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EL CICLO DE LA ILUSIÓN Y EL DESENCANTO. UN SIGLO DE POLÍTICAS ECONÓMICAS ARGENTINAS


Enviado por   •  7 de Noviembre de 2016  •  Documentos de Investigación  •  1.602 Palabras (7 Páginas)  •  436 Visitas

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LLACH / GERCHUNOFF

Las décadas previas a la Primera Guerra Mundial, 1914, fueron para el mundo y Argentina, según los autores, tiempos de progreso y relativa paz.

Argentina preparó el terreno en pos de lograr la integración al mercado internacional (como productor de materias primas  y consumidor de manufacturas): Ampliación de puertos, líneas férreas, Campaña del desierto (para el uso y extensión de tierras al oeste y sur),    tasa de inmigrantes (“gobernar es poblar”). (TODO FINANCIADO POR GB).[pic 1]

En 1912 el voto fue por primera vez secreto, universal y obligatorio. En 1916 gana Yrigoyen (plena IGM).  Argentina debía definir en qué bando estaba… y ante tamaña cantidad de inmigrantes optó por mantenerse neutral.

La política interna también en conflicto: conservadores y el radicalismo en pugna: intervenciones federales a las provincias donde los conservadores predominaban. En las entrañas del radicalismo se vislumbraban dos facciones: los personalistas (Yrigoyenistas) y los antipersonalistas.

 

Argentina tenía problemas en cuanto al financiamiento externo y un déficit comercial provocado por bajas exportaciones. Se generó una salida de metálico a través de patrón oro (para pagar las deudas e importaciones) lo que se tradujo en una caída bastante importante de la circulación monetaria, aumentaron las tasas de interés para captar depósitos o inversiones y muchos negocios quebraron.

Fue la 1ra gran recesión desde 1890 y fue la mayor del siglo XX.

Durante la guerra la Argentina acumuló excedentes comerciales. En 1915 las exportaciones doblaron a las importaciones, pero la economía argentina se enfrentó a una restricción de oferta derivada de las dificultades para conseguir importaciones y tuvo que cerrar su economía. La competencia extranjera ya no repercutiría en nuestra economía... aunque la imposibilidad de hacernos de insumos

Las industrias que se destacaron fueron la textil y alimenticia (proveedoras de las naciones en guerra) mientras que la metalurgia, cerveza y galletitas entraron en crisis porque dependían de los insumos externos.

Cesó la inversión extranjera, frenando así las obras de infraestructura que dependían de ellas (Ferrocarril, por ej.). Se redujo el GASTO PÚBLICO pero aun así no pudo evitarse  el desequilibrio fiscal.

Socialistas proponían un impuesto sobre las exportaciones a fin de bajar el precio interno de los alimentos (menos se exportaba si tenía que soportar un impuesto extra más quedaba en el país para consumir, por lo que los precios bajarían). Ningún proyecto prosperó.

La crisis se trasladó al sector obrero, su salario se deterioró (perdieron poder adquisitivo por la suba de precios que reproducían la inflación mundial. Entre 1914 y 1918 fue mayor la cantidad de emigrantes que inmigrantes y aun así la desocupación subió.

Entre 1917 y 1919 el clima de protesta obrera alcanzó su punto álgido y ganó las calles. Tras una huelga en los talleres de Vasena (Bs As) y el enfrentamiento entre anarquistas y nacionalistas inaugura la Semana Trágica.

 
Con el fin de la guerra el panorama nacional mejora, lo que termina suavizando la agitación gremial.

El Tratado de Versalles benefició a los victoriosos otorgándoles derechos.  Alemania tardó en repuntar en la posguerra y sobrevino la inflación. Gran Bretaña se empeñó en volver al orden de preguerra con una política de altas tasas de interés para atraer el oro y valorizar la libra hasta tratar de llegar a una relación de igualdad. La Conferencia de Génova (1922) aconsejó una variante “patrón cambio – oro”, las reservas de los países estarían respaldadas por el dólar y la libra en combinación ambas monedas. Hacia 1928 este tipo de respaldo fracasó. Inglaterra de posguerra ya no podía aspirar a ser el centro financiero mundial ya que el mayor poder económico lo tenía EE UU que vivía un auge económico de proporciones inéditas  y era el principal acreedor mundial situación que ejerció sin muchas contemplaciones hacia sus deudores europeos. La alta demanda por la guerra de productos primarios hizo que se hagan fuertes inversiones pero al terminar la guerra los precios cayeron y las deudas seguían. EEUU aplicaba un proteccionismo furioso y por ello prohibió la compra de carne con sospecha de aftosa. Con la Gran Depresión se abandonaría definitivamente cualquier ilusión de volver al añorado equilibrio de preguerra.

 

Además del auge norteamericano Argentina se destacó hacia los 20’ con enormes tasas de crecimiento, superiores a las de EE UU, Australia o Canadá. Un país tranquilo, sin huelgas y con distensión social legisló para conceder derechos a los trabajadores, reglamentó el trabajo de mujeres y niños y la jornada de 8 hs. Y el pago de sueldos en efectivo y no con vales de alimentos de las industrias empleadoras. El motor de la expansión económica de los años 20 fue una liberal política de gastos públicos. El impulso de la sustitución de importaciones terminó al finalizar la guerra pero las nuevas inversiones vendrán la década siguiente  se hicieron con capital norteamericano especialmente en manufacturas.

 

Terminada la guerra los agricultores argentinos tuvieron que enfrentar la misma caída de precios que sus colegas norteamericanos prolongándose las dificultades hasta 1923. A partir de entonces se mejoró la balanza comercial.

Mientras que Inglaterra siguió siendo el mercado más importante para los productos argentinos EE UU se convirtió en el principal proveedor. Con la Gran Depresión se impondría la política de “comprar a quien nos compra”.

Después de 1921 con la  creación del Banco Agrario y Banco Hipotecario se facilitaron créditos al sector. En el sector ganadero, se creó e un frigorífico estatal en el Cap. Federal, que impulso un precio mínimo para la venta de ganado por kilo vivo, pero sujeto a presiones Alvear debió suspenderlo. Lejos de Bs.As. Las legumbres, vid, frutas, algodón, caña de azúcar, tabaco, yerba se beneficiaban con la ampliación del mercado interno sostenida por el aumento de población siendo las necesidades internas las que daban impulso a la industria manufacturera.

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