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Cuando la vida es muerte y la muerte es vida


Enviado por   •  30 de Agosto de 2016  •  Ensayo  •  2.205 Palabras (9 Páginas)  •  416 Visitas

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                                 Cuando la vida es muerte y  muerte  es la vida

Las practicas  relacionadas a  vidas en casos terminales  se han ejercidos por miles de años y existen argumentos que están a favor y en contra de esta práctica, uno de los argumentos  que favorece a esta práctica es  el derecho del paciente a elegir  y terminar con su sufrimiento o en todo caso que algún familiar lo haga  y los que se oponen   sostiene que es provocar la muerte  de un paciente terminal no es ético ya que esto se contrapone a los principios fundacionales de toda sociedad y de la práctica médica. En muchas partes del mundo la discusión se ha intensificado  luego de la legalización de la eutanasia y el suicidio asistido en algunos países. En argentina esta práctica aun es ilegal   aunque hay evidencia de que se realizan la discusión pública sobre esta práctica es muy escaza. Es  por esta razón que  profundizaremos en    la historia de esta práctica  su definición  y  en el más importante el paciente ¿tiene derecho a decidir  y acabar con su sufrimiento?

Algunas de las causas son la desmoralización familiar, desconocimiento del valor de la vida ajena, o al menos la reducción de  su cualidad  y por último  el abandono de la concepción de la visión de la dignidad de la propia vida y algunas consecuencias son el descanso de la persona que optó por esa opción, el dejar de sufrir y cesar la angustia de sus familiares y amigos  del verlo sufrir, queda en el otro el consuelo de que descansa en paz o también puede sentir culpa  por haber respaldado la decisión  o no haber hecho nada por impedirlo y otra  el incumplimiento de la ley  si no está permitida en el país.

 

Existen documentos que prueban que esta práctica  no es de hoy en día sino que desde la Antiguas Grecia y Roma.  Constituyo  una excepción  las escuelas hipocráticas , quienes juraban  entre otras cosas no administrar drogas mortales  a nadie  que lo pidiera ni hacer  sugerencia alguna en ese sentido la doctrina  cristiana se afianzo  en el pensamiento de las escuelas hipocráticas y afianzo  la oposición de la eutanasia en el pensamiento  medico  europeo  a partir de la Edad Media.  A lo largo de los siglos  el debate sobre la eutanasia  se expandió universalmente  y con mayor intensidad en los países  la mayoría protestante. La primera  propuesta para legalizar la eutanasia  presentada  en un parlamento  se votó en 1906  en la Legislatura del Estado  norteamericano  de Ohio; no alcanzo a ser aprobada. Desde entonces, numeroso hechos  impusieron su marca  en la práctica médica actual.

Son varias las prácticas  relacionadas al fin de la vida de pacientes terminales difundidas en estos días, las mismas son diferentes entre sí  y muchos médicos no conocen del todo el alcance de cada una de ellas.

 La eutanasia  es el acto de provocar  la muerte  con fines piadosos a un enfermo sin esperanzas y que sufre de un  modo indoloro y relativamente  rápido. En la concepción médico-legal la eutanasia voluntaria es la administración  por parte del médico de un agente  letal con la intención  de terminar con la vida de un paciente terminal, ante el pedido directo del mismo. La intención del tratamiento  en este caso es acabar con el sufrimiento, no finalizar la vida del paciente, pero  la muerte es una consecuencia posible del tratamiento.

Hay dos tipos  de  eutanasia voluntaria y la eutanasia por doble efecto su diferencia  radica en  la intención más que en la  acción; mientras que con la primera se busca eliminar el sufrimiento, con la segunda el  primer objetivo es calmar los síntomas. Finalmente, se define  decisión de no tratar (también conocida como eutanasia pasiva, que ahora está en desuso) al abandono o  no uso de tratamientos que pudieran prolongar la vida del paciente. Por ejemplo  frente  a un paciente  con cáncer sometido a extremo sufrimiento y con mal  pronóstico, una  decisión  de no tratar es la elección del médico de abstenerse de usar un  régimen  quimioterapico potencialmente para  prolongarle la vida en poco meses, otra opción es mandar al paciente a su hogar para que transcurra sus últimos días con su familia, aun cuando la privación  de la tecnología  pudiera acortar su vida.

Nuestro país  carece de legislación  que avale el ejercicio   de prácticas con fines de terminar la vida del paciente  en caso terminal. Además  la ayuda para cometer suicidio  figura contemplada  en artículo 83 se encuentra penada con prisión. Ninguna  iniciativa legislativa para despenalizar las prácticas relacionadas al fin de la vida  de pacientes terminales (de las pocas que hubo en nuestro país) llego a votarse en el  parlamento Argentino.

En nuestro país  existen algunos fallos que los jueces contemplaron y respetaron  el derecho  del paciente a no ser tratado, como el caso de  ángel Parodi que padecía de pie diabético y un juez avalo  su voluntad de negarse a la amputación  de su pierna aun cuando corría peligro  su vida. Este respaldo  de la jurisprudencia al derecho de no recibir  tratamientos  es muy acotado, otras  formas de muertes asistida no ha habido  ni han sido permitidas por jueces argentinos. (http://edant.clarin.com/diario/2007/12/01/sociedad/s-05601.htm)

Argumentos en contra y a favor de esta práctica:

Algunos argumentos en contra son el principal  el derecho a la vida  como un derecho inalienable, al  ejercer la eutanasia estoy entregando la libertad, mi libertad y al mismo tiempo acabando con ella cuestión que aún no se resuelve si es así, otro punto en contra de esta práctica  es bajo qué circunstancias se debe aplicar y como legislar esta práctica, este punto se plantean ciertos límites  aun no es claro bajo que límites, aun no es claro como aprobarla.

Otra es que  en el caso de los enfermos mentales  existe una dificultad de posición, otra poco probable pero tomada como válida para no legalizar esta práctica  es en el caso que el paciente haya dejado por escrito (testamento en vida) y se haya arrepentido a último momento. También  hay que analizar en el caso de que  con los avances que supone la tecnología y la medicina esa enfermedad no se pueda curar, podría aumentar  el número de eliminaciones de  pacientes con alguna enfermedad incurable  y así mismo aumentaría  las presiones sobre el que lleva acabo la acción en este caso el medico por parte de la familia, todas esta razones podrían desencadenar en otra  donde los medico podrían ser tomados como verdugos , lo que implicaría en una sociedad como la nuestra  una pérdida de confianza en la persona tratante de mi enfermedad, y dentro del seno  familiar podría  aumentar el número de  homicidios con mascar de eutanasia , con el fin de cobrar buenas herencias, en el plano de interés  político  y económico podría  verse la aplicación de esta práctica , a la eutanasia como un negocio de tráficos de órganos  si se llegara aprobar.
En contra posición con  uno de los puntos anunciados anteriormente  podría disminuir  los recursos  destinados a las curas de las enfermedades y así mismo a la investigación de ellas, ya que podría salir menos dejar morir a las personas.
Se puede perder la esperanza de vivir, si como viejos las personas son dejadas de lado, aisladas en asilos, como enfermos pueden ser eliminados simplemente.  Y por último  como deber cívico  el permanecer vivo ya que la decisión  que conlleve al acto es del todo irreversible.

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