Dialéctica De Mi Tesis

DIALÉCTICA DE MI TESIS

La revolución debe, ante todo y sobre todo, apagar todas las hambres: hambre física, hambre intelectual, hambre moral.

Nuestro proletariado tiene hambre.

Aquellos miembros de la mesa examinadora presidida por el doctor David de Tezanos Pinto, e integrada por Wenceslao Escalante, Ángel Pizarro, Manuel Obarrio, Osvaldo M. Piñero y Raymundo Wilmart, no comprenden cómo es la vida más allá de sus escritorios. Cuarenta mil desocupados y centenares de miles de obreros dejan sus vidas en talleres insanos, sin luz ni aire; municipales, albañiles, carpinteros, ebanistas, tejedores. Todos ellos, víctimas de nuestra degenerada forma de gobierno: La oligarquía.

Mí tesis, La Miseria, denuncia el hambre que sufre el proletariado, el uso de menores en jornadas de más de diez horas en fábricas de cigarrillos y talleres de costura pagándoles monedas; la plusvalía, ya que al obrero se le paga el valor de su fuerza de trabajo y no el valor del producto de ella.

A la democracia sólo la conocemos de nombre.

El señor Raymundo Wilmart y sus colegas de la comisión, poco saben lo que ocurre en las calles; o, para mi mayor indignación, son cómplices de este sistema de explotación del hombre por el hombre. Rechazan mi tesis y luego corrigen su desdén hacia los contenidos de mi trabajo, puedo afirmar, hacia el hambre y la ignominia misma, desaprobándola.

De todos modos, puedo sentirme orgulloso. No buscaba reconocimiento, más bien tenía como objetivo sacar a la luz aquello que en esa facultad, que prepara eruditos al servicio de la oligarquía, estaba omitido. Entonces, mi sueño no se hizo esperar; el 4 de agosto en La Vanguardia el señor Adrián Patroni comentó mi trabajo a toda la sociedad. Lo mismo hizo el señor periodista Alfredo Torcelli en la ciudad de La Plata.

De esta manera, quiero agradecerles a todos los integrantes de aquella mesa examinadora, y sobre todo al señor Raymundo Wilmart, ya que gracias a la negación que hizo de mi tesis, la síntesis floreció, y la dialéctica juzgó por efecto de sí misma la realidad que intentaba ocultarse.

Autor anónimo.

Trabajo basado en el libro de Daniel Sorín: “Alfredo Palacios, un caballero socialista”; 2004, Editorial Sudamericana.

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