Cultura Griega

Materia Divina de la Antigua Grecia.

Esta exposición que se encuentra en el Museo de Antropología que nos deja observar acerca de la religión en la Antigua Grecia, la cual es una forma ideal para conocer más acerca de esta cultura, pues esta contenía una seria de ritos que unía a todos los griegos.

Los griegos tuvieron una forma peculiar de guardar su historia; por medio de jarrones de cerámica que te cuentan el cómo eran estos ritos, los dioses que tenían y diferentes acontecimientos que pasaron a lo largo del tiempo.

A lo largo de la exposición se ofrecen claves de lectura para abordas estas situaciones de la mitología griega de la antigua Grecia como: ¿Cómo se definen los dioses?, ¿Por medio de que atributos?, ¿Qué relaciones mantienen entre si y con los hombres?, ¿Según qué principios se les asocia a través de la imagen?, ¿En que formas se manifiestan?

Primero nos habla de una creación a partir de un caos, del cual vino Gea y Urano (la Tierra y el cielo) y luego Cronos (dios del tiempo) y ya mucho después los demás dioses quienes eran comidos por cronos, pero Zeus, dios del trueno, pudo engañarle y matarle y así dejar libres a sus demás hermanos, a quienes les dejo algo a cargo como a Poseidón los mares y océanos, a Hades, el mundo de los muertos y a el mismo el cielo.

La religión y lo político están estrechamente articulados en la antigua Grecia: los sacerdotes son magistrados y una de las funciones de la religión consiste en asegurar la cohesión del cuerpo social. Así, al financiar hecatombes (sacrificios de cien bueyes), la ciudad ofrecía a todos los ciudadanos –incluso a los más pobres– un festín de carne, además de un día feriado. La religión está en el corazón de la vida de las ciudades griegas, como lo indican las fiestas religiosas y los concursos que marcaban el ritmo de la vida cotidiana; se presentarán las fiestas más importantes del calendario ateniense, uno de los que mejor se conocen.

Los santuarios, por su parte, diseminados por la ciudad y su territorio circundante, estructuran y organizan el espacio cívico. El centro urbano acoge el culto de varias divinidades mayores, como la divinidad que vela por la ciudad y, a veces, le da su nombre, como Atenea para Atenas; en el campo, algunos santuarios situados en los confines marcan las fronteras del territorio de la ciudad. La exposición evoca el espacio sagrado a través del altar –que permite la comunicación entre los hombres y los dioses–, del templo (casa de la divinidad) y de las ofrendas y exvotos.

En la última sección se aborda un espacio íntimo y familiar, que los griegos designan con el término de casa (el oikos). La religión, que marca la vida cívica, impregna igualmente los gestos de la vida privada. En la antigua Grecia, las principales etapas de la vida (nacimiento, pubertad, matrimonio y muerte) requieren la celebración de ritos de paso

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