DAVID SANCHEZ JULIAO, SÍMBOLO DE ORGULLO COLOMBIANO

A través de los tiempos, han sido muchas las personas que han decidido dejar impresos entre un montón de hojas que aparentan solo miles de líneas escritas y cientos de signos de puntuación sus sentimientos, pensamientos, imaginación y parte de su vida como legado a futuras generaciones, estas ingeniosas personas a quienes llamamos escritores, dejan al descubierto experiencias, ideales, y mucha sabiduría que día a día instruye y deja impregnado nuevos saberes al lector quien se apropia de estas líneas llenas de vida e imaginación.

Entre estas personas que además de transmitir saberes transmite alegría y hace volar la imaginación de todas las personas que leen sus obras y nos hace sentir más colombianos, se encuentra el escritor colombiano y más que eso Cordobés, David Sánchez Juliao; quien nació el 24 de noviembre del 1945 en Lorica, departamento de córdoba y murió el 9 de febrero del presente año. Tuvo una formación en literatura, en comunicaciones y sociología, también tuvo doctorados en la universidad Simón Bolívar y en la universidad de Córdoba y con estudios en CIDOC, Cuernavaca, México en donde luego se desempeñó como profesor.

Ha publicado cuentos, fábulas, historias para niños y testimonios escritos y grabados de viva voz con prestigiosas editoriales de Colombia y en otros países.

Este orgulloso colombiano ha recibido varias veces el premio nacional de cuento, y Premio Nacional de Novela Plaza y Janés, con el libro llamado “Pero sigo siendo el rey”. De esta novela, como de otras de sus obras, se ha hecho una versión para televisión difundida ampliamente en muchas lenguas. Sus historias grabadas han merecido 5 galardones de Disco de Platino Sonolux y Disco de Oro M.T.M y las adaptaciones de sus obras para cine y televisión han merecido 17 Premios India Catalina en el Festival de Cine de Cartagena.

Sánchez Juliao ha sido ha residido, por razones académicas y diplomáticas, en cuatro continentes. Ha sido profesor invitado en universidades de Norte y Sur América, Europa, Asia, África y Oceanía, continentes en los cuales vivió por años, donde se ha encargado de difundir la belleza y espíritu de la gente colombiana y aún más de la Costa Caribe.

Fue embajador de Colombia en la India y en Egipto entre 1991 y 1995, países en los que, mientras ejercía sus funciones de Jefe de Misión Diplomática, se desempeñó como profesor universitario. Obtuvo el Premio Internacional Dulcinea en el 2000 otorgado por la Asociación Cervantina de Barcelona; igualmente, La Fundación Libros y Letras, le otorgó el Premio Nacional de Literatura en el 2003 por Vida y Obra.

David, siempre se ha interesado por rescatar el acervo de la tradición popular de las sabanas sinuanas. Su capacidad creativa y versátil voz le han permitido recrear personajes anónimos de su tierra como “El Flecha” “El Pachanga” y “Fosforito”, los que han quedado inmortalizados

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