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DOCTRINA SOCIA DE A IGESIA Y POBREZA

f.molina2913 de Agosto de 2013

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DOC. 3.2

Doctrina social de la Iglesia y pobreza

Como los seres humanos no están solos ni aislados en el mundo, sino que viven en sociedad, la Iglesia desarrolla un juicio moral en materia económica, política y social, a fin de inspirar actitudes justas en el uso de los bienes terrenos y en las relaciones socio-económicas. Se llama Doctrina Social de la Iglesia a ese cuerpo de principios desarrollados a través del tiempo para dar justas orientaciones ante las realidades sociales, económicas y políticas en constante evolución.

Ofrece una visión de un orden socio-económico en que no sólo domine el criterio del lucro y lo material, sino que busque el bien común en la construcción de un sistema de acuerdo con el desarrollo de la dignidad humana.

Avances técnicos y sociales

Entre los males que acechan al mundo, Juan Pablo II mencionó: drogas, lavado de ganancias ilícitas, corrupción, violencia, armamentismo, discriminación racial, desigualdades entre grupos sociales, destrucción de la naturaleza.

No obstante ser tan amplia, se suele entender por Doctrina Social de la Iglesia la que trata sobre los principios que deben regir las actividades económicas, entre las que están las relaciones entre patrones y empleados, especialmente a partir de la llamada Revolución Industrial iniciada en el siglo XVIII.

Iglesia y las cuestiones sociales

La Iglesia creada por Cristo para enseñar Su doctrina a los hombres, tiene por lo tanto no sólo el derecho, sino ambién la obligación de enseñar los principios que deben regir la vida en sociedad, y como las condiciones sociales han ido evolucionando, las aplicaciones prácticas de esos principios han ido cambiando también. Es también su función el señalar los métodos eficaces y justos, así como los que son ineficaces e injustos.

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Pero la Iglesia no propone específicamente ningún modelo. Acepta como buenos los principios de la propiedad privada, libertad de empresa y economía social de mercado, pero corresponde a los laicos el organizar la economía de manera que sea para el beneficio de todos, y no de unos pocos.

Esta doctrina reconoce la legitimidad de los esfuerzos de los trabajadores para conseguir el pleno respeto de su dignidad y espacios más amplios de participación en la vida de la empresa, de manera que, aún trabajando juntamente con otros y bajo la dirección de otros, pueda considerar que trabaja en algo propio, al ejercitar su inteligencia y libertad.

El desarrollo integral de la persona humana en el trabajo favorece la mayor productividad y eficacia del trabajo mismo. La empresa no puede considerarse únicamente como una sociedad de capitales, es al mismo tiempo una sociedad de personas, en la que entran los que portan el capital y los que colaboran con su trabajo.

Principios

1.-La Solidaridad

2.-El Bien común

3.-La Dignidad de la persona humana

4.-El Derecho al trabajo

5.-La Propiedad privada

6.-La Justicia social

7.-La Participación

8.-La Libertad

9.-La Subsidiaridad

10.-La Transparencia

Dónde se encuentra la Doctrina Social de la Iglesia

Aunque está intrínsecamente en La Tradición, La Biblia y los Santos Padres, en la práctica la encontramos específicamente en las Encíclicas:

"Rerum Novarum" de Leon XIII

"Quadragesimo anno" de Pio XI

"Radio Mensaje de Navidad" Pío XII

"Mater et Magistra" Juan XXIII

"Pacem in Terris" Juan XXIII

"Populorum Progresio" Pablo VI

"Gaudium et Spes" Pablo VI

"Sollicitudo rei socialis" Juan Pablo II

"Labores Exercens" Juan Pablo II

"Centesinus Annus" Juan Pablo II

León XIII se enfrenta con los abusos de la revolución industrial, defendiendo los derechos de los obreros a la unión y contratación colectiva, a la huelga como último recurso para reclamar sus derechos, a las limitaciones en la jornada de trabajo, a la protección de las mujeres y niños en el trabajo y a la dignidad intrínseca del trabajador.

León XIII

Condena las ideas marxistas y el comunismo ateo, advirtiendo el peligro de las soluciones que ofrecía y que en realidad perjudicarían a quienes pretendían ayudar.

Su Encíclica fue un aldabonazo contra el capitalismo liberal, y el inicio de las medidas propugnadas por sus sucesores en las Encíclicas posteriores mencionadas.

La propiedad privada

La propiedad privada es el medio para asegurar la autonomía personal y familiar de cada cual, y, por lo tanto, su libertad; pero la propiedad tiene también una función social fundada en el destino universal de todos los bienes.

