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Contabilidad 2


Enviado por   •  4 de Abril de 2013  •  2.745 Palabras (11 Páginas)  •  240 Visitas

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La crisis hipotecaria de 2007 se desató en el momento en que los inversores percibieron

señales de alarma. La elevación progresiva de los tipos de interés por parte de la FED que

desde el 2004 comenzaron a subir para con ello controlar la inflación, así como el incremento

natural de las cuotas de esta clase de créditos hicieron aumentar la tasa de morosidad y el nivel

de ejecuciones que es lo que comúnmente se llama embargo en las hipotecas de alto riesgo.

Como se ha analizado, dos han sido los factores clave de esta problemática: la alta liquidez y

el apalancamiento financiero. Desde hace varios años, el sistema financiero global está

inmerso en un mar de liquidez, como consecuencia de varios factores (políticas monetarias

expansivas, baja inflación, desarrollo de nuevas tecnologías para la gestión del riesgo, etc.).

Para corregir esta situación, los bancos centrales de las principales economías se hallaban en

una fase de subidas de tipos de interés, ante el temor a la existencia de una burbuja

especulativa ligada a los activos inmobiliarios y a las materias primas.

Varias circunstancias se han aliado para dar lugar a la crisis financiera del Subprime en

Estados Unidos. En primer lugar, el fuerte aumento de los tipos de interés hipotecarios.

Además, el sector inmobiliario entró en recesión en enero de 2006, con caída del número de

viviendas vendidas y descenso de precios. Adicionalmente, se ha producido una ligera desaceleración económica y, finalmente, una

relajación de los estándares de concesión de crédito hipotecario Subprime, sobre todo en 2005

y 2006. Estos elementos han impulsado el aumento de la morosidad hipotecaria.

Desde el año 2004 hasta el 2006 el tipo de interés pasó del 1% al 5,25%. El crecimiento del

precio de la vivienda, que había sido espectacular entre los años 2001 y 2005, se convirtió en

descenso sostenido. En agosto de 2005 el precio de la vivienda y la tasa de ventas cayeron en

buena parte de los Estados Unidos de manera abrupta.

Las ejecuciones hipotecarias debidas al impago de la deuda crecieron de forma espectacular, y

numerosas entidades comenzaron a tener problemas de liquidez para devolver el dinero a los

inversores o recibir financiación de los prestamistas. Para el 2006, la crisis inmobiliaria ya se

había trasladado a la Bolsa: el índice bursátil de la construcción estadounidense (U.S. Home

Construction Index) cayó un 40%.

En el año 2007 el problema de la deuda hipotecaria subprime empezó a contaminar los

mercados financieros internacionales. Muchos compradores no reunían los requisitos para

recibir un préstamo hipotecario. La industria inmobiliaria creó entonces varias fórmulas para

que los compradores pudiesen obtener préstamos, entre ellas las llamadas subprimas.

Los compradores aceptaron pagar sólo intereses durante los primeros años de su hipoteca, sin

tomar en cuenta que los intereses estaban subiendo. Para colmo de males, las hipotecas de alto

riesgo no tienen interés fijo, sino variable. Esto se está convirtiendo en una pesadilla para el

comprador, al tener que pagar mucho más mensualmente debido a las variaciones de los

intereses.

El sector de la vivienda fue clave en el crecimiento económico de Estados Unidos entre 2001 y

2006. Según el Centro de Estudios de la Vivienda de la Universidad de Harvard, el sector

supone más del 25% del Producto Interno Bruto del país. Y en ese tiempo produjo un tercio

del empleo creado y casi la mitad del gasto en consumo. Pero en el último año y medio, las ventas de viviendas nuevas (un recorte anual del 6,6% en julio) y los precios (el 1,4% menos)

se han estado desplomando, y presentan los peores datos de los últimos 16 años.

El crecimiento va de nuevo para abajo y con ello la esperanza de obtener mejores resultados

que redunden en ciudadanos felices por tener trabajo, contentos por contar con un ingreso para

pagar el multiplicado agobio mensual de las deudas. Del homo economicus al homo obligatoonis significa que, a esta sociedad global, hemos arribado endeudados, la vida se encuentra a

plazos, cómodas mensualidades, con intereses a pagar por décadas por la hipoteca, el coche,

los seguros, las tarjetas de crédito, los bienes de consumo.

El cataclismo del subprime con epicentro en Estados Unidos no hace más que remover la llaga

abierta para el mundo entero: la gente quiere una vivienda propia, es una de las principales

motivaciones cuando se tiene un empleo, cuando se decide formar una familia, dejar de pagar

por un alquiler y asumir la obligación de una hipoteca para ser dueños del ladrillo. El

problema es que, demográfica y salarialmente hablando, no hay ladrillo para todos, la

especulación desde hace años se apropió de la construcción de vivienda, de los programas

públicos y privados.

Los costos de la vivienda privada y pública son indignantes, y no es tampoco ninguna novedad

desde finales de la década de los ochenta viene formándose una burbuja especulativa en el

terreno de la vivienda pública y privada. Contribuye a ello el desbalance entre oferta y

demanda y la disponibilidad. En algunos países esta burbuja especulativa es más evidente que

en otros, Estados Unidos, Gran Bretaña, Japón, Rusia, Alemania y España. En buena medida

el encarecimiento del costo de la vivienda va ligado con la ola inmigrante que debe enfrentarse

a pagar precios altísimos por alquileres y costos caros por el pago de hipotecas.

Estados Unidos es una de las principales economías de impacto global, por eso, preocupa a

todos si avanza o desacelera, no es sólo cuestión de interés para México. Recientemente, la

Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OECD) estimó un menor ritmo de crecimiento en los próximos meses para Estados Unidos, Japón y Alemania en la Zona

Euro3

. Estamos hablando de tres motores imprescindibles en el globo terráqueo y que alteran

las previsiones de los economistas para la recta final del 2007, además de añadir buenas dosis

de incertidumbre en la actuación de los mercados.

Momentáneamente se tiene bolsas muy nerviosas, que están ajustando ganancias y realizando

correcciones, rumbo al cuarto trimestre del 2007; las monedas están reaccionando también y

los sectores inmobiliarios y de la construcción siguen

...

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