Debates De Modernidad

¿Por qué la democracia no se ha llevado a cabo, y por qué es irrealizable? ¿Cómo se relacionan las propuestas de Hardt y Negri con los debates de la modernidad?

La democracia no se ha llevado a cabo y es irrealizable porque, como afirman Hardt y Negri, en la modernidad la gente no existe. El origen etimológico del término apunta a ‘Demo (dḗmos)’ como pueblo (o gente) y a ‘cracia (krátos)’ como poder. El poder de la gente, el pueblo es soberano porque puede escoger quiénes los van a representar. La gente, entonces, es un producto de la representación. A la gente, en teoría, la representan los mandatarios y las instituciones. Sin embargo, ahí aparece el gran déficit democrático, pues en la modernidad la soberanía ha cambiado, y tales mandatarios e instituciones no representan los intereses de la gente. Es utópico pensar que se puede llegar a una democracia verdadera porque cada individuo tiene ciertos intereses, y todos nunca podrán ser cumplidos.

El hecho de tener la capacidad de elegir a quienes nos van a representar, supuestamente, da la sensación de autonomía, y ser autónomo es la promesa de la modernidad. Para buscar las razones de esta situación podemos remitirnos a los procesos históricos que configuraron unos discursos que luego se volvieron hegemónicos. El liberalismo surge en el siglo XIX como la doctrina de pensamiento que se opone de forma radical al absolutismo. Los dos pilares de esta -el optimismo antropológico y la armonía preestablecida- calaron de forma tan honda en la sociedad moderna basados en la lógica de la objetividad y la razón como vía hacia la felicidad que todos lo adoptaron así, y terminaron alienados, tal y como apuntó Michel Foucault. Se puede decir que así encubrió la burguesía su consagración como clase empoderada de la modernidad. En la postmodernidad el panorama no cambia mucho, a pesar de que los modos de producción estén en proceso de cambio, y por esa razón personas que no pertenecen a una élite puedan llegar a tener poder. No obstante, en la mayoría de los países vemos cómo se mantiene un orden aristocrático. En Estados Unidos, por ejemplo, la familia Bush. Acá en Colombia podemos tomar como ejemplo a la familia Santos. Y así ocurre en muchos otros lugares.

Las instituciones representativas transforman a la multitud, entendida como una cantidad indefinida de subjetividades, en gente. Esto es porque no miran los intereses y los deseos particulares. El sistema democrático promete que gracias a la razón, el pueblo escogerá la mejor opción para gobernar, para representar, y así se llegará a la felicidad. Sin embargo, muchas personas no son felices con esa representación. Por eso buscan manifestarse a través de movilización social. Esto genera un nuevo tipo de representación colectiva que no está ligada al concepto de gente, sino al de multitud, y no depende directamente de la soberanía de las instituciones estatales.

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Elabore

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