Discurso Día de la Memoria por la Verdad y la Justicia
Enviado por Profericardo • 7 de Octubre de 2011 • Informe • 495 Palabras (2 Páginas) • 2.536 Visitas
Discurso Día de la Memoria por la Verdad y la Justicia
El 2 de agosto de 2002 el Congreso de la Nación Argentina promulgó la ley 25.633 creando al Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia con el fin de conmemorar a las víctimas políticas producidas por la última dictadura militar que gobernó el país, autoproclamada Proceso de Reorganización Nacional.
El 24 de marzo de 1976 un golpe militar derrocaba el gobierno constitucional de María Estela Martínez de Perón y comenzaban así años oscuros de dictadura militar, cuyo accionar dejó 30.000 desaparecidos junto a graves consecuencias económicas y sociales.
Este es nuestro reconocimiento a la lucha… a la fuerza de esos vientos que pretendieron silenciar sin percibir que esos vientos no se callan, esos vientos no se encierran, esos vientos son tornados en los cuerpos de sus madres, de sus hijos, de sus compañeros, de sus compañeras, de todos y todas los que en su memoria y en honor al mañana que aún deseamos, no bajamos los brazos, nunca.
A treinta y cuatro años del golpe de Estado que inauguró una de las épocas más sombrías y trágicas de nuestra historia, los argentinos encontramos una nueva oportunidad para reflexionar acerca de lo ocurrido en aquellos años, pero también para pensar en nuestra democracia en el presente y en la que aspiramos a construir en el futuro.
Reflexionar sobre la dictadura y las huellas que ha dejado en la sociedad argentina se convierte hoy en un imperativo para la escuela. ¿Por qué? Referente fundamental para la formación ciudadana, la institución escolar debe trabajar para mantener viva la memoria de lo que no puede volver a repetirse; para afirmar los valores sobre los cuales se construye la democracia –la tolerancia, el respeto por la opinión del otro, la libertad de expresión; y para la creación de espacios compartidos de reflexión y de indagación sin los cuales no será posible que las nuevas generaciones puedan sentirse protagonistas en el presente y trabajar desde ese reconocimiento para construir una sociedad mejor.
Con estas breves palabras, sólo queremos repudiar cualquier censura o intolerancia, porque más allá de la violencia física, existen otros tipos de violencia, como la suspensión de los derechos de los trabajadores, la censura y la fuga de personalidades e intelectuales hacia otros países.
Así como cuando nos lastimamos queda en nuestro cuerpo alguna cicatriz, así mismo debemos comprender a la memoria de los pueblos: cada vez que recordemos, tendremos la sensación de la cicatriz, pero al menos no olvidaremos el dolor que nos provocaron las heridas en el cuerpo y en el alma. Si la memoria de las víctimas trae crueles recuerdos al presente, y se vuelve incómoda para muchos, es signo de que la sociedad está en vías de curarse de sus males.
El olvido y la negación son los primeros síntomas de una sociedad enferma e
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