Cuba, una historia para prevenir

Lizeth Cerda Posso

Noviembre 25, 2011

Cuba, una historia para prevenir

“Quien mira lo pasado, lo por venir advierte”, este refrán se refiere a la tendencia que tenemos todas las personas para cometer un error tras otro pero si tomamos en cuenta lo ocurrido en el pasado es posible que seamos capaces de ser precavidos y no caer en la misma experiencia. Gustavo Pérez Firmat presenta “Vivir sin historia” que es una ejemplar poesía perteneciente a la Literatura Latinoamericana. Pone, indirectamente, mucho énfasis en la importancia que hay en no perder de vista “las bellas catástrofes” que padecieron todas las personas de toda una nación. El problema más relevante, a lo largo de los siglos, ha sido preguntarse cuál será el mejor camino para llegar a tener una vida lejos de una dictadura y cada vez más cerca de una democracia absoluta. Pero es muy difícil recordar el pasado, porque ¿cómo puede el pasado estar registrado o expuesto en letras y también en la memoria de cada una de las personas? y existe una gran discrepancia entre estos dos modos. Existen un sin número de experiencias escritas o vividas que nos hacen recapacitar y abrir los ojos para no caer en esas historias negativas que han tenido otras patrias; aunque es muy difícil recordar el pasado para aquellos que conocieron la realidad por las experiencias de otros, resulta que quienes han vivido el día a día lo recuerdan con más dolor, intensidad y claridad.

Uno de los fundadores de la “Sociología del Conocimiento” fue Karl Mannheim, quien nos dice que todo depende del instante por el que está pasando un individuo en su diario vivir para que cause asombro de los acontecimientos. También nos dice que los seres humanos recordamos mas las significativas circunstancias vividas durante la etapa de la adolescencia y la temprana madurez, que aquellos que lo experimentan en tiempos posteriores a esta etapa, lo cual hace que “tanta tragedia” sea casi variable y desemejante y que, por norma global, la humanidad no consiga tener un punto de vista suficientemente claro de su pasado, como para prevenir y concluir lo por venir, si ese pasado vuelve a frecuentar. Es muy alarmante y triste a la vez que no sólo las personas sino también los Estados caigamos dos o más veces en la ignorancia de aquellas personas que tratan de guiarnos con una ideología dictatorial.

Gustavo Pérez Firmat titula a su poema “Vivir sin historia”, quien a través de la misma expresa claramente al lector que esta “cansado de la historia, entre otras cosas” a pesar de estar lejos de su país. En la segunda estrofa “desde su margen contempla” una Cuba sin libertad, “a los hombres pararrayos”, aquellos que provocan al régimen defendiendo sus derechos, “a los hombres-volcán”, quienes absorben toda la tragedia; acentuando que no tiene historia y sin embargo está cansado. En el quinto verso de la segunda estrofa habla sobre el “mártir del momento” que en este caso sería toda la gente que fue víctima de “inmolaciones” y que vivieron en luto espiritual.

En la cuarta estrofa, se observa un país en el que sobresalen los rasgos propios de una dictadura, miles de personas con “mala suerte o mala leche” porque fueron víctimas de “pudrirse de grima en una cárcel”. Pérez Firmat pretende advertir a todos los países tomando el camino mostrándonos, mediante su poesía, tanto sufrimiento y tanta desgracia que causa un gobierno con un sistema dictatorial. Pero lo primero es que

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