Cuento de la Revolucion francesa
Enviado por Estefania Zapata • 22 de Mayo de 2019 • Tarea • 861 Palabras (4 Páginas) • 2.666 Visitas
Hace cientos de años en un país llamado Inglaterra existían manos que se encargaban de todo. En este gran país vivía una familia de apellido Garra, una familia tan pobre que lo único que podía hacer era labrar la tierra, ya que se veía afectada por que la mano más poderosa de todo el país era quien los reinaba. Esta mano era quien decidía qué se podía hacer y que no, y dividía con estas decisiones al resto del pueblo: en la parte más alta de la sociedad se encontraba la mano reina, seguido de las manos religiosas quienes se encargaban de todo lo relacionado con Dios, después se encontraban el grupo de manos comerciantes, quienes hacían todo tipo de negocios para acumular riquezas y por último estaban las manos campesinas, pobres y esclavas, quienes se encargaban de cultivar las tierras y servir a las familias de manos con más dinero.
La familia Garra, día a día se levantaba hacer lo que sus antepasados les habían enseñado, y lo que mejor sabían hacer, labrar la tierra. La tarea no era fácil ya que ellos cultivaban, sembraban y cosechaban lo que le servía de alimento al pueblo, pero lo más triste de esta historia es que pocas veces gozaban de los frutos que la tierra les dejaba porque la mano suprema recogía todo lo que se sembraba en el gran país. Gracias a la labor de los grupos de manos comerciantes que tenían negocios en diferentes partes llevando y trayendo en barcos todos los materiales para crear la ropa que las manos con más dinero compraban y usaban, el país se hacía cada vez más rico y nacían más manos haciendo que la población creciera.
El papá de la familia, Monchito, era una mano muy trabajadora, el tejía con algodón uno de los materiales que más se utilizaba y que generaba más dinero para los otros grupos de manos. Un día Monchito cansado de tanto trabajar y no tener suficiente dinero para alimentar a su familia, decidió buscar una nueva manera de beneficiar a su familia, puso precio a sus tierras y consiguió que alguien le prestara dinero por ellas. Con este dinero viajó a una de las ciudades más grandes del país llamada Manchester, ilusionado, pero a la vez triste por dejar a su familia sola, llegó a buscar a uno de sus mejores amigos, pero no todo era tan fácil como él pensó.
La ciudad estaba llena de grandes construcciones y Monchito estaba sorprendido porque nada de eso se veía en el campo, incluso no sabía ni siquiera por qué de estas construcciones salía tanto humo negro. Al ingresar con su mejor amigo a una de estas fabricas Monchito se dio cuenta que la manera de trabajar era totalmente diferente a la que él estaba acostumbrado. Había máquinas que realizaban su mismo trabajo en menos tiempo y con mejor resultado, pero que también se necesitaban manos para poder manejarlas.
La familia Garra decidió viajar a Manchester para reunirse con su papá y buscar juntos una mejor vida, ya que en el campo las cosas cada vez estaban peor. Al tener a toda su familia reunida, Monchito empezó a trabajar muy duro en una de las fábricas, pero su jefe al darse cuenta que él tenía a su esposa e hijos en la ciudad, lo obligó a llevarlos a trabajar con él. Las horas de trabajo cada vez eran más largas y las manos pequeñas sufrían porque no tenían la misma fuerza que las manos grandes.
Monchito se cansaba de ver que al ser tan pobres sufrían más necesidades, no tenían buenas casas, no podían ir al médico, ni siquiera contaban con un buen sistema de aguas, es decir, sus baños y el agua que tomaban era pésimo, trabajaban casi todo el día y solamente tenían tiempo de comer y dormir, ni siquiera podían pasar tiempo juntos.
...