EL PAPEL DEL TRABAJO EN LA TRANSFORMACIÓN DEL MONO EN HOMBRE

EL PAPEL DEL TRABAJO EN LA TRANSFORMACIÓN DEL MONO EN HOMBRE

Es común escuchar que el trabajo es y siempre ha sido el origen de la riqueza del hombre. Si bien es cierto esta afirmación es correcta, el trabajo a lo largo de la historia de la humanidad ha sido más que eso. Este, ha sido el instrumento y el mecanismo más valioso con el que el hombre ha sido dotado para su evolución y desarrollo a lo largo de las civilizaciones.

Desde los monos, pasando por los seres antropomorfos y todo su proceso de evolución, hasta llegar a la figura de hombre tal y como hoy la concebimos, el trabajo ha constituido el elemento fundamental en todo este largo proceso de transformación, puesto que le brindo al hombre la posibilidad de convertir a su favor todos los elementos que la naturaleza le brindaba.

Igualmente, el trabajo contribuyó a desarrollar la facultad de pensamiento y razonamiento del hombre, lo que lo distinguió y elevó sobre los demás seres y animales de la naturaleza, propiciándole ese apremiante e irresistible deseo de conocer.

Así mismo, el trabajo no sólo le otorgo al hombre la posibilidad de autodescubrirse sino también la posibilidad de descubrir a sus semejantes, ante la necesidad de comunicarse entre ellos y vivir en comunidad, lo que constituyó al individuo como parte integrante y fundamental de la sociedad que hoy conocemos.

Desde una perspectiva antropológica, el trabajo se estableció como una manifestación propia de la cultura del hombre, dado que desde que este comenzó a pensar y a conocer, lo fue aprehendiendo como parte de su esencia y de su existencia, con tal alcance que se puede afirmar que si el hombre no trabaja tanto de manera individual como colectiva, pone en peligro la prolongación de su existencia.

Finalmente, se puede concluir que el hombre ha sido el resultado de un largo proceso de evolución logrado gracias al trabajo, el cual le ha permitido ser elemento fundamental de la sociedad en la que vive y que le ha otorgado esa facultad de ser superior sobre los demás seres de la naturaleza. Sin embargo, no debemos olvidar que el hombre es un individuo en constante desarrollo, que aunque ha evolucionado a pasos agigantados, aún le faltan infinitas cosas por descubrir y que hoy por hoy podemos seguir siendo los mismos monos que fuimos en el inicio de los tiempos.

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