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Enviado por laa55 • 9 de Marzo de 2013 • 7.465 Palabras (30 Páginas) • 640 Visitas
Trabajo de filosofia
La Revolución Científica es uno de los grandes acontecimientos que definen al mundo moderno: comienza con la publicación de la obra de Copérnico y culmina con la obra de Newton, pasando por la aportaciones, entre otros, de Galileo y Kepler. Tal acontecimiento no sólo conduce al mundo de los objetos, sino que se convierte para el espíritu en un medio para llevar a cabo su propio conocimiento (nacimiento filosofía moderna).
Con ella se quiebra la imagen del mundo antiguo y medieval: el espacio y el tiempo se ensanchan hasta el infinito. Y la razón es lo único que nos permite entrar en ese ámbito, la que lo asegura, la que le pone medidas y límites: no en lo físico, sino en lo legal. En la nueva imagen del universo confluyen tanto el ímpetu por lo singular y concreto, lo fáctico; como el deseo de lo universal. La observación sensible tiene que aliarse con la medición exacta y de ambas surgir la nueva teoría natural.
Galileo y Kepler concibieron la idea de ley natural en toda su amplitud y profundidad, pero solo pudieron aplicarla en fenómenos naturales aislados: faltaba por mostrar que la legalidad rigurosa que regía en las partes podía extenderse a la totalidad y que el universo, en cuanto tal, era accesible a la comprensión exacta del conocimiento matemático y adecuadamente abarcable por él. La obra de Newton aporta esta prueba.
Esto explica la veneración de la que gozó Newton en el pensamiento Ilustrado.
"Nature and Nature´s laws lay hid in night
God said: "Let Newton be" and all was light" Poppe.
Época a la que D´Alambert caracteriza como la de la Filosofía. Con él se creía haber llegado a encontrar, por fín, tierra firme, encontrar un fundamento que ya no podría ser conmovido por ningún cambio en el conocimiento de la naturaleza .
Por primera vez se traza una historia física del mundo al margen del dogmatismo y la autoridad religiosa y que sólo quiere apoyarse en los hechos observables y en los principios universales del conocimiento teórico de la naturaleza. De este modo se abre una brecha definitiva en el sistema tradicional, y el espíritu afanoso y crítico de Voltaire no descansará hasta que no haya demolido piedra a piedra todo este sistema. Este trabajo de demolición era imprescindible si se quería llevar a cabo la reconstrucción de la física. La Ilustración logra esta victoria culminando con ello el proceso que se iniciara en el Renacimiento, y entregó al conocimiento racional un dominio fijo, dentro del cual ya no existía obstáculo alguno ni ninguna coacción autoritaria, sino que, por el contrario, podía moverse libremente en todas las direcciones y, en virtud de esa libertad, llegar a la conciencia plena de sí mismo y de las fuerzas que residían en él.
Nicolás Copérnico
Biblioteca del Gimnasio, Turín
Copérnico (1473-1543) fue un astrónomo polaco, conocido por su teoría heliocéntrica, según la cual el Sol se encuentra inmóvil en el centro del Universo y la Tierra gira alrededor de él. La teoría fue desarrollada en los primeros años de la década de 1500, pero se publicó años después. Se oponía a la teoría de Ptolomeo, entonces vigente, según la cual el Sol y los planetas giran alrededor de una Tierra fija. Al principio, Copérnico dudó en publicar sus hallazgos porque temía las críticas de la comunidad científica y religiosa. A pesar de la incredulidad y rechazo iniciales, el sistema de Copérnico pasó a ser el modelo del Universo más ampliamente aceptado a finales del siglo XVII.
Su formación académica fue muy variada. En 1491 comenzó a estudiar la carrera de humanidades en la Universidad de Cracovia. En enero de 1497, empezó sus estudios de derecho canónico en la Universidad de Bolonia, alojándose en casa de un profesor de matemáticas que contribuyó al interés de Copérnico por la geografía y la astronomía. En 1500, Copérnico se doctoró en astronomía en Roma. Al año siguiente obtuvo permiso para estudiar medicina en Padua. Sin haber acabado estos estudios, se licenció en derecho canónico en la Universidad de Ferrara en 1503 y regresó a Polonia.
Concluyó su obra más célebre, De revolutionibus orbium caelestium (Sobre las revoluciones de los cuerpos celestes), en 1530, pero no fue publicada hasta el 24 de mayo de 1543, poco antes de su muerte, por Andreas Osiander, un editor luterano de Nuremberg (Alemania). La teoría copernicana, pese a la oposición de la Iglesia Católica, fue imponiéndose paulatinamente debido a las observaciones científicas y a los apoyos de ilustres astrónomos como Kepler y Galileo.
El sistema de Ptolomeo
Hasta Copérnico el movimiento de los cuerpos celestes se explicaba mediante el sistema de Ptolomeo. Se suponía que los cuerpos celestes (el Sol, la Luna y los planetas) se encontraban situados en esferas huecas concéntricas a la Tierra. Las estrellas fijas (casi todos los objetos del cielo, se situaban en una sola capa exterior. Se suponía que cada una de estas esferas ajustaba perfectamente en la siguiente, como si fueran las capas de una cebolla. En el centro de todas ellas estaría la Tierra. Todas estas esferas girarían con distintas velocidades alrededor de la Tierra, de forma que desde la Tierra veríamos deslizarse por el Cielo a los distintos objetos celestes. Sin embargo, no todo era tan simple y para poder explicar los distintos movimientos que se fueron observando hubo que ir complicando bastante el modelo.
La teoría heliocéntrica de Copérnico
Copérnico se planteó que, en vez de ser las esferas las que giraban alrededor de la Tierra, podría ocurrir que la Tierra girara alrededor de su eje una vez al día. Idea que no era demasiado original porque se les había ocurrido antes a otros. Sin embargo, la verdadera aportación de Copérnico fue la de proponer que la Tierra no era el centro del mundo, sino que la Tierra y todos los demás planetas se movían describiendo círculos alrededor del Sol. Este nuevo modelo permitía explicar fácilmente el aparente movimiento de avance y retroceso que describen los planetas en el firmamento. De esta manera pudo desecharse la teoría de Ptolomeo con toda su carga de complicación y los reajustes que había sufrido. A partir de ese momento, los navegantes y los astrónomos disponían de un método mucho más sencillo para realizar sus cálculos. Bastaba suponer que la Tierra y los demás planetas giraban alrededor del Sol.
Grabado con el sistema solar de Copérnico. De revolutionibus orbium coelestium libri vi, 2nd ed. (1566). The Adler Planetarium and Astronomy Museum, Chicago, Illinois
Aunque en nuestros días se acepta la tesis copernicana, ésta ha
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