Dios ha dado la tierra a todo el género humano para sustento de todos sus habitantes, sin excluir ni privilegiar a nadie. La tierra da fruto mediante el trabajo del hombre, usando su inteligencia y libertad. Al apropiarse de parte de ese don, con su esfuerzo, surge la propiedad individual o privada, como resultado de su trabajo aplicado a los bienes terrenales. Pero le incumbe también la responsabilidad de no impedir a otros obtener su parte del don de Dios, sino cooperar con ellos para dominar juntos la tierra.

Pío XI

La propiedad privada es legítima para garantizar la libertad y la dignidad de las personas, para atender sus necesidades y de las que están a su cargo, se apoya en la justicia, que obliga a respetar los derechos de cada uno, a dar a cada uno lo que le corresponde y a reconocer su propiedad sobre las cosas.

Pero la propiedad privada no anula el destino universal de los bienes, ni el derecho de todos a participar en ellos. La función social de la propiedad privada, exige que todos tengan la oportunidad de lograrla pues el carecer de ella lo obliga a estar sujeto a su situación actual, sin tener posibilidad de cambiar o mejorar, por estar totalmente dependiente de otra persona o de un trabajo, y en una situación de indefensión.

Nuevas clases de propiedad

Originalmente, la tierra era la única clase de propiedad que existía, y sus productos eran los que componían la riqueza de sus dueños. Aun ahora la propiedad privada de la tierra es un factor del que se abusa en muchos países, y los proyectos de reformas agrarias son parte de la política.

El deseo de poseer aunque sea un pedazo de tierra donde edificar una casa, es el objetivo de una gran parte de la población, el poder sembrar y cosechar lo sembrado en tierra de su propiedad es el anhelo de todo campesino.

Hoy sin embargo hay otras clase de propiedades que impulsan el progreso de los países industrializados, el conocimiento de la técnica y del saber contribuye a la riqueza de la humanidad y determinan el nivel de la vida de sus ciudadanos.

En la actualidad muchas personas trabajan con otras, en forma más social que individual. Esta forma de trabajar en equipo abre la oportunidad a la participación y creatividad, la capacidad empresarial de combinar los factores productivos más apropiados, la iniciativa, el espíritu emprendedor y la creatividad, son los aspectos más importantes del trabajo en la creación de riqueza.

Pío XII

La persona humana se convierte en el principal recurso económico de la economía de empresa, basada en la libertad. El hombre ha desplazado a la tierra y al capital como factor decisivo en la producción de riqueza, gracias a la labor humana que ha ido creando la tecnología actual

Este proceso de aumento en la contribución del trabajo humano a la producción y al progreso, lleva aparejado la necesidad de reconocer esa contribución y la dignidad del trabajador en cualquiera que sea su trabajo específico y del nivel del mismo en la empresa.

Las nuevas formas de propiedad contribuyen a aumentar las desigualdades

Desgraciadamente hay en la actualidad, especialmente en los países del tercer mundo, millones de personas que sufren una enorme explotación inhumana, por carecer de medios y oportunidades para entrar a formar parte de la economía moderna. Sin los conocimientos básicos no pueden desarrollar sus capacidades ni lograr las oportunidades para entrar en el sistema actual, quedando naciones enteras marginadas del progreso y del desarrollo.

Esa explotación es no solo producto de intereses extranjeros que buscan el más bajo jornal posible, sino también por los intereses locales que ven con indiferencia como sus conciudadanos viven en la miseria.

Juan XXIII

Muchas personas, aunque no marginadas del todo, afrontan una lucha por subsistir tan dura como en la del capitalismo original, a principios de la Revolución Industrial. Un comentario sobre aquella época era, "El obrero actual está sometido a un sistema peor que el de la esclavitud, un esclavo le costó dinero al patrono al comprarlo, luego tiene un valor que hay que cuidar, pero un obrero actual no tiene valor alguno pues hay cientos que están dispuestos a ocupar su lugar si este se enferma o se muere, sin costarle nada al patrón."

Para todos ellos, a la falta de bienes materiales se ha añadido la falta del saber y de los conocimientos. Sumidos en la más absoluta miseria, no se les reconoce ni su dignidad humana.

El mercado internacional

Algunos países que han intentado alcanzar su desarrollo aislándose del mercado internacional, han experimentado un estancamiento, en contraste con el desarrollo logrado por los que se han incorporado al mismo. Igualmente, los que no logran

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