EL GRAN DIBUJO DE DISNEY
Enviado por emejias9 • 1 de Abril de 2013 • 2.213 Palabras (9 Páginas) • 447 Visitas
EL GRAN DIBUJO DE DISNEY
La historia de "La Bella y la Bestia" es de hecho una historia muy antigua, con variaciones en el tema central que data de tiempos remotos de la mitolog�a griega. En 1550, el autor italiano Giovanni Straparalo escribi� la primera variante de la historia como es habitualmente conocida hoy en d�a.
El inicio real de "La Bella y la Bestia" como pel�cula animada data de m�s de cinco d�cadas atr�s, en los primeros d�as de los Estudios Disney, cuando Walt Disney y su equipo de historias tomaron el proyecto pero este fue dejado de lado cuando no encontraron una resoluci�n satisfactoria para la claustrof�bica segunda mitad de la pel�cula, donde Bella es aprisionada en el castillo de la Bestia.
A mediados de 1989, cuando el trabajo de "La Sirenita" hab�a bajado, el productor Don Hahn lo retom�.
Esta pel�cula permanece como una de las m�s populares y entra�ables aventuras rom�nticas del mundo. Ubicada dentro y en los alrededores de una peque�a villa francesa a finales del siglo XVIII, "La Bella y la Bestia" narra las fant�sticas aventuras de Bella, una brillante y hermosa joven que encuentra en los libros un escape a su ordinaria vida provinciana - y a los galanteos de un guapo pero aburrido pretendiente, Gast�n-.
Cuando su padre inventor tropieza con el castillo de una bestia escondida y es tomado prisionero, Bella va a su rescate y acepta tomar el lugar de su padre. Con ayuda de los encantados miembros del castillo -una tetera, un candelabro y un reloj, entre otros- ella pronto aprende a ver detr�s del exterior de la bestia para descubrir el alma y el coraz�n de un pr�ncipe humano. Mientras tanto, consumido por el rechazo y los celos, Gast�n revela que tiene el coraz�n de una bestia y congrega a una multitud para ir al castillo en busca de una confrontaci�n final.
Con motivo de la celebraci�n de su d�cimo aniversario, el cl�sico animado "La Bella y la Bestia" hace su debut en el cine con una edici�n especial para formato grande. Como novedad est� la introducci�n de la reci�n animada secuencia musical de seis minutos que presenta la canci�n "Human Again", escrita para la pel�cula original por los compositores Howard Ashman y Alan Menken.
A trav�s del trabajo con los documentos originales digitalmente archivados de la pel�cula, "La Bella y la Bestia" ha sido meticulosamente reformateada cuadro por cuadro. Bajo la tutela del equipo de realizadores original -el productor Don Hahn y los directores Kirk Wise y Gary Trousdale-, un grupo de artistas y t�cnicos de Disney removieron el polvo y la suciedad, a�adieron detalles y efectos y crearon nuevas animaciones para esta versi�n.
El equipo de expertos de regrabaci�n de sonido de la pel�cula, remezcl� las pistas originales para utilizar el rango de ac�stica ofrecido por el gran formato. Nuevas escenas y nuevos efectos tambi�n contribuyeron para que este estreno se viera mejor que nunca.
HISTORIA DE LA BELLA
La historia de La Bella y la Bestia ha circulado durante siglos por toda Europa, tanto en forma oral como escrita, y, mucho más recientemente, en adaptaciones cinematográficas. Muchos expertos han señalado similitudes entre este cuento e historias clásicas de la Grecia antigua, como Cupido y Psique, Edipo o El Asno de Oro de Apuleyo, hacia el siglo segundo de nuestra era.
Una primera versión escrita de La bella y la bestia se atribuye a Giovanni Francesco Straparola, aparecida en su libro de cuentos Le piacevoli notti, en 1550. Una temprana versión francesa presentaba al padre como un rey, y a la Bestia como una serpiente. Charles Perrault popularizó este cuento en su recopilación Contes de ma mere l’oye (Cuentos de mamá ganso), en 1697. Otros autores como Madame d'Aulnoy, con su cuento Le Mouton (La oveja)2 o Giambattista Basile, en el Pentamerone, también escribieron variaciones de la misma historia.
CUENTO
Érase una vez... un mercader que, antes de partir para un largo viaje de negocios, llamó a sus tres hijas para preguntarles qué querían que les trajera a cada una como regalo. La primera pidió un vestido de brocado, la segunda un collar de perlas y la tercera, que se llamaba Bella y era la más gentil, le dijo a su padre: "Me bastará una rosa cortada con tus manos."
El mercader partió y, una vez ultimados sus asuntos, se dispuso a volver cuando una tormenta le pilló desprevenido. El viento soplaba gélido y su caballo avanzaba fatigosamente. Muerto de cansancio y de frío, el mercader de improviso vio brillar una luz en medio del bosque. A medida que se acercaba a ella, se dio cuenta que estaba llegando a un castillo iluminado. "Confío en que puedan ofrecerme hospitalidad", dijo para sí esperanzado. Pero al llegar junto a la entrada, se dio cuenta de que la puerta estaba entreabierta y, por más que llamó, nadie acudió a recibirlo.
Entró decidido y siguió llamando. En el salón principal había una mesa iluminada con dos candelabros y llena de ricos manjares dispuestos para la cena. El mercader, tras meditarlo durante un rato, decidió sentarse a la mesa; con el hambre que tenía consumió en breve tiempo una suculenta cena. Después, todavía intrigado, subió al piso superior. A uno y otro lado de un pasillo largísimo, asomaban salones y habitaciones maravillosos. En la primera de estas habitaciones chisporroteaba alegremente una lumbre y había una cama mullida que invitaba al descanso. Era tarde y el mercader se dejó tentar; se echó sobre la cama y quedó dormido profundamente. Al despertar por la mañana, una mano desconocida había depositado a su lado una bandeja de plata con una cafetera humeante y fruta.
El mercader desayunó y, después de asearse un poco, bajó para darle las gracias a quien generosamente lo había hospedado. Pero al igual que la noche anterior, no encontró a nadie y, agitando la cabeza ante tan extraña situación, se dirigió al jardín en busca de su caballo que había dejado atado a un árbol, cuando un hermoso rosal atrajo su atención. Se acordó entonces de la promesa hecha a Bella, e inclinándose cortó una rosa. Inesperadamente, de entre la espesura del rosal, apareció una bestia horrenda que iba vestida con un bellísimo atuendo; con voz profunda y terrible le amenazó: " ¡Desagradecido! Te he dado hospitalidad, has comido en mi mesa y dormido en mi cama y, en señal de agradecimiento, ¿vas y robas mis rosas preferidas? ¡Te mataré por tu falta de consideración!"
El mercader, aterrorizado, se arrodilló temblando ante la fiera: ¡Perdóname!¡Perdóname la vida! Haré lo que me pidas! ¡La rosa era para
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