Crisis Nacional General De 1895

Crisis nacional general de 1895

En el Ecuador de los años 1890 se avecinaba una ruptura estructural teñida por la “regionalización”. En el cual el estado terrateniente se consolidó durante el gobierno de Gabriel García Moreno y de los presidentes progresistas. La nación se erigió como dominante donde el titular del poder lo era por derecho divino y en la que la iglesia se convirtió en eje fundamental de la represión ideológica.

En efecto luego de más de medio siglo de fracasos en materia de política internacional y frente a permanentes peligros de desaparición del Ecuador como país, el factor desencadenante de la guerra civil 94-95, que culminará con el ascenso de la burguesía al poder, atañe a lo nacional. Lo regional aparece en un agudo contexto político del cual se originaron transformaciones profundas en la sociedad ecuatoriana. A continuación veamos el desarrollo de esta crisis

El estado terrateniente se vio en un principio amenazado por las montoneras campesinas en el litoral que se manifestaban en contra de los latifundios. En aquellas manifestaciones los campesinos movilizados ya no solo provenían de Guayas y Los Ríos, sino también de Manabí y Esmeraldas. Se formaron también otras formas de lucha como asambleas populares, manifestaciones callejeras, levantamientos y formación de ejércitos regulares regionales. Ya para ese tiempo el litoral ampliaba a dos tendencias políticas como la democrático–burgués propiciada por las montoneras campesinas en busca de un programa agrario democrático y la burguesía comercial-bancaria buscando transacciones con los terratenientes.

El movimiento revolucionario a nivel nacional no era compacto. Las diferencias regionales se enmarcan entre dos regiones; la costa y la sierra. Guayaquil albergaba a dos clases los terratenientes cacaoteros que eran más notables y la burguesía comercial bancaria. Esta última más cautelosa ya que solo bajo la presión campesina y el triunfo de las fuerzas revolucionarias en toda la costa se pronunció por Alfaro. En contraste con la sierra en la que se incitaba a la defensa de la religión y del gobierno con su portavoz el aristócrata quiteño Pedro Rafael González Calixto en contra de los revolucionarios. No obstante la debilidad de las fuerzas económicas y políticas serranas se manifestó en el pacto de “la división del centro”.

Había tres posiciones políticas durante este proceso; la primera de claro corte terrateniente pre capitalista ciega a todo cambio. La segunda al interior de las filas revolucionarias las que querían una transacción con el gobierno, más concretamente con los terratenientes y la tercera de ruptura radical con el orden terrateniente, portadora del proyecto democrático burgués en la cual estaban burgueses, campesinado fundamentalmente costeño, pero también comprendía a sectores artesanales y a núcleos obreros.

En el proceso revolucionario se distinguieron tres fases importantes y claras; una fue en la cual se encontraban manifestaciones populares, protestas, levantamientos armados contra el gobierno, y en el que se da una participación de terratenientes, burguesía y sectores populares. La segunda se produce con el pacto de la División del centro, con la división de la junta reivindicadora de la honra nacional y que constituye a una fase

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