De la redacción Cuauhtémoc, Chihuahua
Enviado por omar.armenta • 3 de Noviembre de 2012 • 1.409 Palabras (6 Páginas) • 488 Visitas
De la redacción
Cuauhtémoc, Chihuahua.- El hombre murciélago, que parece emanado de alguna película de ficción, es un ser real que puso en pánico a un joven alumno de una universidad local y que reside en La Junta. Se trata de un ser que fue visto por varios testigos en esta región y que lo describen como un humanoide con alas, rostro cubierto de pelo y una altura de unos 2 metros.
Coincide, por cierto, con la matanza de borregos en varios ranchos que mueren degollados. El joven, quien no fuma, ni toma y mucho menos se droga, se llama ¿?, pero no quiere que aparezca su nombre.
Y es que aún no se repone de la experiencia de esa noche, viernes 6 a las 23:50 horas, cuando saliendo de la Universidad Regional del Norte se dirigía a su casa en domicilio conocido de La Junta.
Sin embargo, a la altura del Puente sin Nombre tuvo que dar una frenada de emergencia. Sobre la cinta asfáltica vio un bulto con la figura de un hombre encorvado y que parecía estar cubierto, tal vez por una cobija.
Al momento de llegar, la figura, aún desconocida, se yergue, da dos saltos hacia adelante, despliega unas enormes alas del tipo de un murciélago que probablemente cubrieron todo el ancho del carril y alza el vuelo.
El joven en mención, serio y sobresaliente en su escuela, no la pensó más, metió el acelerador al fondo de una Liberty que rechinó las llantas en esa desaforada huida de algo desconocido.
Fueron unos 15 minutos de persecución y de máxima desesperación. El extraño ser volaba con la fuerza de sus alas traseras, más pequeñas, al parejo del vehículo y se asomaba por el lado del copiloto.
El miedo se tornaba más intenso, y sólo atinó a llamar en ese momento vía celular a su casa, recibiendo respuesta de su madre, quien le preguntaba por qué se oía el ruido como si alcanzara la máxima velocidad.
Con voz entrecortada por el llanto trató de describirle que un hombre, quizá un animal con alas lo perseguía. Su primera idea fue que aquello era alguna aparición, alguna forma en la que se vestía la muerte y gritaba desesperado: ¡me voy a morir, me voy a morir!
Narra ahora que supondría que fue alguna alucinación, pero al reflexionar que el ser le persiguió por más de 15 minutos, vuelven los escalofríos, y dice: No, no fue ninguna ilusión, fue lo más cercano que se ha encontrado con el miedo.
La descripción es algo vaga, pero esa imagen ahora lo persigue cuando trata de dormir sin que concilie el sueño. Un hombre, con ojos rojos, como cuando se presenta un derrame, inyectados de sangre. De unos 2 metros, calculando que abarcaba todo lo largo de la Liberty. Dos pares de alas, unas grandes, otras chicas, que si las utilizaba podría alcanzar una velocidad inimaginable; las manos pequeñas, tipo canguro, que las llevaba como sueltas, sin fuerza, y golpeaban repetidamente con la velocidad los vidrios del lado del copiloto.
El rostro cubierto de alguna especie de vello, donde sobresalía una frente boluda y esos ojos inyectados de sangre.
La cuestión es que ese ser fue visto por las cercanías a Cimbraplay, cerca de Sáenz, Guerrero. Y curiosamente en esos días aparecieron muertas varias borregas en tres diferentes ranchos. Mostraban la misma forma de muerte: un enorme tajo en el cuello y otro en la parte de la cola.
Otra familia también asegura haberlo visto por el tramo de Mesa de González, en la carretera a San Juanito, y hace una descripción parecida.
La madre narra, respecto a esa noche: Nunca lo había escuchado así y mucho menos visto de la forma en que llegó, temblando, pálido y en medio de una crisis nerviosa.
En su escuela, el joven es muy respetado y se dice que ya investigan sobre la presencia de ese mítico ser. Aunque también parece que ya nació la leyenda del Hombre Murciélago de La Junta.
APARECE NUEVAMENTE CERCA DEL PANTEÓN
"Vi a la santa muerte", lo dijo en el tono más calmado que pudiera tener después de la amarga experiencia, fue un comentario de Ivonne que no salió de la casa. Lo compartió a su madre y su esposo. Nadie más.
Fue hasta ahora que se percataron
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