna necesario delimitar lo que atañe al presente documento y que fuentes se utilizarán en este, para así vislumbrar el como se construyó a nivel de relaciones interpersonales una justificación ideológica de este régimen. Por un lado encontramos a Pilar Vergara, Auge y caída del neoliberalismo en Chile, junto con Carlos Huneeus, El régimen de Pinochet. El marco teórico que se plantea, es el análisis de ambas fuentes en el contexto de 1973 junto con sus consecuencias inmediatas y a largo plazo, tanto en cuestiones humanas como en la esfera económica y la construcción de un estado “reformado”, es el de analizar el como, estos discursos construyeron una nueva realidad social. En función de estas fuentes es que deben tener consideraciones previas, como conceptos útiles a la hora del análisis. Es por esto, que la reformación del Estado estuvo dotado de discursos hegemónicos que se hicieron validos como verdades nacionales. Es que mediante discursos hegemónicos es como estas influencias se hacen patentes en los individuos, en la realidad actual nuestro pensamiento se conforma a través de prejuicio, generalmente estos son insertados en nuestra cultura. El primer concepto en función de esta postura es el de poder, definida por A.Giddens

“El poder es un elemento esencial (…) es una característica intrínseca a la capacidad transformadora de la práctica social, y está íntimamente ligado con la noción de agencia (en la teoría de la estructuración). Poder significa el mecanismo por el cual un agente o grupo de agentes intenta influir en la actividad de otros y en sus resultados.”

Siguiendo con la argumentación, debemos mencionar lo que Gramsci entiende por Hegemonía, esta interpretación nos indica que la clase dominante ejerce su poder no sólo por medio de la coacción, sino también, logra imponer su visión del mun¬do, una filosofía, una moral, costumbres, un "sentido común" que favorecen su interés.

Ya descrito el marco teórico, damos paso al análisis.

A la hora de dilucidar las principales ideas el texto de Pilar Vergara Auge y Caída del Neoliberalismo en Chile durante las primeras dos semanas de la imposición de las Fuerzas Armadas en septiembre de 1973, existió una indefinición ideológica, sin embargo, podemos apreciar que durante la primera semana de octubre hubo una inclinación por el sentido fundacional, dejando de lado el sentido restaurador. Este ultimo implicaba que la duración del régimen debería ser por un plazo establecido, mientras que el sentido fundacional implico una recuperación y un retorno, ya que, no es la invención de la nación desde la nada, sino desde la valoración de un pasado glorioso, además destaca por su carácter autoritario, y contó con el apoyo desde un principio de los medios de comunicación. Sus intereses eran romper con la ideología previa octubre de 1973 estas eran la crítica al estatismo, al reformismo, la democrática y pluralista. En Chile la situación del régimen militar tuvo magnitud no solo por los altos costos humanos de este, si no que, la violencia como un rasgo distintivo de este régimen, que por cierto fue legitimada y se mantuvo como una estrategia de disuasión contra los detractores del régimen. Es necesario destacar que esta característica es propia del régimen militar chileno, ya que, en ningún otro caso de América Latina, salvo el caso Argentino en 1976, si vivió tal grado de violencia.

Este escenario de violencia surgido pos golpe de estado, tiene su explicación según Huneuss en la acentuada crisis económico y política que afectaba al país a la hora del golpe, la polarización del contexto político permitió un quiebre en el ya mentado escenario chileno.

Con lo planteado anteriormente, se hace necesaria la pregunta ante la luz de los hechos, como fue que la legitimación de la violencia pasó a una institucionalización de esta, es decir, la creación de aparatos coercitivos por parte del estado, y como es que esto encontraban legitimidad para actuar.

Las Fuerzas Armadas, tenían la intención de crear una nueva institucionalidad, considerándose así la única institución capaz de erigirse en legítima representante de los verdaderos intereses nacionales. Esto es lo que se refiere a la ideología de la seguridad nacional. Asimismo, aspira a iniciar una nueva etapa en el destino nacional, abriendo el paso a nuevas generaciones de chilenos, formada en una escuela de sanos hábitos cívicos, ya que, consideraban que desde los gobiernos del Frente Popular esto valores se habían perdido, por lo mismo, ese pasado glorioso se encontraba en la república portaliana, posterior a este se piensa que se fue desarticulando por los partidos políticos quienes actuaron como “gérmenes” a la hora de debilitar el poder del ejecutivo culminando con un quiebre institucional en 1973. En los años sesenta la debilidad política se incrementa más por la fundación de la democracia cristiana. Por su parte en 1966 hay un giro ideológico por la aparición del Partido Nacional. Sin lugar a dudas, “los militares en Chile no buscaron el poder, si que este les cayó en sus brazos a consecuencia de la crisis política y económica”, esto principalmente se debió al antagonismo que gano con la propuesta de una nueva vía al socialismo, donde la cogestión primaba junto con un cambio estructural de la economía imperante hasta ese entonces, esta situación de cambio a nivel estructural permitió el control estatal de empresas de todo tipo de envergadura y junto con esto, las ocupaciones de empresas y espacios agrícolas con el fin de poder obtener beneficios por parte del gobierno, la expropiación. Debido a esta situación, una acentuada crisis económica dio paso a que grupos gremialistas se opusieran al gobierno, dicho sea esto, la importante oposición de estos grupos sumado a paralización del país puso en jaque al poder ejecutivo y por ende, se incorporaron a los militares en el gabinete.

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