Crisis Politica

Crisis política mundial

La crisis de la segunda década en el segundo milenio del calendario, pareciera que se afronta no sólo en la trinchera económica y ambiental sino al parecer se intensifica cada vez más en el ámbito de lo político. El bioma que parecía significar China para equilibrar la balanza de superpotencia junto a los Estados Unidos, se quedó en eso, en una apreciación, pues las recientes giras triunfales del mandatario Xi Jiaping (incluido a su máximo rival capitalista), se quedaron ahí, muestras de competencia aparente por la supremacía económica, ya que hablar de otros aspectos, recientemente se demostró quién manda.

De modo que los intereses económicos soslayaron la legalidad internacional, impidiendo a China resistirse a la influencia estadounidense, sólo es Rusia quien se exime de toda presión fáctico potenciaría y decide ser fiel a sus convicciones, esto desde la cúpula que representa la toma de decisión con respecto a Siria en el Consejo de seguridad, la crisis política está al descubierto y se está manifestando nítidamente como ya en el pasado ha ocurrido.

El sometimiento del resto de los países miembros permanentes del consejo a los caprichos gringos es lo que alarma, no obstante que la máxima autoridad de la ONU, Ban Ki Moon, ya estableció la postura reservada y pacifista que debe ostentar la comunidad internacional, al menos por hoy debemos agradecerle a Rusia y al parlamento británico de no hacer "oficial" una pretensión a todas luces antijurídica y totalitaria por parte del monstruo americano.

La arrogancia política es manifiesta en todo momento, las declaraciones de la embajadora estadounidense ante el consejo lo confirman, "nuestro país siempre ha preferido que cualquier acción sobre Siria se haga bajo el paraguas de Naciones Unidas", lo que nos lleva a la conclusión que el acato al sistema internacional de derecho, el mismo que vio su génesis bajo el amparo norteamericano, es de carácter optativo cuando se habla de sus propios intereses, el titulo de este capítulo en las altas esferas internacionales se llama: crisis política mundial, pues nadie hace algo concreto para revertirlo.

No es que apoye lo que sucedió en Siria o que se justifique por ser entorno bélico el uso de armamento encarnizado, sino que de comprobarse la participación del régimen dictatorial en las muertes por armas tóxicas, es bajo el marco jurídico internacional que deben tomarse medidas, como causa de exclusión al uso de la fuerza que se le otorga al propio consejo, y en el que los principios esenciales de no intervención y libre autodeterminación de los pueblos pierden vigencia, pero siempre bajo la aplicación correcta de normas internacionales que se estructuraron para preservar la paz en el mundo civilizado. Si no se respeta esto, la regresión agreste de aquel mundo indómito y deshumanizado es inminente, la guerra se convierte en recurso y la violencia en estrategia pública. Estados Unidos pretende violar los principios esenciales instituidos en la carta de la ONU y a su vez la declaración universal de los principios de derecho internacional sobre cooperación y amistad entre estados. La nación patente en la "no intervención" por medio de la doctrina Monroe que estableció la prohibición a las potencias europeas de intervenir en cualquier asunto de injerencia americana, ahora_ justifica una guerra en instrumentos internacionales de categoría inferior como los convenios de Ginebra.

No es de extrañarse que las contradicciones se den en el análisis sucinto explicativo de su avezada postura, aquí estamos ante la nación fundadora de la liberalidad y "la libre determinación de los pueblos" autoría doctrinal del propio George Washington y Thomas Jefferson, pero también ante el que ha comenzado cuatro guerras en los últimos cincuenta años, bajo premisas absurdas y con excusas infantiles. La nación de la defensa a la vida, blasón de justicia que pugna por el desarme en el mundo, es el mismo que tiene vigente en 33 de sus estados la pena de muerte, pena que fue abolida por el mundo civilizado desde 1946 y también en el que la portación de armas de fuego a la población es legal. El país que defiende al mundo del terrorismo y el salvajismo islámico, es el mismo que creó la prisión de guerra en Guantánamo, es también la sociedad donde surgen homicidios masivos como el de la primaria en Connecticut o la bomba en el maratón de Boston. Todos saben que es la capital de la doble moral y las apariencias, no es el punto informar o descubrir el fenómeno, sino de indignarse cómo el resto del mundo se ha venido sometiendo a estos estándares de forma indiscriminada.

Crisis política mundial en la actualidad

1. Efectos sobre la democracia.

América Latina ha vivido un importante periodo democrático, aunque las instituciones siguen siendo débiles. El golpe de Estado y la crisis que atraviesa Honduras marcarán un hito en esta tendencia histórica, de allí la importancia de recuperar lo más rápidamente posible el Estado de derecho y el imperio de la Constitución.

Pero, más allá de este episodio, lo cierto es que las últimas dos décadas han mostrado un importante apego a los procedimientos democráticos, principalmente la realización de elecciones abiertas y cada vez más transparentes, aunque en los últimos años han tendido a reaparecer algunos cuestionamientos a los resultados electorales. También las tendencias reeleccionistas, a partir de un cambio en las reglas del juego, han erosionado la confianza ciudadana y polarizado muchas de las sociedades de la región.

Una tarea esencial es que «la democracia se haga cargo de las demandas de quienes han estado históricamente postergados, [de modo que] realmente garantice que los ciudadanos puedan realmente tener igualdad de oportunidades»la ciudadanía y fortalecer y efectivizar los derechos de las personas, algo que resulta especialmente importante en momentos de crisis económica y deterioro de los indicadores sociales. El rol de las políticas públicas en este desafío es esencial. Para promover la participación, los derechos y la profundización de la democracia, es indispensable construir consensos sólidos en cada una de las sociedades, de modo que el Estado democrático asuma una

Capacidad de liderazgo fundamental.

2. Mayores demandas sobre el Estado.

El cambio de paradigma no solo afecta los marcos teóricos con los cuales se analiza la realidad y se construyen hipótesis sobre la base de las cuales se toman las decisiones. El cambio de paradigma luego del fracaso del Consenso de Washington, evidenciado en el colapso generado por la crisis global, obliga a repensar el rol del Estado. En particular,

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